Autor: DÁMASO GARCÍA DE LA MAZA
Contaminación lumínica y turismo
Señor Director: Escribo como director de un observatorio astronómico turístico ubicado a solo 25 kilómetros de Santiago y donde he tenido el lujo de recibir a miles de turistas que vienen a Chile, "entre otras cosas”, a sorprenderse con sus cielos únicos en el planeta.
El tema de las luces excesivas pasa por una ignorancia enorme entre iluminar bien por seguridad y en exceso pensando que supuestamente servirá... asunto que si se pensara, por ejemplo, en que las luces se enciendan solo ante la llegada de personas y no de forma permanente, sería mucho más eficiente y disuasivo. Por otra parte, se llenaron las ciudades de luces blancas, apagando mucha vida silvestre y de pasada los mejores cielos del mundo.
Si los gobiernos se toman esto seriamente, valorando el patrimonio impresionante de estrellas que tiene Chile, no solo en el norte para los temas científicos, sino que a través de todo Chile, podremos preservar algo tan fabuloso como un cielo con estrellas, y además lo podremos usar como una cultura exclusiva que seguirá atrayendo los mejores observatorios científicos, sumado a millones de personas que podrán venir a Chile a conocer las estrellas invisibles desde sus ciudades contaminadas, que sin querer o por no pensarlo terminaron apagando las estrellas que de alguna forma nos unen a todos y marcan nuestros tiempos en la historia ancestral y actual.