Autor: ROBERTO CAREAGA C.
Han Kang, la primera coreana en ganar el Nobel de Literatura
Han Kang, la primera coreana en ganar el Nobel de Literatura OPINIONES“Me parece una gran noticia el premio a Han Kang. Es reconocer, de alguna manera, la tremenda importancia que tiene hoy en día la cultura coreana (en el cine, la literatura, la música pop) y, sobre todo, el trabajo de sus autoras.
Han Kang ha venido construyendo, con los años, un universo desafiante en el cual el lenguaje se disecciona y examina para mostrar las posibilidades que tiene (o no tiene) de narrar la violencia (“Actos humanos”), la muerte de una hermana que solo alcanzó a vivir dos horas (“Blanco”, mi favorito) o lo que significa perder una lengua (y la voz) para encontrarse, tal vez, en otra (“La clase de griego”). Desde la brutalidad de la historia (“Actos humanos”) a la que se esconde en lo cotidiano (“La vegetariana”), la voz de Kang puede ser despiadada y feroz para luego conmovernos profundamente”. MARÍA JOSÉ NAVIAEscritora y académica UC. .........................................................“Han Kang explora en sus textos siempre una temática un poco más existencialista, critica las estructuras sociales coreanas y los traumas históricos, que también es un tema muy importante en la literatura, sobre todo asiática. No tiene una obra literaria fija; no podemos decir que es narrativa necesariamente o poesía, sino que esa mezcla es una de sus características importantes y por eso algunos han dicho que es vanguardista.
Explota los géneros literarios y conversa mucho con las vanguardias en general, europeas y latinoamericanas”. MÓNICA BARRIENTOSAcadémica de la Universidad Autónoma. .........................................................“Han Kang es una tremenda escritora surcoreana que ha ido ganando cada vez más espacio en occidente y que, definitivamente, encontró su lugar con La vegetariana, que para mí es una de las obras maestras de este siglo. Como suele suceder con la literatura asiática, sus textos trabajan mucho con los silencios y con lo no dicho. Son obras que se centran en lo íntimo de sus protagonistas, pero atravesados por una propuesta sumamente original”. MARCELO GONZÁLEZAcadémico Facultad de Letras UC. .........................................................“Son gritos, alaridos apretujada carne. Todas esas vidas se han comido demasia(en el pecho). Es la carne. He dos, que se han atascado allí encallado en ese sitio. No me cabe la menor duda.
La sangre y la carne fueron digeridas y diseminadas por todos los rincones del cuerpo y los residuos fueron excretados, pero las vidas se obstinan en obstruirme el plexo solar”, piensa Yeonghye, una mujer coreana aparentemente común y corriente que un día, tras una pesadilla, deja de comer cualquier tipo de carne. Lleva tan lejos su decisión que su familia se enfurece, su esposo la abandona y ella cae en un estado de alteración hasta terminar en un hospital psiquiátrico. Es la trama general de “La vegetariana”, la novela que le significó el reconocimiento internacional a la escritora surcoreana Han Kang y que le allanó el camino para obtener el Premio Nobel de Literatura.
Nacida en 1970 en la ciudad de Gwangju, poeta y narradora, Kang estaba hasta ayer en una ruta de consagración: mientras su nombre venía corriendo de boca en boca de traductores y lectores en la última década, en 2016 ganó el premio británico Booker Internacional por “La vegetariana” y el año pasado reci-bió el galardón francés Medicis para obras extranjeras por “No digas adiós” (aún inédita en español). Y aunque no figuraba entre los supuestos favoritos para llevarse el Nobel, ayer los suecos hicieron gala de su estilo sorpresivo y la premiaron por “su intensa prosa poética, que confronta los traumas históricos y expone la fragilidad de la vida humana”. “La obra de Han Kang se caracteriza por esta doble exposición del dolor, una correspondencia entre el tormento mental y el tormento físico, en estrecha relación con el pensamiento oriental”, añadió en su fallo la Academia Sueca, que se contactó con la autora, residente en Seúl, en un día especialmente calmo, el que había ocupado para leer y caminar: “Estoy sorprendida y honrada. Después de esta llamada me gustaría tomarme un té con mi hijo. Lo celebraré de manera tranquila”, dijo la escritora de 53 años que se convirtió en la primera surcoreana en recibir el premio. Antes de ella, 17 mujeres habían ganado el Nobel desde su creación en 1901.
Autora de catorce libros desde 1995, entre novelas, cuentos, ensayos y volúmenes de poesía, en español se encuentran cuatro títulos de Kang en que aparece un estiloEFEllano y directo, pero que entre silencios se carga de significados: además de “La vegetariana”, el año pasado Literatura Random House publicó “La clase de griego”, la historia de una mujer que pese a haber perdido la voz, toma clases de griego antiguo con un profesor destinado a quedarse ciego.
En 2020 la editorial española Rata lanzó “Blanco”, un relato autobiográfico en el que siguiendo una serie de cosas blancas (el color de luto en la cultura oriental) la autora explora la pérdida de su hermana. El mismo sello publicó en 2018 “Actos humanos”, recreación de una masacre en su país bajo la dictadura del militar Chun Doo-hwan, en 1980. PREGUNTAS QUE ARDEN“El lenguaje es para mí un medio único e importante, pero al mismo tiempo es lo que me hace sufrir. Porque es un medio imposible, se resbala fácilmente. Yo me aferro fuertemente al lenguaje, pero al mismo tiempo me cansa hacerlo”, decía el año pasado Kang, que creció en una familia con dos escritores, su padre y su hermano. Empezó publicando poesía para luego moverse a los cuentos. Con un paso por la Uni-versidad de Iowa en 1998, fue parte de una generación que modernizó la literatura coreana al desligarse de una narrativa fuertemente política y marcada por la dictadura.
“Kang pertenece a la generación que recibe los beneficios del súper desarrollo económico de Corea y tiene un perfil mucho más internacional, lejana al realismo socialista más tradicional de la literatura coreana que aún imperaba en los 90”, cuenta Miguel Balaguer, editor del sello argentino Bajo la Luna, que publicó por primera vez a Kang en español en 2012. “Al leer La vegetariana me deslumbró su temática íntima y personal. No es pedagógica en su visión de la mujer, aunque tiene lecturas feministas.
En ella se ve un salto generacional, un salto de problemática en esa literatura y otros vínculos: con el arte, con la postura de las mujeres”. Llevada al cine en 2009 por Lim WooSeong, en “La vegetariana” Kang explora el patriarcado coreano, pero también una postura vegetariana llevada al extremo: el deseo de la protagonista hacia el final es fundirse con la naturaleza. “Esta novela refleja temas de protección del planeta y cómo el sistema patriarcal no solo afecta a las mujeres sino que contribuye a la de-gradación de la humanidad y la naturaleza. La obra también juega con elementos fantásticos y monstruosos”, sostiene la académica de la Universidad Autónoma Mónica Barrientos.
Traducida a más de treinta idiomas, Kang ha seguido abordando hitos de su país: en la novela “No digas adiós” explora desde el punto de vista de tres mujeres la represión a un alzamiento popular en la isla de Jeju en 1948. Los vivos y los muertos se dan cita en este relato que, según la escritora sueca y miembro del comité del Nobel, Ellen Mattson, da cuenta del estilo de Kang. “La suya es una obra muy rica y compleja que abarca muchos géneros. Su prosa es muy intensa y lírica, tan tierna como brutal y, a veces, ligeramente surrealista”, afirma Mattson.
En una entrevista concedida a la periodista chilena Vivian Lavín, en 2022 en el marco de la Feria del Libro de Bogotá, Kang aseguró que su deseo literario se basa en la posibilidad de indagar en interrogantes: “No busco respuestas, simplemente lo que quiero es hacer preguntas. Hacer esas preguntas que arden y que congelan.
Lo que quiero es permanecer en esas preguntas, reflexionar sobre ellas”, dijo.. Reconocida internacionalmente por la novela “La vegetariana”, la escritora surcoreana de 53 años fue premiada por la Academia Sueca por confrontar los “traumas históricos y exponer la fragilidad humana”. su hijo, así dijo que celebraría la escritora Han Kang.