LA CANCELACIÓN DE UNA PROFESORA UNIVERSITARIA
LA CANCELACIÓN DE UNA PROFESORA UNIVERSITARIA Gladys Briceño, 62 años, académica del departamento de Música de la UMCE (ex-Pedagógico) desde hace más de 24, dice que se enteró de lo que estaba ocurriendo en la universidad a través de algunos estudiantes que comenzaron a contactarla. Fue hace solo un mes. Hasta ese momento, ella sabía que la universidad estaba en paro y que había derivado después en una toma en apoyo a Palestina. Recordaba además una conversación con un grupo de alumnos en una sala. Al menos, eso había sido para ella: una conversación. Y una bandera. --Los más cercanos me decían: "Profe, mire lo que se está diciendo de usted", y empezaron a enviarme un comunicado que había salido. Me decían: "No lo podemos creer, vamos a defenderla en la asamblea" --cuenta Gladys.
En el comunicado, publicado el pasado 29 de mayo por un grupo de estudiantes, se pedía, entre otras cosas, que la universidad cortara convenio con la Gordon Academic College of Education de Haifa en Israel y que se desvinculara de la universidad a dos docentes que identificaron como "sionistas": Gladys Briceño y Noemí Grinspun.
Las mencionaron con nombres y apellidos y las describieron como "docentes sionistas que habitan y transgreden nuestro espacio universitario, quienes imparten activamente discursos de odio en el aula y a través de sus redes sociales". --Me dolió mucho cuando lo vi --dice Gladys y después aclara--. Yo además no soy judía ni soy sionista. Apenas vio la denuncia, la profesora se contactó con la contraloría interna de la universidad, preocupada por su trabajo, y solicitó que se abriera un sumario que investigara la situación. --Espero que esto se aclare. A mí lo que me interesaba era que no se dijera que yo maltrataba a los estudiantes, jamás en mi vida he maltratado a los estudiantes --explica.
Unas semanas después de que se publicara el comunicado, la rectora de la UMCE, Elisa Araya, dijo en este diario respecto de la situación de Gladys que "no tenemos ningún antecedente que implique alguna falta". --Para mí, más allá de la excusa de que tanto Noemí y yo tengamos origen judío o no, seamos sionistas o no, el tema es la discriminación que ocurre en las universidades --expresa Gladys. Gladys Briceño Zaldívar nació en Valdivia. Su familia, cuenta, se mueve entre la medicina y las leyes, pero a ella siempre le gustó la música. Desde niña estudió música y tocaba el violonchelo en el conservatorio de la Universidad Austral, y cuando tuvo que escoger una carrera entró a estudiar Pedagogía en Música en la misma universidad.
Hizo clases de música en escuelas rurales y luego partió a Santiago, donde trabajó en distintos tipos de establecimientos, como el Colegio Nido de Águilas y el Villa María Academy, y también en colegios vulnerables con niños provenientes del ex-Sename.
Paralelamente cursó un Magíster en Artes mención Musicología de la U. de Chile, un Diplomado en Educación Superior y un Postítulo en Dirección Coral, lo que la llevó a fundar y dirigir coros como el de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Chile y el coro de niños de la misma universidad, también el Coro Consejo de Defensa del Niño, Coro AIEP, entre otros. También fue presidenta de las Juventudes Musicales de Chile y de la Federación de Coros de Chile y la Sociedad Chilena de Musicología. Con el tiempo comenzó a hacer clases en la educación superior. Partió en el AIEP y en la Universidad Andrés Bello. A la UMCE llegó en el año 2000, trabajando a honorarios y haciendo clases en Bachillerato en Música. --¿ Cómo era la UMCE en esa época? --Igual era una universidad complicada. Llegué en un paro gigante del año 2000, era por una problemática más bien de la universidad, porque había asuntos de plata. La universidad tiene una deuda tanto financiera como pedagógica.
Siento que la sociedad está en deuda con la UMCE, en cuanto a realmente levantarla como una universidad pedagógica, que vaya desde querer al Pedagógico y a los profesores, y a su vez la UMCE está en deuda con la sociedad por hacer una mejor gestión. --¿ En qué sentido? --Ya no es ese Pedagógico del pasado y la pedagogía dejó de ser la de antes, ya no existe.
Ahora, la pedagogía está en jaque porque se ha perdido el respeto a las instituciones, en las escuelas, incluso los padres hoy en día te cuestionan como si nada. --¿ Sus estudiantes le transmiten eso respecto a su profesión? --Sí, los chicos se cuestionan, incluso algunos ya con las primeras prácticas están diciendo "profesora, en lo que me metí". --¿ Cómo era el clima cuando llegó en comparación a hoy en día? --Había diálogo, en mis tiempos se conversaba con los estudiantes; incluso algunos me decían que eran anarquistas, y hablábamos sobre los teóricos del anarquismo. A veces, esos mismos estudiantes eran los que tiraban piedras adentro de la universidad, eran encapuchados, pero sabías que ese encapuchado no se iba a ir en contra de ti. Hoy, poco a poco empezaron a meterse niños que vienen de afuera.
Te lo digo porque yo soy de esas personas que todo el tiempos anda diciendo: "váyanse de aquí, fuera de la universidad", y te empapelan a garabatos. --¿ A usted? --A mí, sí, porque soy de las personas que andan alegando en la universidad.
A comienzos de año había unos tipos haciendo bombas molotov adentro de la universidad, y nosotros no tenemos guardias, son porteros, son excelentes personas que lo que quieren es no tener problemas porque en cualquier momento alguien te saca un arma blanca. Como ya ocurrió el año pasado, que dañaron a un portero que trató de defender a alguien. Esas cosas no están bien.
Yo muchas veces les he dicho a los estudiantes "si tú haces bombas molotov, esa cuestión es terrorismo" y me dicen "ahh, profe, pero cómo... ". --¿ Qué impresión tenían los profesores de esas situaciones? --Dentro de la universidad, mis colegas me decían muchas veces: "Tengo pánico de entrar a esta universidad", porque se nos metía de todo. La UMCE era una plaza en la cual entraba todo el mundo... incluso ha habido robos, desaparecen las cosas como si nada.
En la toma de ahora ya se supo de un robo, pero impresionante: robaron computadores, pantallas, proyectores, unas impresoras 3D que eran de un proyecto muy importante y no pueden ingresar a la universidad a hacer investigación del caso porque la universidad está tomada (... ). Yo soy de esas personas que anda diciendo las cosas como son: cuando roban cosas dentro de la universidad, para mí eso es delincuencia. --¿ Por qué dice que los profesores llegan con pánico a la universidad? --Sí, creo que sobre todo aquellos que se oponen un poco más a las cosas que ocurren.
Yo antes, cuando llegaba a esta universidad, venía súper elegante como profesora, en fin, hasta que un día me gritaron "vieja cuica, tal por cual". Desde ese día, dejé de arreglarme y empecé a tratar de pasar piola, dentro del término medio, cosa que no te reconocieran dentro de la masa (... ), Hay profesores que no opinan y prefieren no opinar, y cuando empiezas a hablar de temas, dicen chao me tengo que ir. En general, esta cosa de pasar desapercibido es evitar cualquier diálogo que te comprometa. En el fondo, la UMCE es una universidad donde tú tratas de pasar desapercibido por temor a funas.
Los mismos estudiantes tienen temor a la funa. --¿ Por qué cree que pasa eso? --En las universidades, las crisis tremendas son por falta de diálogo, lo que ha llevado a que las federaciones de estudiantes no existan. Están muertas. Imagínate que este año no lograron ni el 9% de los votos de los estudiantes en la Chile. Y la Federación de Estudiantes Pedagógicos dejó de existir hace varios años. Los representantes se nombran desde las carreras, pero los pobres son tan vilipendiados o funados que en el fondo no quieren ir más.
Hoy, según la información que maneja la profesora, es solo un grupo pequeño de estudiantes el que tiene tomada la UMCE. --Hay 25 estudiantes que tienen trabada toda la universidad, y son cuatro mil. --¿ Qué dice el resto? --Nada, se fue para su casa, están viendo la Copa América. No se atreven a decir nada. También hay como dinámicas que se dan en las universidades.
Ahora está la Copa América, nosotros decimos, "ya, te hago una apuesta, después de la Copa van a empezar a preocuparse de las clases" y nosotros como que nos planificamos al menos, y decimos "ya, en agosto vamos a volver". Es un martes por la mañana. A diferencia de otros días, por la calle Macul, entre Grecia y Alcalde Eduardo Castillo Velasco, casi no circula gente. Allí está el Campus Macul de la UMCE, cuyas rejas están cerradas con candados y atravesadas con sillas y pupitres. En los patios y en el edificio se leen algunas consignas rayadas sobre los muros en apoyo a Palestina y contra el sionismo. En los edificios y patios delanteros del recinto tampoco se ve gente. Cerca de una caseta de portería que está vacía deambula una estudiante. Camina hasta la reja, se saca los audífonos de las orejas y dice que no puede entrar nadie. Agrega que están haciendo turnos entre quienes duermen en la universidad. Se acerca desde el edificio otro estudiante vestido con un buzo y un polerón de chiporro que le llega hasta las rodillas. Se retiran hacia atrás, hablan despacio entre ellos y finalmente dicen que no pueden entregar información. Según uno de los pocos funcionarios que hay en un edificio contiguo al campus, los profesores no están yendo. Ya va más de un mes de toma. --Está todo detenido y también mi situación quedó detenida.
Está el juicio que se debe hacer por el sumario, pero no se puede hacer porque está todo tomado en la universidad --dice Gladys. --Si no es judía, ¿por qué que la identificaron como sionista? --Fue por un conversación que tuvimos que no les pareció bien nomás.
Cuenta Gladys que dicha conversación se dio a propósito de otro hecho: a principios de abril, en el frontis del Departamento de Música apareció colgada una bandera de Palestina. --La gente empezó a preguntarse "¿ y esa bandera?, ¿por qué esta esa bandera?". Dije, bueno, todo el mundo alega por la bandera, le voy a decir al director que la saque, no lo encontré, y después me dijo no quería meter nada, déjala ahí nomás.
Más tarde apareció la bandera en las redes sociales, como que el Departamento de Música era pro-Palestina, y pensé que no podía ser, si tenemos a la colega Noemí que sí es judía --explica Gladys y continúa relatando --Dije no poh... si en las instituciones públicas no se pueden colgar banderas que no sean de las institucionales. Averigüé y la bandera era de una alumna mía y quise hablar con ella. La cosa es que la estudiante no llegaba, pedí una silla y me encaramé a sacar la bandera. La guardé con el debido respeto, pero como no se apareció la estudiante, empecé a hablar con los demás compañeros.
Después de un rato conversando sobre el conflicto PalestinaIsrael en la clase, llegó la estudiante a la sala donde estaban. --Le expliqué que saqué la bandera porque ponerla atenta con la institucionalidad, porque está prohibido poner banderas de todo tipo sin permiso. Y empezó una discusión hasta que se acabó la clase.
Después nos quedamos hablando con ella y otros chicos y nos pusimos de acuerdo de hacer conversaciones, que yo iba invitar al mundo de los judíos y esta niña me dijo que a lo mejor podía invitar a alguien que maneja el tema de Palestina. Como la niña no iba a clases, no se apareció más. Le escribí correos, no contestó, dos semanas después empezó el paro, y después la toma.
Eso fue lo que detonó el que me pusieran de sionista, pero te hago ver mi pensamiento y es que no me gustan las banderas, creo que dividen. --¿ Pensó después que quizás no debió haberla sacado? --La iba a sacar sí o sí.
Si ponen una de Venezuela, la saco; de Estados Unidos, la saco; de Gran Bretaña, la saco, y una de Israel, la saco... cualquier bandera que hubiesen puesto la saco. --¿ No estaría usted imponiendo su mirada al sacarla? --Claro, pero voy por una cosa institucional, no es una bandera admitida adentro.
Es lógico que se va a cuestionar mi actuar, no todos van a estar de acuerdo con que haya sacado una bandera, pero esas son mis posturas, la institucionalidad va ante todo. --¿ Qué ha sido lo más difícil para usted de todo esto? --Tratar de llevar una visión amplia y no parcial de las cosas. No como que uno se está abanderando con algo. Yo no soy judía, no soy ni pro-Palestina ni pro-Israel, sino estoy por la paz de ambos Estados, de los gazatíes como personas y de los israelíes como personas. Ambas sociedades tienen derecho a sus Estados. --¿ No quiere tomar una postura? --No, creo que en este rato no, mi postura es la realidad.
Yo soy antiterrorismo, esa es mi postura, estoy en contra de todos los grupos terroristas que quieran someter a las personas libres. --¿ Y de Netanyahu? --Yo no podría estar en la situación de él, su propio pueblo lo va a juzgar. En otro comunicado publicado, firmado por la comisión redactora de la toma, explican que la docente Gladys Briceño sacó la bandera colgada por una compañera y que luego habló frente al curso.
Lo cual se describe así: "Se destacan ciertos comentarios que resultaron muy chocantes para nuestra compañera, tales como que ella debería informarse antes de tomar esas acciones; que los/as jóvenes apoyan las causas sin saber; que Palestina ni siquiera existía y más.
Entre otros comentarios expuestos, creemos que su actuar fue desconsiderado y discriminador, al invalidar la cultura de la estudiante y al poner a nuestra compañera en una situación en la que se sentía incómoda, insegura y atacada, considerando además que fue frente a todo el curso. Cabe destacar que esta situación gatilló que la estudiante congelara sus estudios universitarios al verse afectada tras todo lo sucedido". La situación es parte de un sumario que debe ser investigado, explica Gladys. El comunicado solicitando la desvinculación de las docentes por sionistas tuvo repercusiones fuera de la universidad. Se publicaron cartas al director, la comunidad judía y el embajador de Israel se pronunciaron también.
Gladys cuenta que a ella la comenzaron a contactar académicos de distintos sectores. --Me empezaron a llamar personas bastante importantes dentro del mundo académico y me decían "Gladys, qué está pasando, qué fue esto". Se los explicaba y me decían que lo mismo estaba ocurriendo en sus universidades y que los rectores no están haciendo lo que deben hacer. Paralelamente algunos cercanos le mostraron comentarios en redes sociales refiriéndose a ella. --Se decían cosas muy duras, que era sionista, que había maltratado estudiantes, que teníamos pensamiento sesgados del conflicto.
Sin embargo, también ha recibido mensajes de apoyo de actuales alumnos y de exalumnos. --Hay unos estudiantes maravilloso, pero no todos son así (... ) la gran mayoría creo que quiere dialogar, el problema es que no los dejan estas personas que se toman los espacios de reflexión. Si dentro de la universidad hay polarización, va a ser imposible el diálogo con los que se han ido hacia una postura o pensamiento ideológico específico. Entonces, los estudiantes que piensan distinto o quizá igual, pero de otra manera, no tienen espacio.
Gladys dice que está esperando que el sumario avance, pero sabe que va a ser un proceso lento. --Estoy viendo qué puedo hacer con mi carrera, tengo todo el apoyo de mi familia que eso es lo mejor --explica Gladys pero después dice --No tengo ganas de volver.
Durante las tomas universitarias pro-Palestina, un grupo de estudiantes de la UMCE publicaron un comunicado pidiendo desvincular a dos docentes identificadas como "sionistas". Una de ellas es Gladys Briceño, quien cuenta aquí que no es judía ni sionista y relata el episodio que cree que detonó todo: "Fue por una conversación que tuvimos que no les pareció bien nomás", dice.
Sobre el actual clima señala: "La UMCE es una universidad donde tú tratas de pasar desapercibido por temor a funas". POR ANTONIA DOMEYKO "Hay profesores que no opinan y prefieren no opinar, y cuando empiezas a hablar de temas, dicen chao me tengo que ir". GENTILEZA GLAD Y S BRICEÑO "La iba a sacar sí o sí. Si ponen una de Venezuela, la saco; de Estados Unidos, la saco; de Gran Bretaña, la saco, y una de Israel, la saco. Cualquier bandera que hubiesen puesto la saco". Gladys Briceño LA CANCELACIÓN DE UNA PROFESORA UNIVERSITARIA.