El “Pacto para el Futuro”
El “Pacto para el Futuro” Entre el 20 y el 23 de septiembre se realizó en la ONU, en Nueva York, la “Cumbre del Futuro”, evento que se vio cristalizado en el documento titulado “Pacto para el Futuro”. Como señala la misma página web de la ONU, este acuerdo “incluye un Pacto Digital Global y una Declaración sobre las Generaciones Futuras.
El Pacto cubre una amplia gama de temas que incluyen la paz y la seguridad, el desarrollo sostenible, el cambio climático, la cooperación digital, los derechos humanos, el género, la juventud y las generaciones futuras, y la transformación de la gobernanza global”. El texto fue aprobado por líderes de 193 países y pretende ser un acuerdo global para enfrentar una serie de problemas que aquejan actualmente a la humanidad.
Vendría a ser una nueva versión de la Agenda 2030, pero aplazada para el 2045, De esta manera, además de reiterar las materias de la anterior agenda, agrega otras, tales como la inteligencia artificial, la financiación del desarrollo, la ciencia, la tecnología y la innovación. Igualmente, busca regular las redes sociales, lo que varios críticos consideran un abierto intento por censurarlas y controlarlas. De hecho, respecto de esto último, columna una en hablábaanterior reciente mos deldocumento titu-lado “Proyecto deconvención deUnidasNacionesa ete. y delincuencia”, otra columna en la comentábamos detención de Pavel Durov, fundador de Telegram. Ambos hechos se vinculan de lleno con este último y preocupante problema.
Como es de esperar, e igual que con la aludida Agenda 2030, este documento tendrá varias consecuencias para nuestros países, al buscar imponerse a los mismos con la excusa de enfrentar el delicado momento que en teoría vivimos como humanidad.
Ahora bien, y al margen de las buenas intenciones que en teoría existan aquí, nuevamente se pretende generar una serie de medidas impuestas de forma autocrática y sin la más mínima consideración por el parecer de los ciudadanos del planeta, pese a76Doctor en Derecho, profesor de Filosofía del Derecho, Universidad San Sebastiánque seremos de lejos los más afectados por ellas.
Y aunque se señale que el documento final ha sido el resultado de varios trabajos e informes previos, lo que se quiere recalcar aquí es que la ciudadanía no solo no ha tenido ninguna participación en ellos, sino que ni siquiera ha sido adecuadamente informada de este evento. Tampoco basta con señalar que es suficiente por el hecho de que el documento haya sido aprobado por los representantes de decenas de países. Y no lo es, se insiste, porque ciudala danía no ha sido informada de esto ni tampoco ha consentido en generar un gobierno global que se imponga a la soberanía y au-todeterminaciónde los propios Es-tados. Ello, pues albuscar tener estasmedidas una com-preferencia las de naciopleta respecto decisiones nales, lo mínimo que cabe exigir es que la ciudadanía esté informada y otorgue su beneplácito. Se trata así de otro paso más en pos de un gobierno global, que pretende imponer sus decisiones a la humanidad sin cortapisas ni controles, en teoría por su bien. Una teenocracia en toda regla, que hace ilusoria y banal la institucionalidad de cada país.
En efecto, ¿de qué sirve tener una Constitución, una división de poderes, elecciones democráticas y un largo etcétera, si cualquier decisión local puede ser borrada de un plumazo por el querer de esta oligarquía tecnocrática global?Se trata así de otropaso más en pos de ó UM gobierno global,. que pretende imponersus decisiones a la6las Mumanidad sinoeCortapisas ni controles.. -. MAX SILVA ABBOTT