COLUMNAS DE OPINIÓN: NUEVO GARROTE Y POCAS NUECES
COLUMNAS DE OPINIÓN: NUEVO GARROTE Y POCAS NUECES POSTEOS NUEVO GARROTE Y POCAS NUECES Por Colette Capriles Universidad Simón Bolívar/Academia de Ciencias Políticas y Sociales. a clave para entender el despliegue militar estadounidense en el Caribe está en mirar la lógica de las relaciones exteriores de la administración Trump. Toda iniciativa exterior está al servicio de la política doméstica -por no decir palaciega y, tal como reza su + lasón, para el engrandecimiento de América. Esto se traduce en justificar cada pieza de ese proyecto en términos de seguridad nacional con pilares relevantes para el caso de Venezuela: inmigración y narcotráfico.
La defensa de la democracia y del liberalismo no figuran en esa agenda y, como han dicho voceros, "no estamos en el negocio de cambiar regímenes". Pero el poderoso secretario de Estado, Marco Rubio, tiene promesas sin cumplir a su base electoral republicana y latina: contribuir al cese de los regímenes de Cuba, Nicaragua, Venezuela.
Esta "máxima presión" viene reformulada en el lenguaje de la seguridad hemisférica y la lucha contra el narcotráfico, por lo que se configura a Maduro como jefe ya sea del Tren de Aragua o del Cartel de los Soles, aunque -según el reciente informe de la DEA el primero se ocupa de tráfico de personas en pequeña escala y el segundo no es mencionado.
El despliegue militar está sobre todo dirigido a exhibir fuerza y supremacía, mientras -por otra parte se sigue cumpliendo el acuerdo entre ambos gobiernos para la deportación de venezolanos en vuelos semanales, y la preservación de la licencia petrolera a Chevron. Para Trump se trata de "mantener a raya" a Maduro y preservar posibles ventajas petroleras y geopolíticas. La amenaza no es subestimada por Maduro, que trata de usarla para mantener la cohesión interna en medio de un repunte inflacionario que ocupa la agobiante cotidianidad de los venezolanos.
En los últimos días liberó a 13 presos políticos, mientras las fuerzas armadas anuncian el despliegue de 15 mil hombres para una operación conjunta con Colombia contra los grupos disidentes de las FARC que controlan el narcotráfico en la frontera. A pesar de los clásicos discursos antiimperialistas, se están enviando señales para que la situación no escale..