Una multitud venera La Tirana, fiesta patrimonio mundial de raíces católicas y andinas
Una multitud venera La Tirana, fiesta patrimonio mundial de raíces católicas y andinas Una multitud venera La Tirana, fiesta patrimonio mundial de raíces catolicas y andinas Agencia EFE 1 La Tirana, declarada Zona Típica en 1971, atrae cada año a una multitud de fieles, especialmente provenientes de las regiones de Anca, Antofagasta, Iquique y Calama, pero también de países limítrofes como Bolivia y Perú.
Frente Frente al Templo de Nuestra Nuestra Señora del Carmen, en el corazón de aldea de La Tirana, cerca de la frontera de Chile con Bolivia, se volvió a rendir rendir culto este martes a la patrona patrona del país, en una festividad de raigambre social y obrera, que honra la solidaridad y las tradiciones tradiciones ancestrales, herencia familiar del territorio indígena.
“La Tirana es una festividad que fomenta una fuerte cohesión cohesión social, especialmente entre los pobres, los marginados y el proletariado”, explicó a EFE el sociólogo y profesor titular de la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Arturo Prat de Iquique, Bernardo Guerrero.
“Tiene una gran importancia en Chile debido a su conexión con la historia social de la época del salitre”, señaló el experto, y apuntó que la fiesta se alimenta de las experiencias de las comunidades comunidades de trabajadores de las salitreras, convirtiéndose en una manifestación cultural profundamente profundamente arraigada en la historia historia de la clase obrera chilena.
FERVOR POPULAR incienso y las velas encendidas en los portales de las viviendas en honor a la Virgen del Carmen, invaden durante la festividad las calles del pueblo andino situado situado en el desierto más árido del mundo, en la región de Tarapacá.
La Virgen del Carmen, figura principal en la festividad, es considerada considerada por algunos como una adaptación de la Madre Tierra, formando un diálogo intercultural intercultural en el que se demuestra cómo la población local ha conseguido adaptarse a las tradiciones del extranjero, transformándolas según sus necesidades religiosas. religiosas.
“El catolicismo se impuso en América Latina con violencia, a través de la extirpación de idolatrías, idolatrías, pero la población indígena indígena resistió de alguna manera, encubriendo sus cultos a través de santos y vírgenes”, concluyó Guerrero.
Para miembros de la Iglesia como María Socorro Quintana, monja del Colegio María Inmaculada Inmaculada de Santiago, el pueblo chileno es un “pueblo mariano” y agradece a España haber traído traído “esa devoción tan linda a la virgen”. “Pueden ser practicantes, o pueden no ser practicantes, pero la virgen es sagrada”, añadió la asistente a la festividad.
SINCRETISMO PAGANO Las danzas tradicionales son otro de los elementos fundamentales fundamentales en la celebración, representadas por 20), grupos de baile federados, convestuario y música propios, entre los que se encuentran las Diabladas, las Morenadas, los Gitanos ylos Bailes Bailes Chinos, entre otros.
“Mi mujer bailó, y ahora también mi hija, por eso venimos venimos todos los años”, explicó a EFE un padre que acudió desde Iquique a la celebración, mientras mientras su esposa desataba las botas de bailarina a su hija, sentada en una pequeña banqueta a un lado de la calle, después de bailar para la virgen.
Distribuidos por las distintas distintas calles de La Tirana durante los bailes, los grupos de danza tienen sus propias particularidades, particularidades, como por ejemplo en el caso de los Bailes Chinos, que se diferencia del resto por ser Patrimonio Cultural y Material de la Humanidad reconocido por la UNESCO.
MUNDO ANDINO También participan en la festividad festividad bailarines independientes, independientes, como los diablos sueltos, uno de los bailes tradicionales más antiguos de las fiestas religiosas religiosas del norte de Chile, los cuales cuales aparecen circundando otros bailes y no están federados. en la festividad como diabla suelta suelta y antropóloga social, señaló que se trata de un baile que data por lo menos del siglo XIX: “Es una tradición antigua que tiene que ver con algunos personajes del mundo andino, que venían a desordenar las estructuras sociales”. Para Barros, participar como diabla suelta en la festividad de La Tirana es contribuir con la comunidad y reconectar con su historia familiar, además de preservar y transmitir el patrimonio patrimonio cultural de la región.
“Más allá del componente de la institucionalidad religiosa, yo creo que es esa sensación de comunidad y de que la virgen es una madre que nos acoge a todos, como son las madres latinoamericanas latinoamericanas también”, valoró la antropóloga.
La Tirana, declarada Zona Típica en 1971, atrae cada año a una multitud de fieles, especialmente especialmente provenientes de las regiones de Anca, Antofagasta, Iquique y Calama, pero también de países limítrofes como Bolivia Bolivia y Perú, que acuden a pagar las demandas hechas a la virgen durante el año. El olor a los puestos callejeros callejeros de comida local, junto con el Lenina Barrios, participante.