El compromiso de combatir la escasez hídrica como eje para contribuir a la superación de la vulnerabilidad e inequidad social
El compromiso de combatir la escasez hídrica como eje para contribuir a la superación de la vulnerabilidad e inequidad social Juan Pablo Alarcón, director de Fosis Región de Valparaíso. La escasez hídrica es uno de los desafíos más apremiantes en nuestra región, sobre todo en aquellas zonas rurales afectadas por una sequía manifiesta y constante.
Es por ello que iniciativas como la del Fosis y el Gobierno Regional de Valparaíso se vuelven cruciales para brindar dignidad y mejorar la calidad de vida de las personas, con una inversión de $750 millones para implementar infraestructura hídrica destinada al almacenamiento, redistribución y reutilización del agua, beneficiando directamente a 100 familias de Putaendo, San Esteban, La Ligua, Olmué e Hijuelas. Este trabajo intersectorial enfatiza la acción coordinada para soluciones sostenibles y de largo plazo ante necesidades urgentes.
Resulta esencial avanzar en la lógica del almacenamiento y acumulación de aguas, no solo a gran escala, sino a nivel de infraestructura doméstica para la construcción de espacios dignos, con sistemas eficientes de provisión como estrategia clave para asegurar abastecimiento.
Las instalaciones no solo mejoran la calidad de vida de las personas, sino que también se enfoca en la optimización del uso del recurso al ofrecer alternativas para capturar y reutilizar el agua en actividades domésticas.
En zonas rurales, la distribución del agua ha sido históricamente desigual, con dificultades para las comunidades más alejadas de acceder a fuentes confiables y formales, por lo que el proyecto de Fosis se orienta hacia una gestión más equitativa, asegurando que todas las familias beneficiadas puedan acceder al recurso vital mediante una perspectiva de derechos y dignidad, generando un impacto positivo en el día a día: Dejar de trasladar el agua en recipientes, para contar con una infraestructura segura de almacenamiento y distribución con alto estándar técnico. Sin perjuicio de lo anterior, la relevancia de este proyecto no es solo la construcción de obras físicas, sino que también en un acompañamiento técnico y transferencia educativa a las familias. Esta faz es fundamental, ya que asegura que las familias sepan cómo mantener en condiciones óptimas la infraestructura y conozcan prácticas elementales para la conservación del agua. La educación, por lo tanto, es tan importante como la infraestructura misma, ya que les brinda herramientas y capacidades a las personas para que sean agentes de protección de su entorno.
La continuidad de estas políticas públicas es, por consecuencia, esencial en la idea de llegar a mayor cantidad de familias y territorios, pues constituye una apuesta por un futuro sostenible y la superación de brechas, en la que la gestión responsable del agua permita a las familias gozar de autonomía y dignidad, impulsando cambios positivos y mejoras en la calidad vida de las personas a través de soluciones significativas y concretas..