La tensión constituyente- destituyente que se instaló EN LA OPOSICIÓN A PIÑERA
La tensión constituyentedestituyente que se instaló EN LA OPOSICIÓN A PIÑERA Ovación a la "primera línea" en el ex Congreso Nacional El viernes 24 de enero de 2020, en el ex Congreso Nacional se desarrollaba el Foro Internacional de Derechos Humanos "Aquí y Ahora", organizado por el entonces senador Alejandro Navarro y el Foro Latinoamericano de DD.HH. Era el segundo día de ponencias y en las distintas salas ya habían tomado la palabra, entre otros, Marco Enríquez-Ominami, Alejandro Guillier, Daniel Jadue y Faride Zerán, además de invitados extranjeros.
Al comenzar un panel de expositores, el moderador Fabián Luengo saludó a "todos y todas quienes resisten frente a la represión de los agentes del Estado, representados en esa `primera línea'". El público respondió a la alocución del actual fiscal de Conaf con aplausos. Más tarde, cuando el abogado Francisco Ugás comenzaba su ponencia, Luengo lo detuvo abruptamente: "Nos han pedido detener el foro. Vamos a recibir a representantes de la `primera línea'", anunció. Con ese nombre eran conocidos quienes se situaban al frente en las protestas y se enfrentaban con carabineros. Jorge Selume, en su libro "Tiempos mejores", sostiene que "el grueso eran barristas de Colo Colo y la U. Allí convergían, también, delincuentes comunes y soldados del narco (... )". La reacción de la audiencia, animada por el moderador, pasó de los aplausos a la ovación ante los encapuchados. Uno de ellos llevaba un discurso escrito. Otros iban con polera negra. Todos cubrían su rostro. "Por favor, recibámoslos de pie, con un aplauso a nuestros héroes", indicó Luengo. "Que se hagan presentes acá adelante. Escuchemos qué nos tienen que decir". El joven que dirigía a los encapuchados tomó el micrófono: "Hola a todos, todas y todes". Suspiró. El público lo animó con nuevos aplausos. "¿Por qué nos tachaste de delincuentes, Sebastián Piñera?", comenzó diciendo el orador. Su discurso duró aproximadamente siete minutos.
Habló de "opresión del pueblo", de una élite "que vive a costa de la explotación" de los demás; calificó al presidente como "tirano" y advirtió que "la `primera línea' seguirá en las calles", lo que provocó más aplausos y gritos. Concluida la lectura, siguió un momento de abrazos, arengas y palmadas en la espalda en señal de felicitaciones.
Jonatan Díaz, secretario ejecutivo del Foro Latinoamericano de Derechos Humanos y actual jefe de gabinete del ministro de Agricultura, cerró la intervención pidiendo un "fuerte aplauso a nuestros héroes, los que están en la calle". Desde el entonces oficialismo y parte de la centroizquierda condenaron lo ocurrido. No ocurrió lo mismo con toda la clase política.
Por su parte, Díaz defendió en una nota de TVN que los encapuchados "lo hicieron con respeto". Descartó que su ingreso haya estado planificado y sostuvo que "aquellos que están criticando esta intervención debieran preocuparse más de otras cosas (... ) y de entender que es importante, de una vez por todas, escuchar a todos". n Con gritos y aplausos fueron recibidos los encapuchados en el Congreso, sede Santiago. La Moneda, en riesgo de caer ante la violencia Durante el estallido, por primera vez desde el retorno a la democracia, la sede del Poder Ejecutivo enfrentó serios riesgos materiales debido a las protestas. Los grafitis dejados por las manifestaciones en los alrededores del Palacio y del Barrio Cívico daban cuenta del clima de intensa tensión. Un artículo académico publicado en 2021 por las antropólogas M. Natalie Martin y Jimena Tapia documentó las "intervenciones" en ese sector, donde aparecían frases como "fuego a La Moneda" y provocaciones dirigidas a los policías que la resguardaban, instándolos a abandonar su labor. Eran tres anillos de seguridad los que resguardaban el edificio presidencial con guardias de Palacio, fuerzas especiales, vehículos, caballería y personal territorial o de apoyo. Sin embargo, debido a la violencia de las manifestaciones, en varias oportunidades se lograron traspasar los dos anillos exteriores y el primero, el más crítico, por momentos también fue tensionado. El 25 de octubre de 2019 es recordado por la llamada "marcha del millón", de la cual no solo se destacó su masividad, sino también el carácter mayoritariamente pacífico. Sin embargo, esa noche hubo serios enfrentamientos en varios puntos de la Alameda, incluyendo el sector aledaño a La Moneda. La policía fue atacada por una turba y se tuvo que reforzar la presencia de carabineros en el lugar. Los registros del Ministerio del Interior muestran que aquella jornada hubo 33 eventos graves en el país.
Otro día de alta tensión fue el 28 de octubre, cuando en medio de violentas protestas, un incendio destruyó un hotel, locales comerciales y una consulta médica en la esquina de Alameda con Santa Rosa, a solo cuatro cuadras de Palacio. Para el general (r) Jorge Ávila, ese día fue extremadamente violento.
En una declaración a la Contraloría, señaló que las fuerzas policiales emplearon carros lanzaagua, carabinas lanzagases y escopetas antidisturbios, entre otros elementos, para impedir la llegada a La Moneda "con claras intenciones de dañarla o cometer un incendio". También el 12 de noviembre, una de las jornadas más violentas del período, con 189 eventos graves registrados, puso en riesgo la seguridad de Palacio.
En entrevista al programa "Indultados" de Canal Vive, la exsubsecretaria de Prevención del Delito Katherine Martorell afirmó que tras el Acuerdo por la Paz, "siguieron viernes muy duros", y recordó una noche de marzo, justo antes del inicio de la pandemia, en que casi se tomaron La Moneda.
Los violentistas atravesaron los anillos de seguridad hasta llegar al Palacio, y para protegerlo, contó, se utilizaron los caballos apostados en la Intendencia y el Edificio Bicentenario: "Era lo único que quedaba". Hace un año, en entrevista a "El Mercurio", el expresidente Sebastián Piñera reconoció que existió un peligro real de que la casa de Gobierno cayera. Para impedirlo, "se contempló la opción de llamar a los comandos de las Fuerzas Armadas", sostuvo. n El 12 de noviembre manifestantes consiguieron llegar a solo metros de Palacio. JUAN EDUARDO LÓPEZ Afirmaron que "por la vía de los hechos" se había abierto un proceso constituyente y abogaron por una asamblea. Sin embargo, sectores de izquierda, entre ellos parte del Frente Amplio y el Partido Comunista, se restaron del Acuerdo por la paz que posibilitó abrir la discusión en torno a una nueva Carta Fundamental.
CRISTÓBAL VALENZUELA y NADIA CABELLO JONATHAN MANCILLA La tensión constituyentedestituyente que se instaló EN LA OPOSICIÓN A PIÑERA MOMENTOS CLAVE DE LA CRISIS SOCIAL E INSTITUCIONAL DE 2019: nueva Constitución, la madrugada del 15 de noviembre, que suscribieron los partidos de Chile Vamos y parte de la oposición. En ese acuerdo no están las firmas de los partidos Comunista, Ecologista Verde, Igualdad, Progresista, FRVS, Humanista ni de Convergencia Social.
Firma, eso sí, Gabriel Boric, militante de este último, pero a título personal. "Es inexplicable que no haya firmado (el PC) porque todo lo que está en la carta que Con el país sumido en la crisis social y política, y con la demanda por una nueva Constitución instalada --por sectores de izquierda--, el gobierno de Sebastián Piñera se había abierto a la posibilidad de convocar a un congreso constituyente para que redactara una propuesta de Carta Fundamental. Aunque el diálogo oficialismo-oposición era un constante tira y afloja, al menos sectores de centroizquierda concurrían a las conversaciones con el Ejecutivo. Por eso sorprendió la declaración pública que el 12 de noviembre emitieron 14 partidos políticos de oposición --no todos con representación parlamentaria--, donde abogaban por una asamblea constituyente. No era todo.
En el texto --firmado por Revolución Democrática, Convergencia Social, Comunes (hoy Frente Amplio), el Partido Comunista, Partido Socialista, PPD, Democracia Cristiana, los partidos Ecologista Verde, Radical, Igualdad, Progresista, Liberal, Humanista y la Federación Regionalista Verde Social-sostenían que "la ciudadanía movilizada en todo Chile ha corrido el cerco de lo posible y ha realizado una interpelación a todas las fuerzas políticas del país.
La necesidad de una nueva Constitución --emanada por la propia ciudadanía-que permita establecer un nuevo modelo político, económico y social, es una pretensión fundamental que debe encontrar la vía para ser legitimada". A continuación, añadían: "Las y los ciudadanos movilizados en todo el territorio nacional han establecido, por la vía de los hechos, un `proceso constituyente'". ¿Cuáles eran los hechos de ese día? Se registraron incendios y saqueos a lo largo del país y ataques a edificios gubernamentales, como la Intendencia de Antofagasta y la Gobernación de Concepción. Una turba de 100 personas atacó e ingresó a las instalaciones de la Escuela de Ingenieros Militares del Ejército en Tejas Verdes, San Antonio, donde quemaron un camión, agredieron al personal y robaron especies. También se registraron incidentes a la entrada del Regimiento de Infantería N 23 de Copiapó.
Para ese día, 129 organizaciones gremiales, sindicales y sociales, agrupadas en la Mesa de Unidad Social (MUS), habían convocado a un "paro general". El balance al cierre de la jornada fue de 189 eventos graves de orden público registrados por Carabineros, la cifra más alta, sin contar la primera semana de movilizaciones.
El exministro del Interior Gonzalo Blumel reflexiona en su libro "La vuelta larga" que ese día "estábamos al borde del precipicio". DISTINTAS TESIS Quienes conocieron de la redacción de esa declaración, cuentan que la idea de plantear conjuntamente la asamblea constituyente se venía conversando al menos desde la semana anterior, aunque no habían llegado a una definición porque la DC estaba dubitativa. Eso se despejó el lunes 11, cuando el consejo nacional democratacristiano respaldó la asamblea. Los primeros llamados para redactar la declaración fueron entre el secretario nacional de la DC, David Morales, y el secretario general del PS, Andrés Santander. Luego se contactaron con las directivas de las otras tiendas. El documento se escribió de manera colaborativa, en Google Drive, principalmente por las directivas de RD y PS, sobre la base de un borrador que ya habían estado adelantando algunos socialistas y frenteamplistas. La idea, reconocen hoy autores del documento, era presionar al gobierno. "Fue difícil poner a todos de acuerdo en la redacción", reconoce una participante de las tratativas. Es que una clave para entender esos días, señala, es que la oposición estaba por distintas vías.
Y lo plantea también el entonces presidente de la DC, Fuad Chahin: "Recordemos que el Partido Comunista estaba en la lógica de `no acuerdos' y de aumentar la presión para que Piñera renunciara". Y añade: "Ellos estaban en la tesis más bien destituyente". De hecho, al inicio de la crisis, el 19 de octubre, el presidente del PC, Guillermo Teillier, había planteado: "Si él (Sebastián Piñera) está renunciando a gobernar, porque gobernar significa acoger las demandas de la ciudadanía, que para eso lo eligieron Presidente, y se escuda tras los militares, si no tiene capacidad de gobernar, lo mejor sería que renunciara y llamara a nuevas elecciones ahora (... )". ACUERDO POR LA PAZ... PERO CON AUSENCIAS Enfrentado a uno de los días más violentos, Piñera evaluó la noche del 12 de noviembre decretar un nuevo estado de excepción.
Sin embargo, sorprendió cuando hizo un llamado ante los medios de comunicación, "a todos los chilenos y chilenas a unir nuestras voluntades, a unir nuestros corazones, para lograr un acuerdo por la paz, por la justicia y por una nueva Constitución para Chile". Acogiendo el llamado, al día siguiente, representantes de partidos políticos se reunieron en el Congreso en Valparaíso. Allí estuvieron representantes del Frente Amplio y el PC, aunque insistían en que en la mesa de negociación para conseguir un acuerdo debía estar la Mesa de Unidad Social.
Esa fue una de las razones que dieron algunos de los que, al día siguiente, se restaron de las conversaciones que dieron lugar, finalmente, al Acuerdo por la paz social y la habían suscrito el día martes, estaba en el Acuerdo por la paz.
Creo que no lo firmaron pensando que eso nunca iba a ocurrir, digamos, para poder justificar de alguna manera su vía de la insurrección y tratar de poner presión para la renuncia, que era lo que ellos querían. No querían un proceso constituyente con Piñera", afirma Chahin. En Convergencia Social, en tanto, no gustó que Boric firmara y el mismo día 15 un grupo de militantes de CS, liderado por Jorge Sharp, renunciaron a la tienda.
Nada de lo anterior obstó para que sectores de los partidos que se restaron del Acuerdo por la paz tuvieran candidatos y eligieran constituyentes en la Convención Constitucional, posibilitada por el procedimiento establecido en dicho entendimiento.
De hecho, varios de ellos tuvieron un rol importante en la redacción del texto, el que terminó siendo rechazado por la ciudadanía en 2022. n El 13 de noviembre, en las reuniones transversales para conseguir un acuerdo, el PC estuvo representado por las diputadas Camila Vallejo y Carmen Hertz. CRISTIÁN SOTO Q. Del Acuerdo por la paz social y la nueva Constitución se restaron el PC, parte del Frente Amplio y otros partidos de izquierda..