Editorial: MENOR COMPETENCIA EN CONCESIONES
Editorial: MENOR COMPETENCIA EN CONCESIONES exigencias de garantías financieras resultan prohibitivos para un número significativo de empresas, limitando con ello la base de potenciales oferentes.
A esto se suman riesgos crecientes para el sector privado, especialmente en materia de obtención de permisos, asi como retrasos de plazos dificiles de prever y cuantificar en términos de su impacto sobre el equilibrio económico-financiero de los contratos, factores que erosionan la disposición de los inversionistas a asumir compromisos de largo plazo.
Las cifras del periodo reflejan, además, que firmas nacionales que solían postular han ido dejando paso a conglomerados extranjeros, lo que ha desequilibrada en riesgos reducido el número de actores en la industria D urante los últimos 17 años, la competencia en los procesos de licitación de concesiones ha venido reflejando una baja sostenida, de acuerdo con cifras del Ministerio de Obras Públicas (MOP), que revelan tanto una disminución en el número de ofertas, como en la diversidad de los interesados.
Esta situación, que en los últimos años ha llegado a niveles "críticos" a juicio de expertos, tiene como trasfondo un mercado cada vez más concentrado, con menos postores y, por ende, con menor presión para asegurar precios competitivos, Innovación y la plena cobertura de las necesidades sociales que estas obras cubren.
Mientras en el periodo 2008-2010, el MOP recibió en promedio 4,6 ofertas por proceso licitatorio, la cifra bajó a 3,2 entre 2016 y 2020, y a solo dos entre 2021 y 2025, lo que y restringe el desarrollo y generación de capital en Chile a través de empresas locales. Desde el ámbito público y privado existe preocupación por revertir esta tendencia, identificándose entre las medidas necesarias la revisión de plazos, una mayor difusión de los proyectos y el fortalecimiento del marco normativo. Para que el sistema de concesiones recupere su papel estratégico, impulse el crecimiento económico y satisfaga las demandas sociales, es indispensable abordar las condiciones que hoy elevan los costos y desincentivan la participación.
Si persisten los obstáculos en la tramitación de permisos, la incertidumbre regulatoria y las normativas que incrementan de manera desproporcionada los riesgos y costos para los inversionistas, será inviable restablecer un ecosistema sano y competitivo como el que caracterizó a la industria hace dos décadas. ha sido calificado como preocupante, en un escenario en que en la mayoría de los casos se ha presentado una empresa.
Hay convocatorias que, incluso, no han logrado interesados, donde el caso emblemático es la licitación del Embalse Nueva La PuniIla, que con una inversión de USS 438 millones y a 15 años de su aprobación no logra concretarse. La menor competencia se traduce en riesgos de encarecimiento de proyectos, eventuales compromisos en los estándares de calidad y postergación o cancelación de iniciativas estratégicas para el desarrollo económico y el bienestar de la población. Parte de las causas se vinculan al elevado tamaño y complejidad de las iniciativas, cuyos montos de inversión y. La permisologia y un alza dificultan restablecer un entorno competitivo. EDITORIAL