Después de la PAES: Acompañar el futuro con perspectiva
Después de la PAES: Acompañar el futuro con perspectiva CAMILA LEIGH GONZÁLEZ Académica, Universidad Andrés Bello, sede Viña del Mar frustración sin intentar borrarla de inmediato. A veces, nuestros hijos solo necesitan que alguien les diga: “Entiendo cómo te sientes. Estoy aquí”. Después de eso, cuando la niebla se disipa, podemos ayudarles a verlo que viene. Porque siempre hay algo más adelante. Y aquí es donde como familia tenemos un rol crucial: ser esa voz que les recuerda que el futuro es amplio, que las opciones son muchas, y que no todo depende de resultado. No importa el puntaje que aparezea en la pantalla, hay algo que siempre debemos recordar: nuestros hijos no son un número. Lo que realmente los define es el esfuerzo y las ganas de seguir adelante, aun cuando el camino parezca incierto. En muchos hogares, los resultados de la PAES llegan como un momento de revelación.
Algunas familias respiran con alivio, mientras otras enfrentan conversaciones llenas de “qué pasar ahora”. Sea cual sea la emoción que predomine, hay algo que no cambia: este momento no es un fin, sino un punto de inflexión. Cuando veo a padres y madres preocupados por cómo abordar esta etapa, suelo recordarles que los resultados académicos son una sola cara dela moneda. La otra, igual de importante, es cómo ayudar a los hijos a enfrentar lo que sien= ten, a darle sentido a sus logros o a sus tropiezos, y a mirar hacia adelante con confianza. Es fácil, como adultos, querer llenar los silencios con frases comunes “No te preocupes, todo va a estar bien", decimos, sin darnos cuenta de que esas palabras no siempre consuelan. Porque, para ellos, no parece estar todo bien. Quizá sienten que decepcionaron a alguien, o que no cumplieron las expectativas que incluso ellos mismos se impusieron. ¿Qué podemos hacer en estos casos? Escuchar. Escuchar sin interrumpir.
Aceptar su tristeza o vn único Es cierto que la PAES abre puertas importantes, pero no son las únicas, Algunas familias pueden estar viendo que incluso más allá del resulta= dos sus hijas e hijos no quieren elegir carreras convencionales y eso también puede generar tensiones a las expectativas que, nuevamente, imponemos en nuestros hijos, asociadas Silos resultados no fueron los esperados, no significa que debamos renunciar a los sueños. Tal vez signifique postergarlos, ajustarlos o incluso redirigirlos, Y eso está bien. Tal vez quieran rendir la prueba nuevamente, elegir otra carrera de la que inicialmente habían soñado, explorar áreas menos tradicionales o darse un tiempo para decidir. Lo esencial es acompañarlos en ese proceso sin imponerles un camino, respetando sus intereses y ayudándoles a construir un futuro que sea auténtico para ellos..