Autor: Jorge Valderrama Gutiérrez
José Caracci Vignatti: pintor del Maule y maestro de la pintura nacional
José Caracci Vignatti: pintor del Maule y maestro de la pintura nacional Descendiente de artistas de la Bologna del siglo XVI, se le reconoce como fecundo paisajista y retratista, al igual que aquellos admirables predecesores suyos: Agostino, Aniballe y Ludovico Caracci, que dieron brillo a la pintura italiana del siglo XVII y a quienes se les identifica con la llamada Escuela Boloñesa.
En Chile, fue discípulo de Pedro Lira y de Fernando Álvarez de Sotomayor, siendo un destacado paisajista de la zona del Maule -que retrató en tonalidades opacas y de bronca sonoridad-, así como también un pintor de sensuales desnudos al pastel, recibiendo en 1956 el Premio Nacional de Arte Autorretrato de José Caracci, pastel, 1928. Artista plástico que por más de 65 años ejerció docencia, tanto en la Escuela de Bellas Artes de Santiago, como en diferentes establecimientos escolares, universitarios y en forma privada. Museo Nacional de Bellas Artes.
L as ciudades de la Región del Maule han sido enriquecidas con el aporte excelso de auténticos maestros del pincel, tales como: Pablo Burchard -hijo del arquitecto alemán Theodoro Burchard, que llegó a Chile en la medianía del siglo XIX-, que fue profesor del Liceo de Hombres de Talca, legando una vasta obra artística. Jorge Caballero Cristi (1902), quien desde el verano de 1923 tuvo una estrecha vinculación con la ciudad balneario de Constitución, vinculado al Grupo Montparnasse, y quien obtuvo gran parte de su formación artística en Francia.
El español de cuna pero maulino de corazón, José Boris Casanova (18971989), quien llegó a los trece años a Chile donde buscó la solana de la ciudad pequeña, reposada, plena de tradiciones y cercana a la naturaleza, donde se sintió más cómodo. Pedro Luna Pérez (1896-1956), considerado uno de los artistas más importantes de la Generación del Trece, y que en la década del treinta del siglo pasado, estuvo radicado en Linares.
Eucarpio Espinosa Fuenzalida, nacido en Vichuquén en 1867, desde donde poco después se trasladó a Talca para cursar humanidades en el Seminario San Pelayo de dicha ciudad; tras aprobar esa modalidad de enseñanza se fue a Santiago, donde ingresó a la Academia de Bellas Artes, en cuyas aulas fue sucesivamente alumno distinguido de los maestros Cosme San Martín, Juan Mochi y Pedro Lira.
Esos connotados pintores -y otros que por razones de espacio no se mencionaronno sólo están íntimamente ligados a la historia de la pintura nacional, sino también a las tierras, ciudades, pueblos y villorrios de la hoy Región del Maule.
Así también, de los citados, Caracci se encumbra como uno de los grandes de la pintura chilena del siglo XX, ampliamente reconocido en vida por su talento ya que obtuvo el Premio Nacional de Arte en 1956, siendo el tercer pintor en recibirlo.
Así, el artista se inspiró en la Región del Maule y en la ciudad de Constitución, trabajando principalmente en sus pinturas el género del paisaje, en el cual se caracterizó por su estilo costumbrista de gran SIGUE EN LA PÁGINA 24 Jorge Valderrama Gutiérrez.
José Caracci Vignatti: pintor del Maule y maestro de la pintura nacional colorido y, por cierto, en la figura humana por el desnudo, legando a la posteridad, además de su obra y reconocimientos, el haber formado parte de un selecto grupo de creadores provenientes o descendientes de la península itálica, comenzando por Ciccarelli, los que contribuyeron e influenciaron de gran manera el arte nacional. Alumno de la Escuela de Bellas Artes José Caracci Vignatti nació en Frascati -Italia-, el 23 de julio de 1887. Siendo todavía niño -tenía 3 añosllegó a Chile junto a su familia en 1890, ya que su padre era arquitecto y había sido contratado por el gobierno del Presidente José Manuel Balmaceda.
A los 15 años inició sus estudios de dibujo y pintura (en 1902) en la Universidad Católica de Chile -Santiago-, bajo la dirección de Pedro Lira, y hasta 1907, porque al año siguiente -1908ingresó a la Escuela de Bellas Artes de Santiago -fundada por otro italiano, Alessandro Ciccarelli, en 1849 como Academia de Pintura-, en la cual fue su profesor de Colorido y Composición el español Fernando Álvarez de Sotomayor y Zaragoza, hasta el año 1913. Posteriormente, estudió paisaje con el colchagüino Alberto Valenzuela Llanos, y croquis con Juan Francisco González. Desarrolló como temáticas principales de su obra los paisajes y los retratos, en los que evidenció sus habilidades para el dibujo. Poco después se nacionalizaría chileno.
Descendiente de artistas de la Bologna del siglo XVI, se le reconoce como destacado paisajista y retratista, al igual que aquellos admirables predecesores suyos: Agostino, Aniballe y Ludovico Caracci, que dieron brillo a la pintura italiana del siglo XVII y a quienes se les identifica con la llamada Escuela Boloñesa.
Sus vínculos con Constitución Como discípulo de Pedro Lira, sintió especial predilección por el paisaje, vinculándose tempranamente con la tierra maulina, ya que desde muy joven conoció ciudades y poblados que iría plasmando en sus cuadros. De esa manera, en una visita a la ciudad balneario de Constitución conoció a quien posteriormente sería su esposa: Ester Onetto, de quien se enamoró. En ese territorio bañado por los afluentes Claro y Maule, el artista se forjó como un gran paisajista, pintando la región con tonalidades opacas y de bronca sonoridad.
Poco a poco, pincelada a pincelada, su obra fue trascendiendo, y según el Doctor en Historia, Pedro Zamorano, "ello ata, en una relación más fundamental, al artista con un entorno geográfico y cultural, prodigioso en bellezas naturales, costumbres y tipos humanos.
La certera pupila de este pintor italiano nacionalizado como maulino capta con profundidad y altura plástica aquellos ricos aspectos de esta zona, también cantada por Mariano Latorre, Domingo Melfi y Jorge González Bastías". La crítica de la época alabó sus logrados paisajes y escenas costumbristas típicas chilenas.
De igual modo, por su fiel visión de la atmósfera veraniega y la vegetación en óleos y acuarelas de la zona de Constitución, se le describió en más de una ocasión como Pintor del Maule, apodo que conservó siempre. Por ello, además, según los expertos, su obra se caracteriza por los retratos, especialmente los desnudos al pastel. "En esta difícil técnica pictórica se le considera en nuestro país como un maestro de alta estirpe.
Una amplia y fecunda labor artística, una obra abundante en número y generosa en calidad, su vocación de maestro y un sinnúmero de recompensas y distinciones constituyen el lógico argumento para que se le otorgara el Premio Nacional de Arte en 1956" (Profesor Pedro Zamorano, 1996). Con el paso del tiempo, se transformaría en el último representante y defensor de la tradición académica de los grandes maestros. Aunque independiente, en su trabajo persiste una tendencia naturalista cercana a Benito Rebolledo, Pedro Reszka y Julio Fossa Calderón, artistas que en su momento protagonizaron movimientos de renovación de la plástica. Asimismo, en sus pinturas al aire libre, el maestro hizo gala de su oficio y dominio del color, pero fueron sus obras al pastel las que le valieron el mayor reconocimiento público. En dicha técnica, que utilizó para ejecutar figuras humanas y especialmente desnudos, logró un nivel de perfección. Sus obras presentan una armoniosa composición y un estricto estudio anatómico, reflejando una singular sensibilidad y delicadeza en el tratamiento del tema. Tranquilo, afable y generoso Numerosos expertos en el tema -además del ya citado Doctor Zamorano-, han valorado su trabajo pictórico, así como la multifacética gama temática de la que hizo gala.
En ese tenor, el experto en historia del arte, Luis Lobo, menciona que respecto a la figura humana, ha sido reconocido como uno de sus mejores intérpretes, calificándose sus desnudos femeninos como una oda a la mujer, aspecto que el especialista profundiza al señalar que "el artista sabe, y esa es su misión trascendente, que tras las apariencias de las cosas, de las personas o de los hechos más dejados de lado, hay una sustancia metafórica, y sirviéndose de ella el artista ha recibido de Dios la misión de continuar la creación.
Una creación proveniente de la creación primera, pero que nos lleva una verdad nueva: la verdad del arte". Igualmente, sobre algunos aspectos de su vida y obra, José Blanco expresó que "fue sobre todo un maestro, en el sentido más clásico del término.
No sólo maestro de los que quisieron aprender arte con él o seguir las huellas de su prodigiosa capacidad, sino antes que nada de los que fueron estudiantes de uno de los tantos establecimientos donde enseñó dibujo". Así también, el crítico de arte Jorge Letelier ha manifestado que su pintura "es tal como uno la llamaría serena y mansa, porque es robusta, sencilla y clara; porque es la lealtad misma, sensible y nunca sensiblera; devota cuando es retrato de su madre; varonil y jamás claudicante o temerosa de ser ella misma.
Sus cuadros abundan en cálidos ocres y rojos tostados, sobre terrenos que resecó el sol y arrugó la erosión; de azules y rosas en los espejuelos del agua asoleada, de negros en los lanchones construidos con pellín maulino y de verdes profundos en los reflejos misteriosos.
Tal es esta obra cuando uno la mira sin detenerse, miope, en posibles defectillos, y cuando uno no exige, absurdo, que deje de ser lo que es, vistiéndose con los ropajes de la moda del día, sin considerar que no hay en ella más importación que la sangre vivificada por el sol romano que trajo Caracci, los consejos de Lira y de Sotomayor y el respeto que dedicó Autorretrato pintado en 1954. Óleo sobre madera que se exhibe en el Museo Nacional de Bellas Artes, Santiago. El Labrador, óleo sobre tela, 1909. Museo Nacional de Bellas Artes, Santiago. Casa vieja en Constitución. Óleo sobre tela. Colección Pinacoteca Universidad de Concepción.. José Caracci Vignatti: pintor del Maule y maestro de la pintura nacional Croquis de desnudo femenino, 1954, Pastel 25x30 cm. Museo Nacional de Bellas Artes, Santiago. Paisaje costero de la Playa Los Gringos de Constitución. Al fondo se observa la Piedra de la Iglesia, enorme roca abovedada de aproximadamente 50 metros de altura. Óleo sobre tela de 68x94 cm. Paisaje del Maule. Óleo sobre tela. 72x93 centímetros. Museo Municipal de Bellas Artes de Valparaíso Puente Banco de Arena de Constitución.
Óleo sobre tela que se encuentra en el Museo Nacional de Bellas Artes. siempre a ese leal y valerosos paisajista que fue Valenzuela Llanos". De carácter tranquilo, afable y generoso, no acostumbraba participar de la vida bohemia de los artistas de su época, ni tampoco le gustaba comercializar sus obras.
Quizás por eso se dedicó principalmente a la enseñanza, viviendo -y manteniendo a su familiade lo que ganaba como profesor de dibujo y pintura en establecimientos escolares, universitarios y en forma privada, rol que desempeñó por más de 65 años.
Connotado docente y expositor Entre sus numerosos méritos académicos destacan la obtención del título de Profesor de Dibujo el 20 de diciembre de 1913, y que mediante Decreto 1.160 del año 1912 lo llevó a ejercer docencia en el Internado Barros Arana.
Igualmente, en 1913 fue Profesor de Dibujo del Liceo de Hombres de San Bernardo, y en 1915 del Liceo José Victorino Lastarria, desempeñándose en la misma asignatura en la Escuela de Bellas Artes en 1928 y como Profesor de Dibujo Técnico del Instituto Pedagógico en 1935.
Asimismo, obtuvo numerosos premios y distinciones, tales como el Primer Premio Pintura en 1904; Segundo Premio Dibujo 1905; Primer Premio Pintura 1906; Primer Premio Pintura 1907; Primer Premio Pintura y Composición, Escuela de Bellas Artes, 1908; Primer Premio Pintura y Composición 1909; y Segundo Premio Pintura y Composición 1910, destacando el Premio de Honor en la Exposición Centenario de Talca en 1942. Participó en el Salón Oficial de los años 1928,1929, 1932,1934, 1935,1939 y 1941.
Y en exposiciones internacionales obtuvo -entre otros reconocimientosla Medalla de Plata Exposición Internacional de Quito, 1909; Medalla de Bronce, Exposición Internacional de Buenos Aires, 1910; Medalla de Bronce Exposición Iberoamericana de Sevilla, 1930, exhibiendo sus obras -entre otros escenariosen las exposiciones internacionales de San Francisco de California en 1915 y en Los Ángeles -Californiaen 1925. En ese contexto, en 1940 obtuvo Medalla de Bronce en la Exposición Cien Años de Pintura Chilena, inaugurada en Buenos Aires. Conseguida su nacionalidad chilena, en 1956 fue galardonado con el Premio Nacional de Arte. En 1970, a la edad de 83 años, viajó a Italia, donde montó una exposición con una selección de sus obras en la ciudad de Milán, siendo reconocido como el Príncipe de la Pintura. Tras una multifacética y fructífera existencia falleció en Santiago el 11 de diciembre de 1979.
Finalmente, en abril de 2017 un grupo de siete artistas ítalo-chilenos rindió un emotivo homenaje, en dependencias del Instituto Italiano de Cultura en Santiago, a ese inmigrante italiano que llegó a ser uno de los grandes maestros del arte chileno del siglo XX, y tercer ganador del Premio Nacional de Arte en pintura, distinción que titularon: Homenaje a José Caracci: de Italia al Premio Nacional de Arte..