Autor: Carlos Peña
Columnas de Opinión: La razón del acuerdo
Columnas de Opinión: La razón del acuerdo que recordar que la lengua que hablamos -la lengua que cada uno recibió de su madre y que atesora en la memoriaes la forma más básica deestar en el mundo y de configurar la propia identidad.
Mientras los seres hu'manos somos casi idénticos en nuestro arsenal anatómico y biológico, somos, sin embargo, muy distintos desde el punto de vista cultural y Iingúístico ¿ A qué se debe eso que, bien mirado, parece una anomalía? Pues bien, se debe al hecho que la lengua esla quenos permite tallar nuestra identidad, elaborar la cultura y hacernos un lugar en este mundo, la que nos permite ser, en suma, humanos. Por eso negar la lengua, impedir que sela hable o consentir que se extinga equivale a dejar que lo más propio de una existenciacolectiva desaparezca. Se encuentra luego la di'mensión material. Los marxistas y los que noo son «sobre todo los que no lo sonconocen laimportancia de las condiciones materiales delaexistencia, esas queson indispensables para la producción y reproducción de la vida. En las sociedades contemporáneas esel dinero loquerepresentaa todos los bienes. En el caso de la cultura mapuche es ante todo la tierra, la que les fue, mediante la fuerza primero y elengaño después, arrebatada. Por supuesto, retrotraer la propiedad de la tierra al momento originario no es simplemente posible. De ahí entonces que el informe establezca tres principios cuya importancia y novedad es difícil de exagerar.
Permite que la tierra entregada sea disponible y negociable mediante contratos (algo que históricamente se haimpedido); establece un límite a la reparación por esa vía impidiendo el mal de una demanda infita); y contempla formas al ternativas, como la reparación en bienes sustitutos o en dinero (favoreciendo así de manera indirecta la incorporación voluntaria a las, por decirlo así, prácticas de mercado). Y en fin se encuentra la dimensión política. Uno delos problemas del pueblo mapuche (y de otros pueblos indígenas) es que carece de una voluntad común que lo represente ante el Estado. Sin esa voluntad común las demandas de ese pueblo (y de otros, claro es1á) son ideológicamente capturadas por minorías consis: tentes y violentas. Para evitarlo es fundamental crear mecanismos de formación de una voluntad común para que ese pueblo pueda comparecer como sujeto en la vida democrática. Para ello elinforme contempla al gunas medidas.
El informe no incurre en ningún adanismo (la idea de que es posible retroceder a 'un momento cero delahistoria), tampoco en una utopía arcaica (creer quesi volviéramos atrás encontraríamos un paraíso) nien la culpaintergeneracional (consistente en creer quelosactuales descendientes de quienes ocuparon la zona son, por eso, también culpables y no, como son, víctimas que también merecen reparación). Portodo ello, merece ser leído, y si la racionalidad todavía tiene algún peso en la política, es probable que al cerrar sus páginas se concluya que sí, que en lo fundamental merece el aplauso y la aprobación porque remediala injusticia y desarma al radicalismo. s posible sistematizar el contenido C Idelacuerdo adoptado por la Comisión para la Paz y el Entendimiento, cuyo contenido fue dado a conocer recién ayer? Hacerlo puede ayudara que sele debata y así se disciernasuimportancia. Al leerlo puede ser útil poner atención a tres conceptos distintos de justicia: justicia simbólica, la material y la política. Cada una de ellas se relaciona con la distribución de algún bien. En el caso de la justicia simbólica, setrata del reconocimiento a la propia identidad cultural; enel caso delajusticia material, del acceso alos recursos; enelcaso delajusticia políti ca, de la participación. En esastres dimensiones el pueblo mapuche (y nosolo él) ha padecido injusticia.
Se hanegado su existencia e invisibilizado su ethos, su forma de estar en el mundo; se le ha privado desustierras conlas que sustentaba su vida y su cultura; se le ha impedido participar como pueblo en la formación de una voluntad común. En la medida que el acuerdo de la Comisión remedia esas tres formas deinjusticia, o las atenúa, debe serapoyado. Comencemos por la dimensión simbólica. El acuerdo sugiere que enlasreglas constitucionales se reconozca tanto la existencia delos pueblos indígenas como los derechos colectivos de los queson titulares. Entre esos derechos se cuen: ta el de preservar su lengua y sus formas de organización, para cuyo fortalecimiento y preservación se sugieren diversas medidas. Paraapreciarla importancia de esas recomendaciones hay.