"Convivencia escolar no se trata de llevar la fiesta en paz y tener a todos los niños ordenaditos"
Paula Ascorra, doctora en Psicología y académica U.
Católica de Valparaíso " Una niña de 13 se suicida víctima de bullying y sus compañeros lo celebran: `Por fin muerta'". Este titular dio cuenta de un hecho que ha conmocionado a Francia en los últimos días: en la ciudad de Lille, una niña decidió quitarse la vida a causa de las burlas de sus compañeros. Pero no sólo aquello. Los menores sindicados como responsables del acoso, crearon cuentas falsas en redes sociales para emitir comentarios contra la niña muerta. Si estas líneas son demoledoras, los datos tampoco son tranquilizadores. Según un estudio realizado por la U. de La Frontera (UFRO), el número de denuncias ingresadas durante 2022 relacionadas al deterioro de la convivencia escolar aumentaron un 37% respecto al 2019.
En Chile, cerca 1.800 personas se suicidan al año, de las cuales 400 son adolescentes, según datos del Departamento de Estadísticas e Información de Salud (DEIS, 2017). Entre las principales causas están el bullying, los trastornos mentales, el consumo de drogas y la falta de apoyo social. Paula Ascorra es doctora en Psicología; directora de la Escuela de Psicología de la U. Católica de Valparaíso; investigadora principal de su Centro de Investigación para la Educación Inclusiva y una reconocida experta en temas de convivencia escolar.
Su primera aproximación al tema, eso sí, no fue en una sala de clases, si no a través de la psicología organizacional. "Me di cuenta que lo que hacían las organizaciones era gestionar los estados de ánimo, que la productividad pasaba por ponerte en una disposición anímica; por ejemplo, amenazarte con que si no cumples las metas de ventas te despiden o por promover tu autoestima y encontrar que todo lo haces bien", comenta. "No hay nada más difícil que cambiar tus prácticas" --¿ Cómo comenzó tu interés respecto a lo que sucedía en los colegios? --El constructo del clima escolar en el año 2000 se relacionaba a la vertiente más norteamericana vinculada a resultados medibles, básicamente asociados a la productividad que en la escuela se manifestaban en las notas. El clima estaba asociado a las notas, pero a mí me interesaba ir más allá de las calificaciones, porque los temas que me han apasionado siempre son los afectos y la persona.
Me interesó trabajar climas que sean promotores de un diálogo, de una concepción participativa y democrática, que nos aporten a una sociedad menos violenta, más justa y humana. --Según un reciente estudio de la UFRO se ha registrado un alza en las denuncias de violencia entre los mismos estudiantes. ¿Qué nos pasa? ¿ Ocurren más cosas que antes o ahora tenemos más canales para denunciar? --Me estás haciendo la pregunta que todos nos hacemos y no quiero darte una respuesta taxativa porque no la tengo. En la medida que adquieres mayor conciencia del problema también la sintomatología puede aumentar, porque te empiezas a dar cuenta de lo que te ha ocurrido, como ha sucedido con el movimiento feminista.
En la medida en que las mujeres se empezaron a dar cuenta que no solo había una diferencia en los contratos, si no que vieron las brechas en sus posibilidades de carrera profesional, es como si se hubiese abierto una caja de conciencia y ves que el fenómeno es mucho más grande en ti.
Eso te lleva a pasar por un proceso Paula Ascorra, doctora en Psicología: "Convivencia escolar no se trata de llevar la fiesta en paz y tener a todos los niños ordenaditos" La académica PUCV, y experta en educación inclusiva, dice que "Chile ha instalado en materia de convivencia al interior de los colegios un enfoque normativo, punitivo y judicializador". Por Mane Cárcamo "Convivencia escolar no se trata de llevar la fiesta en paz y tener a todos los niños ordenaditos". de encontrar un lugar adaptativo nuevo en el mundo y eso no es de un día para otro.
Porque finalmente estamos hablando de formas de vida y no hay nada más difícil que cambiar tus prácticas, es muy difícil. --Entonces existe una mayor percepción de estos fenómenos. --Hoy existe más conciencia en violencia y variables de género, hay una reflexión en el que hombres y mujeres van entendiendo de verdad que las prácticas deben cambiar. Por ejemplo, lo que pasó en el Colegio San Ignacio, el manosear a las niñitas está reportado en la literatura mundial. Se percibía como común "el manoseo", las chicas lo decían, se lo informaban a los profesores y los docentes no lo encontraban tan terrible.
Pero llegó un punto en donde eso ya no es aceptable. --El tema de la igualdad de género está más en la palestra, pero la violencia escolar pareciera estar desbordada. --Desde el tema del género hay una mayor conciencia y transformación social, porque hay un cambio a nivel de práctica, pero en el tema de violencia o de convivencia escolar no creo que haya pasado lo mismo, porque el cambio a nivel reflexivo no se ha dado.
Chile ha instalado en esta materia un enfoque normativo, punitivo y judicializador. ¿De que están preocupados los alumnos? De que no los anoten. ¿De qué están preocupadas las escuelas? De que no haya una denuncia a la superintendencia, pero en realidad no nos estamos preguntado cómo queremos convivir con el otro.
Lo que se busca es que no me pasen la multa, que no me echen de la sala, que no me expulsen, que no me aleguen los apoderados, pero no hemos reflexionado de verdad sobre un cambio de comportamiento. --Me comentabas que en la literatura internacional la mayor victimización es entre pares y va entre 7 básico y 1 medio, y que son distintas para hombres y para mujeres. ¿En qué se nota la diferencia? --En el caso de las mujeres se dicen cosas, se excluyen, no se invitan a los cumpleaños, lo que nosotros llamamos "victimización verbal". En cambio, los chicos se manifiestan con la violencia física, patadas, escupos, combos, entonces las formas como se victimizan chicos y chicas son distintas. --El concepto de "protocolo por convivencia" es un término bastante común hoy. ¿Crees que se ha protocolarizado mucho los conflictos en los colegios? --Absolutamente y estoy totalmente en contra de la normativización.
Eso no nos ha permitido construir y reflexionar sobre una forma de vida distinta porque es puro protocolo, normatividad y no está ese espacio de la comunidad reflexiva. "El San Ignacio... es un proyecto complejo" --El caso del Colegio San Ignacio de El Bosque, donde dos estudiante fueron expulsados tras acusaciones de abuso sexual, tuvo un impacto mediático muy fuerte hace unas semanas. ¿Cómo crees que lo manejó la institución? --Lo del San Ignacio fue bien tremendo, todo lo que sé es a través de la prensa y tal vez el colegio está haciendo mucho más de lo que aparece en los medios. Hay cosas que me parecieron súper positivas, como el que hayan entregado toda la información y la hayan puesto a disposición de la fiscalía. El que existieran jornadas de reflexión en todos los cursos, te habla de un componente preventivo, lo que significa que se dieron el espacio para pensar cómo lo sucedido afecta la cultura escolar.
Felicito el que hayan aplicado cierta institucionalidad y reglamentos sin hacerse los lesos, porque para que los chicos entiendan las normas en las escuelas en un sentido democrático, tienen que ser claras, conocidas, justas y realizadas. --¿ Qué desafíos crees que se abrieron en este caso? --En este caso se aplicaron las típicas intervenciones de "apagar incendios" y me parece bien porque no todo el mundo lo hace.
Pero la pregunta que queda es si se están haciendo los cuestionamientos de fondo: ¿ cómo incide la incorporación de mujeres en su currículum? ¿ Cómo afecta la incorporación de mujeres en las prácticas de los profesores? ¿ Fueron formados los docentes para este cambio? ¿ Están realmente avanzando al cambio de cultura que significa vivir con mujeres o es una pura normativa? El San Ignacio además tiene muchas variables sociales, es un colegio de elite pero que además incorpora cupos, hace poco se hicieron mixtos y además entregan formación religiosa; es un proyecto complejo. Sumemos además variables de mercado porque, como es privado, tiene que desarrollar estrategias de diferenciación y mantenerse en la tremenda competencia que es el mercado educativo en Chile.
Yo no sé por ejemplo si esta incorporación de mujeres fue una estrategia de mercado. --¿ Cómo ves las iniciativas de las escuelas respecto a convivencia escolar?, ¿van por el camino correcto? --Necesitamos cambios y de verdad. Para mi gusto la política publica de convivencia escolar adhiere a un enfoque de seguridad y disciplina, y eso es pobre. Aquí no se trata de tener la fiesta en paz, los niños ordenaditos, se trata de saber convivir democráticamente en un mundo lleno de conflictos.
En Chile la convivencia se mide por ambientes seguros, ordenados y de respeto. ¿Dónde está la variable ciudadana? ¿ Dónde está la variable reflexiva para una sana convivencia? --También para las escuelas y sus profesionales ha sido duro enfrentar este "tsunami" de convivencia y salud mental. --Para abordar estos temas hay un tema de formación que debiese ser más potente en el caso de los docentes.
En otros países quienes trabajan en convivencia tienen una formación particular: luego de haber obtenido su título de profesor o psicólogo, los profesionales se forman cerca de dos años exclusivamente en este tema, hacen un máster, tienen una formación práctica. Es decir, saben qué hacer en la escuela. En cambio acá, es como una improvisación y la mayoría de los que ocupan los cargos de convivencia escolar son profesores que están renunciando a los cinco años porque no soportan más.
Tenemos un problema de profesores en Chile, con una alta rotación, contratos inestables y demandas que requieren más políticas de Estado. --Muchas veces se carga toda la responsabilidad a las escuelas. ¿Qué papel cumplen las familias? --Las familias son fundamentales y la participación de ellas es bien inestable. Eso aplica en todos los colegios. Uno tiende a pensar que en la educación privada hay una mayor participación, lo que es cierto en los primeros años, pero después se va diluyendo. Otra pregunta que hay que hacerse es qué pasa con la familia en Chile. Lo que uno ve es a una familia agotada, con traslados largos, horarios extensos y un país carísimo. Entonces la familia que esta cansada le pide a la escuela que se haga cargo. Y la escuela les dice a los técnicos "ustedes háganse cargo". La familia está con el agua al cuello y no puede hacer mucho más. Y agrega: "Cuando uno trabaja con escuelas católicas, que tienen un proyecto valórico y familiar más claro, se nota. Los católicos construyen comunidad respecto a ciertos valores, encuentros de fines de semana, las misas, van permitiendo que las familias se vayan conociendo y les resulta. También cuando se trabaja con escuelas públicas que tienen un proyecto republicano fuerte, se nota". --Somos un país que mide sus logros escolares casi exclusivamente a través pruebas estandarizadas. Según tu experiencia, ¿cómo impacta el clima escolar en el rendimiento de los alumnos? --Cuando los alumnos se sienten bien y hay buen clima, se disminuye la brecha del nivel socioeconómico y aumenta el aprendizaje. Para los niños de escuelas mas vulnerables tener climas de confianza y acogedores, los potencia y les permite desarrollarse muchísimo más. Lo otro es que las escuelas que tienen más prácticas de castigo, relacionadas a expulsiones o anotaciones, tienen alrededor de 20 puntos menos en el SIMCE. Un buen clima sí impacta en la excelencia académica. Hay una relación directa entre clima y la salud mental y eso tiene consecuencias para toda la vida. Cuando uno hace estudios longitudinales esos chicos que han recibido bullying en el colegio, no lo superan al egresar. Después tienen menos seguridad para conseguir trabajo, son menos estables en su vida laboral, confían menos en ellos mismos, los ascienden menos. La convivencia escolar es fundamental como una variable protectora para tu vida.
Yo no sé por ejemplo si la incorporación de mujeres (al Colegio San Ignacio) fue una estrategia de mercado". ¿De qué están preocupadas las escuelas? De que no haya una denuncia a la superintendencia, pero no se están preguntando cómo queremos convivir con el otro". "Convivencia escolar no se trata de llevar la fiesta en paz y tener a todos los niños ordenaditos".