Relato de la chilena detenida en trifulca en Times Square, Nueva York
Relato de la chilena detenida en trifulca en Times Square, Nueva York trifulca en Times Actualmente en Chile, está acusada de resistirse al arresto y debe asistir a una audiencia en un tribunal estadounidense el 11 de junio, pero su visa vence el 9.
Ariel DIÉGUEZ Ariel DIÉGUEZ vuelta en Estados Unidos el 11 de junio, para presentarse en un tribunal de Nueva York, y teme no lograrlo. "Si me pueden dar, por último, una visa provisoria, para poder viajar, presentarme al juicio y no quedar en rebeldía. A lo mejor una visa especial, que sea más express", pide a la salida de la Embajada de Estados Unidos en Chile. Su marido, ingeniero constructor, trabaja desde hace un año en Estados Unidos y ella y su hija viajaron a vivir con él hace dos meses. La visa que a ambas les había permitido permanecer legalmente este tiempo en ese país vencía y tenían programado un viaje a Chile el viernes pasado, para conseguir una renovación en esta sede diplomática.
La tarde del miércoles pasado, las dos paseaban por Times Square, para comprar regalos para la familia, y de pronto, cuenta, al menos cuatro personas que arrancaban de unos policías las tiraron al suelo. "Realmente fue una mala pasada que nos jugó el destino, porque estábamos en el lugar incorrecto, solamente. El error mío fue haber saltado tanto, donde no vi a mi hija. Esa fue mi equivocación, pero igual, como mamá, me desesperé", recuerda. La chilena reconoce que se acercó demasiado a los policías, pero que no los agredió. Ese gesto habría sido interpretado como "resistencia al arresto" y fue detenida. Salió en libertad en la noche. Aunque el cargo no fue desechado, pudo viajar a Chile, pero debe acudir a la citación. El incidente alteró todos los plazos. "Nuestra visa vence el 9. Tampoco quiero estar ¡ legal allá, considerando todo lo que está pasando", dice. La reunión en la embajada para iniciar los trámites de una nueva visa está fijada para el jueves 5. Este lunes ella y su marido acudieron a la sede diplomática, para ver la posibilidad de adelantarla, pero no lo consiguieron.
El único camino J aviera Montero debiera estar de Javiera Montero quedó en medio de un operativo policial Relato de la chilena detenida en Square, Nueva York Square, Nueva York Square, Nueva York Square, Nueva York Square, Nueva York RICHARD SALGADO SALGADO Javiera y su marido fueron este lunes a la Embajada de Estados Unidos en Chile, para intentar apurar la renovación de su visa. El 11 de junio debe presentarse en un tribunal de Nueva York. Y) "Me sentía vulnerable y no sabía qué iba a pasar. Nunca he tenido un problema con la ley" Javiera Montero era seguir insistiendo vía mail.
Dice Javiera que, si todo sale bien, una visa se demora al menos dos semanas, lo que impediría llegar a tiempo al tribunal en Nueva York. "Una persona es culpable de resistirse al arresto cuando intencionalmente impide o intenta impedir que un oficial de policía o un agente del orden público realice un arresto autorizado de sí mismo o de otra persona", dice la sección 205.30 de la ley penal de Nueva York. Es considerado Clase A, la categoría más grave de los "delitos menores", y las penas pueden ser de hasta un año de cárcel, multas de hasta US$1.000 y libertad condicional. La incomparecencia o el default le permite a la corte despachar una orden de detención e iniciar un juicio por rebeldía, que puede terminar perfectamente en condena. El relato del marido "Me enteré cerca de las 11 de la noche, cuando ella recién me pudo llamar. Antes de eso estaba incomunicada. A esa hora salieron ella y mi hija. Como estaban tranquilas, o quizás por el mismo shock, no lo contaban como algo tan grave. Me imaginé una similitud con Chile y pensé que las llevaron a una comisaría, a lo mejor algo asf", cuenta Javier Carvajal, el marido de Javiera. Al día siguiente, todo cambió. En un grupo de redes sociales de chilenos en Nueva York alguien publicó el video de la detención. Los primeros comentarios eran que parecía que la protagonista era chilena, por su forma de hablar. "Lo vimos y le tomamos más peso a la situación. No era tan leve lo que había pasado. Ahí vimos que era serio", explica. En ese momento comenzaron a consultar a toda clase de abogados, incluidos los que el consulado de Chile en Nueva York les recomendó. "Primero quisimos saber el tema de inmigración, el tema de salir. Qué pasa si nos quedábamos más días. Ahí nos estuvieron asesorando, pero nadie puede decirte concretamente qué va a pasar. Depende de los criterios de los agentes cuando te reciban allá, acá, en todos lados", explica. Algunos de ellos les dijeron que era posible interponer una acción legal por la detención. "Por ahora no lo estamos pensando. No lo hemos analizado. Queremos que pase luego lo del tema de inmigración, para estar correcto con eso. Después, que se cierre el caso, que se descarte, y después eventualmente ver una acción legal", comenta. No sólo están apurando la visa en Chile. También están tratando de postergar la fecha de la audiencia. "Nadie dice haz esto y con eso vas a estar bien, porque nadie puede saber eso", afirma. Javiera dice que la única policía que hablaba español en esa comisaría aceptó ponerla en un calabozo individual. "Me ¡ ban a dejar en otro, con otra persona. Yo no sabía qué delito había cometido esa persona. Me sentía vulnerable y no sabía qué iba a pasar. Nunca he tenido un problema con la ley y no sabía cómo era ahí", recuerda. Sintió a un hombre que estaba encerrado al lado. "Gritaba y gritaba. Pedía cigarros, comida. Le llevaron un McDonald's. Yo decía, uy, Dios mío, en lo que estoy metida". Lo único que ella pidió fue agua. Todavía luce moretones. En sus manos, por las esposas, y en un brazo, porque uno de los policías la agarró demasiado fuerte. Su hija, Antonia, de 12 años, tiene moretones por la caída en la calle. "Está tranquila. Fue fuerte para ella, pero, como niña, bajándole el perfil", asegura. Cuando Javiera estaba siendo detenida, un hombre se acercó a Antonia, la contuvo y les dijo a los policías que era la hija de la mujer. Entonces ellos la subieron a un auto sin símbolos policiales y la llevaron al mismo recinto. "Me gustaría ubicar a ese caballero. Es una ciudad muy grande, pero ojalá que pueda hablar con él y agradecerle, llevarle un regalito, porque se portó un siete con mi hija", finaliza..