Coexistir con la fauna nativa: la responsabilidad de cuidar a vecinos poco conocidos de Concepción
Coexistir con la fauna nativa: la responsabilidad de cuidar a vecinos poco conocidos de Concepción FOTO: DARÍO MOREIRA LA GÜIÑA es el animal más observado en cámaras trampa, con cantidad de registros que es tan alta en ambientes periurbanos cerca a zonas residenciales como en Nonguén. El zorro culpeo también es frecuente.
OPINIONES Twitter @DiarioConce contacto@diarioconcepcion.cl Las cámaras trampa instaladas en distintos puntos que permiten el "Monitoreo pedagógico ciudadano a largo plazo" de ONG Pewma han develado una realidad poco consciente: la importante presencia de fauna nativa a poca distancia de la ciudad. Las suelen ser esquivas y de difícil observación sin tecnologías que han facilitado.
Pero, ahora se sabe que el más pequeño felino silvestre de América, que habita sólo Chile y una franja de Argentina, la tímida y sigilosa güiña, habita en la conurbación de Concepción, en cerros y fragmentos de vegetación nativa que queda en áreas heterogéneas con plantaciones forestales, incluso cercana a la población y actividad humana que cada vez se adentra más a la naturaleza. Lo mismo con el pudú, zorros y quique.
Así se generan evidencias que llaman a seguir conociendo sobre todo protegiendo los ecosistemas y la vida que reside allí, con diversas especies nativas, tan únicas como vulnerables. "Coexistimos con ellas todo el tiempo, pero rara vez nos damos cuenta.
Esta maravilla de poder compartir el territorio con especies tan carismáticas e importantes para los ecosistemas implica una gran responsabilidad, tanto a nivel social como institucional, especialmente en sectores cercanos al Parque Nacional Nonguén, en ciudades como Concepción, Hualqui y Chiguayante", manifiesta Cristóbal Pizarro, director del LEA de la UdeC.
En este marco sostiene que "es vital y urgente formar una ciudadanía involucrada con su entorno, en forma concreta y directa, sobre todo frente a la situación de crisis ambiental y climática", como propicia esta iniciativa local.
Y profundiza que "si no sabemos o no somos conscientes que convivimos con una biodiversidad increíble en nuestros propios entorno, difícilmente podremos opinar o pronunciarnos frente a proyectos de desarrollo o amenazas que afecten nuestro bienestar y el de la naturaleza en su conjunto; la naturaleza está en todas partes, no sólo en áreas y parques naturales". "No estamos solos. Los ambientes urbanos, aunque modificados por la acción humana, también albergan biodiversidad y cumplen un rol ecosistémico importante.
Esta biodiversidad tiene un valor en sí misma, con derechos propios, y ha evolucionado para estar aquí", complementa el investigador Darío Moreira. "Ser conscientes de que coexistimos con ellos, poder haáreas protegidas de difícil acceso hasta bordes de la ciudad de Concepción, con registros en zonas periurbanas tan altos como en Nonguén, lo que podría sugerir que están explorando en busca de alimento. Un específico resultado a destacar es que en la zona residencial de Pedro de Valdivia se registró gran presencia de güiñas, también de perros y gatos. Además, en una investigación sobre ciclos circadianos entre distintos ambientes, se observó que cerca de la población humana la güiña tiende a tener mayor actividad nocturna que en Nonguén. También que su comportamiento críptico le permite acceder a lugares con mayor actividad humana y darle ventaja como depredador de animales como gallinas.
Así puede habitar los mismos espacios que otras especies sin coincidir temporalmente con éstas, afirma Moreira, lo que podría ser una estrategia para reducir interacciones que amenacen su supervivencia, como enfermedades o depredación por animales domésticos. El zorro culpeo es también frecuente en bosques periurbanos de Concepción, con patrones de actividad diurnos que se mantienen similares en ambientes naturales como periurbanos y tiende a acercarse al humano. El pudú es el tercero más avistado, de actividad más crepuscular y nocturna, aunque muestra picos de actividad diurna. El quique es el menos habitual, con mayor actividad diurna. dad diurna. Vínculo respetuoso Aunque por sus comportamientos es poco probable cruzarse con estas especies al recorrer los cerros locales, no es imposible. Ante dicha afortunada situación, la recomendación es vincularse con respeto, minimizando la intervención: no acercarse a éstas, no darles o dejar alimento ni basura, no tener o dejar animales domésticos sueltos en los ecosistemas. También es fundamental recoger los desechos de las mascotas, porque pueden contener organismos como parásitos que representen riesgo letal para las especies nativas que carecen de anticuerpos contra éstas y no es posible vacunar.
Lo mismo con la basura de alimentos, por ejemplo, que interfiere con el hábitat y podría provocar riesgos a la fauna. blar de su existencia y verlas a través de dispositivos, es un incentivo para la educación y un recordatorio de que somos una especie más dentro de este socioecosistema", plantea. ma", plantea.
Investigando y conociendo En esta coexistencia el interés científico y el social se han aunado, y en el marco del monitoreo se llevado adelante distintas investigaciones para conocer la fauna en ambientes urbanos y periurbanos en comparación a aquellos naturales.
Moreira expone que, además de saber qué especies habitan, las preguntas principales han rondado en torno a qué sitios ocupan, cuándo están más activos, y cómo amenazan los animales domésticos como perros y gatos. "El principal hallazgo es que los animales mesomamíferos mantienen patrones de actividad crepusculares y nocturnos, y en algún grado también tienden a evitar en su actividad diaria", precisa. También advierte que perros asilvestrados son constante presencia en las cámaras trampa y así se ubican como una de las grandes amenazas a esta especie y la fauna nativa en general. Para profundizar se detiene en la güiña, la especie más frecuente.
Con las cámaras trampa se ha podido saber que es muy adaptable, más de lo que se pensaba, : puede habitar ambientes bien conservados como Coexistir con la fauna nativa: la responsabilidad de cuidar a vecinos poco conocidos de Concepción.