"Nos encontraban locos por pedir un aporte para visitar galerías"
Constanza León A. Socios, más de 30 proyectos, casi 500 sesiones, 1500 artistas. Esos son los números que va a presentar mañana la Fundación Antenna, con un gran evento en la Sala Vitacura -de la Municipalidad de Vitacurapara celebrar sus nueve años de existencia. “Me encanta lo que significa el nueve. Es el cierre de un ciclo de puro crecimiento. Hoy estamos en una etapa de profesionalización y de fortalecimiento de los estatutos de la fundación. Cuando comenzamos no se hablaba de colaboración y comunidad, que son nuestros pilares. Nos encontraban locos por pedir un aporte para visitar galerías o museos. Nos decían: “¡ ¿pero cómo?! ¡si la gente no va gratis! ”, señala riendo Alfonso Díaz, director ejecutivo y fundador de Antenna.
Este periodista y coleccionista, con casi dos décadas en el área, inició este proyecto —junto a Elisa Ibáñez y Constanza Gúell— con la experiencia que ya traía de Imaginaccion Consultores, el Museo de la Solidaridad y la Feria Chaco. Fue durante cinco años jefe de Artes Visuales, Arquitectura y Diseño del Ministerio de Relaciones Exteriores, donde desarrolló proyectos para América Latina, del Norte, Europa y Asia. “Los tres veíamos que en Chile había una necesidad de un espacio para que la sociedad civil y los artistas dialogaran. No hay que ser una potencia económica para tener un desarrollo cultural; basta ver a Argentina, Colombia, Perú, Brasil. Y qué decir otros países donde hay sentido de comunidad, donde existen los amigos del museo, del parque, de un hospital. En Chile tenemos poca cultura de filantropía”, comenta. Entre las iniciativas más destacadas de Antenna figuran el Premio PAM Artista Mujer que, junto a Bank of America, reconoce a artistas visuales mayores de 60 años. O «Murales para Chile», que el 2024 cerró con 15 murales desarrollados en 10 regiones del país, impactando en la formación artística de más de 15 mil niños y niñas. Y las sesiones que proponen cada semana, donde invitan a sus socios a conocer a nuevos artistas y gestores en distintos espacios culturales.
Hoy en el directorio figuran los empresarios Macarena Aguilar, Ramón Sauma, Patricia Angelini, Roberto Piriz, el ingeniero Cristián Retamal y la artista Ximena Rojas. —¿ Ustedes partieron solo con la idea de promover nuevos artistas? —Nuestro modelo fue súper visionario y nos creímos el cuento desde el día uno. Sabíamos que este proyecto tenía etapas y el primer ciclo se cumple ahora. Primero, logramos crear una comunidad. Luego, teníamos que atraer empresas y al Estado. Y después, gestionar el área de proyectos. El arte genera creatividad, ampliar tu cabeza y tus límites.
Trabajamos “Nos decían '¡ ¿pero cómo?! si la gente no va gratis! ”, dice el periodista y coleccionista, que celebra los 9 años de la fundación. "Cada vez que dejamos invertir en cultura, estamos separando nuestra sociedad”, sostiene. Con grandes empresas, como el Grupo Telescopio Gigante de Magallanes, que es un conglomerado de 14 universidades donde están Harvard, Yale, etc.
Esta comunidad es un semillero de filantropía y hoy cuenta con un presentador, Larraín Vial, en su programa de experiencias. —Según el plan, hasta el 2025 dice ser la etapa de consolidación. —Hace cuatro años comenzamos con la tercera etapa que es el fondo de filantropía, un fondo de inversión en arte. Y así nace nuestra cuarta membresía, el grupo Patrons, muy parecido a los patronazgos que tienen los museos y grandes fundaciones, que son aportantes que donan 10,20 0 30 millones al año. Gracias a eso Antenna pudo crecer en recursos humanos y profesionalizarse en áreas administrativas, contables, tributarias, legales, redes sociales, alianzas. Hoy trabajamos 12 personas, más los coordinadores que trabajan por proyecto. Y no solo apoyamos la escena del arte, sino también la industria creativa, porque ayudamos al artista a profesionalizarse. Ya tenemos todos los estándares internacionales para postular afondos extranjeros y poder soñar con invitaciones que nos han hecho, como instalar Premio PAM a nivel regional.
“Este libro representa el ADN de Antenna” Uno de los proyectos importantes que viene ahora es un libro que prepara —junto a Ediciones Puro Chile— y que abordará los últimos 20 años del arte contemporáneo en Chile, que pretende ser emblemático, tal como lo fue «Copiar el Edén» (editado por el curador cubano Gerardo Mosquera), publicación que revisó el trabajo de artistas chilenos entre 1979 y 2006. “Ese libro fue impulsado por Claudia Pertuzé, con quien nace esta editorial, una de las que más hitos tiene a nivel internacional, junto con el galerista Tomás Andreu”, dice Díaz.
“Todos los artistas consagrados hoy están en ese libro: Alfredo Jaar, Paz Errázuriz, Voluspa Jarpa y otros”. —Ahora trabajan con dos curadores a cargo, Agustín Pérez Rubio, exdirector artístico del Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba), y la historiadora del arte Amalia Cross. —Como se va a desarrollar en el marco de nuestros 10 años, lo vamos a lanzar en abril del 2026 en la Bienal de Arte Venecia. Y como el mundo ha cambiado en 20 años, pensamos en que tenía que ser una dupla. Amalia tiene una destacada trayectoria, gran académica y comunicadora. Y Agustín es un curador reconocido a nivel internacional, ha sido director del MUSAC (Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León) y del Malba. Es una investigación enorme, donde también participa como investigador Antonio Echeverría, director ejecutivo de «Il Posto», espacio impulsado por Carlo Solari (expresidente de Falabella) y Paula del Sol, sus fundadores. Claudia Pertuzé nuevamente como editora. —¿ Financiado de forma públicoprivada nuevamente? —Repetimos la fórmula, por lo que estamos invitando a la comunidad Antennaa través de un crowdfunding para la investigación. Existen pocos espacios para poder financiar el pensamiento y la crítica. El 2019 marcamos un hito cuando estuvimos en el Pabellón de Chile en Venecia, con Voluspa Jarpa, en colaboración público-privada, con respeto y armonía entre todas las instituciones. Nos pone muy orgullosos hoy estar en un proyecto tan emblemático como este. Si tiene una súper distribución en los principales museos y galerías va a generar un impacto demasiado importante para la escena chilena. Los artistas empiezan a recibir más invitaciones, su obra aumenta en precio, impacta al galerista, al coleccionista, a las instituciones. Estamos conversando con el Ministerio de Cultura para que un porcentaje vaya a escuelas públicas y fundaciones. Este libro representa el ADN de Antenna. “El arte tiene un prejui: elitista” Alfonso comenzó a ser coleccionista a los siete años. “Ahí ves lo importante de plantar una semillita. Mi tío abuelo era filaio muy tero y nos metió a mí y a mi primo en el mundo delas estampillas. Empecé a coleccionarlas y a los 12 años, cuando fui a la casa de Pablo Neruda, me enamoré de sus pisapapeles; empecé a coleccionar pisapapeles. Yo estudié siete años piano, era un niño tímido, tartamudo, que me costaba comunicarme. Pero la música y las clases de expresión corporal, son las grandes herramientas que ocupo hasta hoy”, relata. Enla universidad, empezó a coleccionar libros de arte. Y ya trabajando, comenzó con las obras, que hoy suman más de 120. ¿Su favorita? Una fotografía de un boxeador de Paz Errázuriz, que adquirió a sus 34 años.
“Es algo que amo, pero más que ser un gran coleccionista soy un gran promotor del arte”, acota Díaz. —Elisa Ibáñez, como parte de Mesa Circular, que nace para crear un cambio normativo de donaciones en Chile, señaló en «La Tercera» que “somos de los pocos países que ponen más problemas para donar”. ¿La normativa provoca desconfianza? —Yo te diría que lo que generó más desconfianza fue el caso Fundaciones, el año pasado. Tenemos una muy buena ley de Donaciones Culturales, obviamente se pueden mejorar cosas, falta una mayor comunicación por parte de las instituciones públicas sobre los beneficios que tiene la normativa. Aún existe mucho desconocimiento y temor, pero la ley es una gran herramienta. —¿ Se sigue sintiendo el efecto del caso Convenios? —Hemos avanzado enormemente, pero sigue impactando. No tanto a las fundaciones que se financian de forma privada, como nuestro caso.
Nosotros ya nos habíamos puesto el desafío de que nuestros años tenían que ser auditados, proceso que hoy hacemos, pero hay muchas fundaciones pequeñas afectadas, que son un motor enorme para Chile, Generó una mayor sensación de inseguridad, porque obviamente hubo abusos. Me parece súper bien tener altos protocolos de administración, una exigencia que significa una inversión que muchas organizaciones y artistas no pueden hacer.
No tenemos que olvidar lo golpeada que quedó la escena cultural tras la pandemia. —Según el Estudio de Reputación Corporativa 2023, realizado por Ipsos e INC Consultores; fundaciones y las ONG perdieron 21% en su buena reputación pública, la que bajó de 46% en 2022 2.25%. —Por eso destinamos parte importante de nuestros recursos y tiempo a fidelizar nuestra comunidad.
La pandemia fue un golpe súper importante para nosotros, con esta comunidad a la que invitábamos a recorrer la ciudad, a conocernos personalmente. ¿Cómo seguíamos? Solo gracias a los socios que sabían el valor del arte y la cultura en el tejido social. Cada vez que dejamos de invertir en arte y cultura, estamos separando nuestra sociedad.
Al igual que en el deporte, en el arte, nuestros creadores son los que nos unen. 66 Hemos avanzado enormemente, pero (el Caso Convenios) sigue impactando”. Gh En Chile tenemos espacios increíbles, artistas alucinantes, pero faltan los espacios para conocerlos” Podemos pensar distinto, pertenecer a sectores socioeconómicos distintos, tener religiones distintas, pero nos une un artista, una película, un parque. —En 2020 tú publicaste una carta sobre el aporte a las fundaciones. En Chile existen cerca de 17 mil fundaciones, “constituyen el tercer sector de la economía, el cual realiza importantes aportes y llegan donde el Estado no puede”. —Yo creo que hoy hay mucho menos. Muchas ya han quebrado.
Nosotros celebramos muchos logros porque tenemos la suerte de tener diálogo con esos empresarios y tomadores de decisión, pero hay muchas organizaciones que no tienen ese privilegio, Es importante visibilizar el trabajo de esas fundaciones, muchas en regiones. En EE.UU. O Reino Unido operan en conjunto con grandes fundaciones. —En Estados Unidos se practica la filantropía de otra manera, para co. Menzar, habitualmente, celebran públicamente a los donantes. —En Estados Unidos se celebra la filantropía. Somos tan sobrios acá que nos da pudor comunicar las cosas que se hacen.
Por eso Antenna diversifica esa filantropía, porque no solo aportan grandes empresarios, también abogados, doctores, ingenieros, nuevos emprendedores, es muy bonito eso. —¿ Hay más interés en los jóvenes por el arte hoy? —Si uno genera ese espacio, nace la magia. Con «Señal», otro proyecto de Antenna con BTG Pactual, trabajamos por los nuevos coleccionistas jóvenes. Tenemos encuentros de 100 o 120 personas, una comunidad que compra arte para sus casas, invitan amigos, involucran a sus empresas. Es precioso. Entonces, ¿existe interés? Sí, pero cuando existe la correcta mediación. Los museos hacen lo que pueden, porque tienen presupuestos muy mitados. Pero cuando hicimos un encuentro en el Museo de Bellas Artes para la muestra de Carlos Leppe, a las ocho de la noche un día viernes, fue un éxito.
Replico las palabras de una socia, la galerista Daniela Claro: “No hay nada que me ponga más orgullosa que estar aquí y ver a 160 jóvenes que, en vez de ir a un carrete, venieron a conocer un artista”. Es que todos nos sentimos abandonados.
Yo, si quisiera saber más de básquetbol o fútbol, que rico sería que alguien me guiara. —Ciertos espacios de arte siguen provocando recelo en algunos... —El arte, sobre todo en este país, tiene un prejuicio muy elitista.
Si alguien dice “fui a una galería”, suena como wow. ¡ debiese ser un espacio cercano a todos! Mira Buenos Aires, un país económicamente con miles de problemas, pero con todos los museos y centros culturales repletos. En Chile tenemos espacios increíbles, artistas alucinantes, pero faltan los instancias para conocerlos. Falta que los niños vayan a los museos. Gracias a nuestra comunidad es que somos también un laboratorio, un think tank, un espacio de crear proyectos y soluciones desde el arte.