Autor: Osvaldo Artaza Doctor y ex Ministro de Salud, Decano Facultad Ciencias de la Salud ULA
Un deseo para el sectorsalud
Señor Director: Estas fechas son propicias para hacer buenos propósitos. La lista de espera de buenos deseos en salud es enorme, asícomo las necesidades y expectativas de las personas aún no debidamente resueltas en el nivel del bienestar físico, emocional y vincular.
Para muestra un botón: están a la espera, pornombrarsolo algunos aspectos, reformas que promuevan la eficiencia y la productividad en el sector hospitalario para desempeñoen número de cirugías y consultas de especialidad; medidas pérdidas millonarias de recursos, evitando un mal uso de licencias médicas; y nuevas capacidades institucionales para definir qué nuevas tecnologías sanitarias se introducen al sistema de salud, así como para mejor regulación atodos los actores que participan en el aseguramiento y prestación de servicios, a objeto de lograr máxima equidad y eficiencia. Como se ve, los temas no son pocos ni simples y la dificultad radica más en los ámbitos políticos que en aspectos técnicos. Para avanzar, Salud necesita de altas capacidades para lograracuerdos. Ello requiere de disposición a negociar y a ceder pensando en el máximo bien común posible. Desafortunadamente, lo anterior ha escaseado en las últimas décadas. No en vano han pasado 20 años ya desde la última gran reforma a la salud, ampliamente conocida como Plan AUGE, y las reformas posteriores han sido claramente insuficientes.
Haciéndonos cargo de lo anterior y reconociendo que todos los sectores políticos declaran que la Atención Primaria a la Salud (APS) es un ámbito esencial de mejorar, podríamos entonces atrevernos a pedir un deseo para este 2025: que todas las candidaturas, que pronto aparecerán, tanto a parlamentarios como a la presidencial, se comprometieran a hacer de la APS universal una política de Estado.
Qué fantástico sería que al menos en ese punto todos los sectores señalaran para quetodos pudieran acceder a las APS sin importar su previsión, existiendo el financiamiento, los equipos humanos y las tecnologías aseguradas, para que la mayor parte de los problemas de salud se puedan anticipar y resolver donde la personas viven y se desenvuelven sin requerir de hospitales niespecialistas. Será posible? Por el bien de los que aún esperan, no perdamos la esperanza.