Frente al cambio, la colaboración
Frente al cambio, la colaboración Ricardo Guerrero Muchas son las señales y acontecimientos sociales, económicos, ambientales, climáticos, etc. que nos permiten deducir que el mundo está atravesando una época de transición, en donde sabemos que las cosas están cambiando, pero desconocemos hacia dónde irán. En el ámbito de las industrias productivas, se imponen la sostenibilidad económica, social y ambiental, las tecnologías limpias, las energías renovables y no contaminantes, la carbono neutralidad, valor social, entre otros conceptos.
Así los nuevos proyectos mineros e industriales incorporan uso de agua de mar desalinizada, reutilización de aguas, vehículos eléctricos y máquinas de bajo consumo de energía, junto con aplicar políticas de vinculación con las comunidades tales como privilegiar el trabajo local incluyendo la capacitación de la población local en caso de que no tenga las competencias necesarias, obras viales útiles para todos y no solo para sus propias faenas, además de múltiples medidas específicas para cada proyecto, comprendidas en el amplio concepto del relacionamiento comunitario. Los emprendimientos agrícolas incorporan riego tecnificado, menores consumos de agroquímicos, automatización. La pesca innova dando uso productivo a sus descartes y desechos, usando redes más livianas y menos dañinas para los fondos marinos y la fauna silvestre. Y así suma y sigue. La región de Coquimbo encara estos mismos desafíos al tiempo que se enfrenta a la necesidad de diversificar su matriz productiva.
En efecto, necesitamos seguir siendo buenos mineros, agricultores o pescadores, mientras al mismo tiempo potenciamos otras actividades que den oportunidades a nuestros jóvenes para desarrollar sus talentos y gustos, de modo que no se vean obligados a emigrar, aprovechando las amplias oportunidades que brinda nuestro territorio.
Por sólo nombrar algunas: nuestro turismo aún cuenta con infinitos atractivos sin explotar; la proporción de residuos sólidos que se logra reciclar es mínima; los sitios adecuados para producción de energía mediante sol o viento están por toda nuestra geografía; nuestros cielos ofrecen oportunidades únicas para la astronomía; abundan los artistas, gestores culturales, diseñadores, arquitectos, pero nuestra economía creativa sigue en pañales. Para esto debemos trabajar con visiones compartidas entre los sectores público y privado, con agendas gubernamentales nacionales, regionales y locales alineadas, incentivos, marcos normativos claros, agilidad en las decisiones. Aquí es donde debemos preguntarnos si tenemos la voluntad necesaria para avanzar en el camino del desarrollo o si quedaremos detenidos en el camino.
Por ejemplo, si elegimos quedarnos sentados escuchando discursos falsos pero muy populares que ponen al desarrollo económico como un enemigo de la equidad, el bienestar social o el medio ambiente, u otros que caracterizan a la sociedad como una lucha entre grupos de interés, en donde hay malos que abusan de otros y en la cual la cooperación resulta inimaginable. Esta tarea es de todos. No olvidemos que si la carga es pesada, será más liviana mientras más ayudemos a llevarla. Gerente de la Corporación Industrial para el Desarrollo Regional de Coquimbo..