Un libro qu haca justicia
Un libro qu haca justicia Periodista, Diplomado en Marketing Político y Miembro de la Sociedad de Historia y Geografía de Chile. (jorgeeibar13@gmail.com ) ESTUDIÓ ESTUDIÓ pedagogía en castellano en el Instituto Pedagógico, Pedagógico, egresando el año 1905.
A los veinte años se casó con el profesor Guillermo Guillermo Labarca Huberston Huberston de quien hizo suyos los apellidos que empleó en vida, rechazando sus apellidos paternos ante las recriminaciones que familiares familiares que recibía respecto a quien ella había elegido por esposo. Su verdadero nombre era Amanda Pinto Sepúlveda. Sepúlveda. Ejerció por algunos años como profesora de la Escuela Normal N3 de Niñas Niñas de Santiago. Continuó sus estudios pedagógicos en los Estados Unidos, en el Teachers College de la Universidad de Columbia, en Nueva York. Hacia el año 1916 asumió asumió como directora del Liceo N 5 Rosario Orrego, de Santiago. Pese a la oposición oposición política de grupos conservadores que la acusaban acusaban de librepensadora. Su retorno a los Estados Unidos (1918) fue para estudiar estudiar las características del sistema educacional norteamericano, en busca de una mejor calidad de la estructura formativa nacional. nacional. DEL AUTOR Fabián Andrés Pérez es Doctor, Magíster, Profesor y Licenciado en Historia y Magíster en Estudios Literarios y Culturales Latinoamericanos Latinoamericanos en la Universidad Universidad Católica de Valparaíso. Valparaíso.
Se ha especializado en el estudio de América Latina y Chile, con énfasis énfasis en la formación de los estados nacionales y los vínculos entre Literatura e Historia cultural y política, además de la formación de escritoras y mujeres intelectuales en el tránsito entre la segunda mitad del siglo 19 y las primeras décadas décadas del siglo 20.
LABOR PROLIFICA Uno de los momentos memorables en la carrera carrera profesional de Amanda Amanda Labarca se produce el año 1922, cuando tras un examen de suficiencia, suficiencia, rendido ante una comisión comisión evaluativa, con la presencia del presidente Arturo Alessandri Palma y de Pedro Aguirre Cerda, Presidente de la Sociedad Nacional de Profesores, se incorporó como la primera mujer de la plana académica académica de la Universidad de Chile, un hito en el proceso proceso de inserción femenina en nuestra sociedad. las Escuelas de Temporada Temporada de la Universidad. Su trayectoria fue ampliamente ampliamente reconocida tras décadas de ejercicio docente, docente, al ser distinguida como Profesora Emérita de la Facultad de Filosofía y Educación de la Universidad Universidad de Chile, en 1963.
Luego de un desgarrador desgarrador paréntesis provocado por el exilio de su marido, marido, en tiempos de Carlos Ibáñez del Campo (1927 a 1931), la obra de Amanda Labarca se consolidó con la apertura del Liceo Experimental Experimental Manuel de Salas.
El gran objetivo de estas organizaciones consistía en que la educación se convirtiera en un verdadeOpiniói Gran parte de sus postulados postulados los plasmó en obras como “A dónde va la mujer” (1934) y “La Historia Historia de la educación en Chile” Chile” (1939). Líder del feminismo, Amanda Labarca aprovechó aprovechó sus años de formación para discutir y afianzar sus concepciones de una nueva nueva sociedad, más equitativa equitativa y más justa.
Durante el año 1922, presentó al Consejo Nacional Nacional de Mujeres el primer primer proyecto de ley referido referido a los derechos polfticos y civiles de la mujer. * Un libro qu haca justicia Es de las chilenas algo olvidadas que hicieron de la educación un pivote cardinal para llevar los conocimientos a lugares remotos. Una loable iniciativa de Ediciones RIL Editores (130 páginas). Jorge A r x jiro acto de función social, de comunicación humana. No solo fue una gran educadora, sino que también asumió un rol protagónico en aras de los derechos de las mujeres. mujeres. Amanda Labarca. El destino de la mujer en las concepciones tradicionalistas y conservadoras: -“La niña se casaba a los 13 ó 14 años con un varón que generalmente la aventajaba en diez años o más. Y pasaba de la calidad de menor bajo la potestad paterna a la de menor también en su nueva casa. La tradición no permitía por motivo alguno el divorcio con disolución de vínculo. vínculo. Sí, por desgracia, el marido la maltrataba, la hería, la abandonaba, había que resignarse. ¡Tal era su suerte! Hacia el año 1936, creó.