Autor: FELIPE LARRAÍN BASCUÑÁN Director Clapes UC Profesor titular Economía UC Exministro de Hacienda
Posplebiscito: la economía y las políticas públicas
”... a juzgar por la reacción de los mercados, todavía hay una dosis apreciable de nerviosismo que no se despejará mientras no esté claro el itinerario constitucional y mientras se mantengan las reformas en su actual estado... ”. Terminamos una semana noticiosa como pocas.
En lo político, vivimos una de las elecciones más importantes en décadas, seguida por cambio de gabinete, En lo económico, conocimos la altísima inflación de agosto y las proyecciones del IPo M del Banco Central para el período 20222024, que muestran un fuerte ajuste. En verdad, la economía chilena enfrenta un aterrizaje muy brusco. El crecimiento económico continúa desacelerándose y es muy probable que estemos ya en recesión, luego de un primer semestre de estancamiento. Este escenario lo anticipamos desde Clapes UC a partir de nuestra estimación de dad de recesión para Chile, que hace meses muestra un fuerte aumento. Las proyecciones del Banco Central son desfavorables. Muestran una economía en franca estanflación, es decir, un poco amigable cóctel de estancamiento con alta inflación. Cualquier discusión respecto de si existe o no esta desfavorable combinación resulta ya bizantina. En agosto, la inflación superó el 14% en 12 meses y esla mayor en tres décadas. La inversión caerá este año y el próximo.
El consumo crecerá poco y nada en 2022 y caerá fuerte en 2023. ¿Por qué hemos tenido un aterrizaje tan brusco? Hay varias razones Sin duda, necesitamos ajustarnos después de un período de expansión insostenible como el registrado en 2021.
Tampo co nos ayuda la situación externa: políti cas monetarias más restrictivas en el mundo para enfrentar la fuerte alza de los precios, los efectos de lainvasión de Rusia a Ucrania que todavía nos penan y la pérdida de dinamismo de China, entre otros factores, están reduciendo el impulso externo. Sin embargo, es la situación interna la que más está influyendo.
El elevado nivel de incertidumbre interna se deriva de la discusión constitucional y del debate en torno a las reformas que está impulsando el Gobierno, entre las que destacan el pro yecto tributario, los cambios en materia laboral y la futura reforma de pensiones La incertidumbre económica paraliza, por lo que este escenario se traduce en una caída de la inversión, el crecimiento y la creación de empleo.
El rotundo triunfo del Rechazo en el plebiscito contribuye a reducir la incertidumbre y aumenta la probabilidad de tener una propuesta constitucional prodesarrollo y proinstitucionalidad, y que no ponga en riesgo las posibilidades de desarrollo de muestro país, como sí lo hacía la propuesta que se rechazó.
Pero, a juzgar por la reacción de los mercados, todavía hay una dosis apreciable de nerviosismo que no se despejará mientras no esté claro el itinerario constitucional y mientras se mantengan las reformas en su actual estado. Por eso, no basta con reducir la incertidumbre, hay que reducirla bien. Es crucial impulsar medidas que permitan recuperarel dinamismo económico y no retroceder, sino seguir avanzando en el camino de las políticas públicas exitosas. Al mismo tiempo, se espera ver una moderación de la agenda de reformas estructurales del Gobierno. En particular, la reforma tributaria, tal como está, deteriora los incentivos y castiga especialmente el ahorro y la inversión. Así, es un freno más que un estímulo al crecimiento y el emprendimiento. Despejar la incertidumbre y quedarse con una mala política no va a ayudar. Tampoco resuelve las cosas aplicar gradualidad en un proyecto defectuoso. El Rechazo no solo es una oportunidad para hacer una buena Constitución, sino también para mejorar las políticas públicas.