Duelo, memoria y literatura: Paul Auster mira a la muerte
Duelo, memoria y literatura: Paul Auster mira a la muerte Cancerland El 20 de febrero pasado, Siri Hustvedt subió a Instagram un nota sobre la celebración de su cumpleaños.
Ahí también dio la última información pública sobre el estado de Auster, su esposo: "Celebré el día con mi marido, que no ha abandonado Cancerland, pero se encuentra estable en estos momentos, mi hija, mi yerno y mi nieto, el inimitable Miles, que parece estar cambiando y creciendo minuto a minuto". Desde que en marzo de 2023 Hustvedt informó que Auster padecía cáncer, ha ido contando algunos detalles sobre el tratamiento. Sobre todo, ha descrito ese espacio que ha llamado Cancerland. En agosto del año pasado (donde adelantó que Baumgartner era "un librito tierno y milagroso") dio un testimonio más largo: "He guardado silencio porque el territorio aquí en Cancerland ha sido confuso y traicionero. El paciente y yo con él hemos ido de frente por la carretera, nos hemos retrasado y hemos dado vueltas. No hemos llegado al cartel que marca el límite del país: ahora estás abandonando Cancerland", escribió. También añadió: "Al observar a Paul he comprendido cómo lleva su gracia bajo esta presión. Incondicional y sin quejas, con el humor intacto, ha hecho que este tiempo de su enfermedad, que ya dura casi un año, sea hermoso, no feo. Ha sobrellevado una serie de síntomas miserables tanto del cáncer como del tratamiento con una dignidad que me asombra. Ha dicho que a medida que avanza este proceso, ha pasado cada vez más tiempo `mirando hacia el abismo' y me ha dicho que no tiene miedo de morir. Tengo miedo de morir, así que escuchar esto me hace sentir humilde. Juntos hemos sido testigos de respuestas muy diferentes en personas que conocemos ante enfermedades mortales, rebeliones, arrepentimientos y pánicos. Sospecho que es imposible saber cómo reaccionará uno. Ciertamente, no puedo predecir mi propia respuesta, ni culpo a nadie por la suya. También Paul ha dicho que no desea ocultar su cáncer y se me permite contar mi experiencia al respecto". P arece una historia inventada y ojalá lo fuera, pero es cierta. Sucedió. El escritor Paul Auster (Nueva Jersey, 1947) tenía 14 años cuando una tarde, en un campamento de verano, cayó un rayo desde el cielo y mató a un amigo que estaba justo a su lado.
Ha contado la experiencia en más de un libro, la última vez en la novela 4 3 2 1, y siempre que aborda el tema en entrevistas repite que ese rayo cambió todo lo que pensaba del mundo. Quizás era muy joven para modificar tantas cosas, pero seguro que le entregó una enseñanza definitiva: en cualquier momento todo puede cambiar.
Él ha insistido en que es el azar lo que está de fondo y su ficción después de más de 40 años sigue ese ritmo: en su última novela, la esposa del protagonista es una excelente nadadora que una tarde en la playa, después de varias zambullidas, decide meterse por última vez al mar y una ola monstruosa le rompe la espalda y la mata. "Desde aquella tarde, aquella tarde... no, dice Baumgartner para sus adentros, no debes recordar eso ahora, imbécil, pedazo de mierda, o te mato con mis propias manos", escribe Auster a poco andar de la novela, que precisamente se llama Baumgartner y es una exploración en la vida de ese hombre que una década después de la partida de su mujer a manos de una ola inesperada se entrega a los recuerdos de una vida. S. T.
Baumgartner es un profesor universitario de Filosofía retirado que con un poco más de 70 años hace un repaso de su historia y de la de su familia mientras sospecha que la muerte ya le pisa los talones. Sin su mujer, Anna, está solo. No le queda más que recordar.
Publicada a fines del año pasado en inglés y rec i é n l l e g a d a a C h i l e, Baumgartner es una novela especial en la obra de Auster: después de libros complejos y pesados que bordeaban las mil páginas, como 4 3 2 1 y la biografía La llama inmortal de Stephen Crane, este es un relato de 250 páginas que avanza con ligereza y sin complicaciones.
Es un chispazo luminoso en el crepúsculo, algo que lo ha vuelto especialmente llamativo a la vista de la vida del propio Auster en el último tiempo: fue escrito mientras se recuperaba de dos contagios de covid-19 y cuando le hacían una serie de exámenes que terminaron en el diagnóstico de un cáncer. "Siento que mi salud es tan precaria que esto podría ser lo último que escriba", dijo en noviembre pasado Auster al diario The Guardian, en una de las pocas entrevistas que ha concedido por esta novela. La noticia fue un golpe en el mundo literario que dio la esposa del escritor, Siri Hustvedt, en redes sociales. "He estado alejada de Instagram por un tiempo. Esto se debe a que a mi esposo le diagnosticaron cáncer en diciembre después de haber estado enfermo durante varios meses antes.
Ahora está recibiendo tratamiento en el Sloan Kettering de Nueva York y yo he estado viviendo en un lugar al que he llegado a llamar Cancerland", escribió la narradora en marzo de 2023 y luego ha ido dando algunas informaciones parciales sobre la enfermedad. Han sido alentadoras, pero Auster, con 77 años recién cumplidos, sigue en tratamiento.
Le dijo a The Guardian que en ese lugar llamado Cancerland no hay mapas y no sabe si podrá salir alguna vez. " S i n e m b a r g o, h a y u n guía que se pone en contacto desde el principio. Comprueba que ha acertado con el nombre y luego dice: `Soy de la policía del cáncer'. Tienes que seguirme. Entonces, ¿qué haces? Dices: ¿ Está bien'. No tienes otra opción al respecto, ya que él dice que si te niegas a seguirlo, te matará. Dije: `Prefiero vivir. Llévame a donde quieras'. Y he seguido ese camino desde entonces", contó.
Misterios sin resolver "¿ Tiene un acontecimiento que ser real para que se acepte como verdad, o la creencia de la verdad ya lo hace real aunque no sucediera lo que presuntamente ocurrió?", se pregunta el profesor S. T. Baumgartner a medio camino de la novela.
Especializado en filósofos como Maurice Merleau-Ponty o Soren Kierkegaard, también es un escritor de ensayos que Auster conduce en la novela a recordar la vida de su familia, pero también hasta preguntas existenciales sin respuesta e historias envueltas en misterios: escribe un libro titulado Misterios de la rueda, que ocupando la mecánica automotriz intenta describir los enigmas humanos, y relee viejos textos suyos y de su esposa para iluminar su presente solitario.
Uno de ellos habla de la ciudad natal de su abuelo, en Ucrania, la que supuestamente se llenó de lobos tras la Segunda Guerra Mundial y el exterminio de miles de judíos a manos de los nazis. No puede comprobar que sucedió, pero elige creerlo.
Como en muchas de sus novelas, en Baumgartner Auster cuenta las vidas de inmigrantes en Estados Unidos que sufrieron la pobreza a mediados de siglo: el padre del protagonista era un "anarcopacifista y un ateo militante" que tuvo que hacerse cargo de la sastrería de su familia, y su madre una mujer abandonada por su madre que a los 16 años quedó sola en el mundo. Baumgartner escapa de todas esas frustraciones para convertirse en un intelectual y no solo lo consigue, también la mujer de su vida, Anna, es una traductora brillante y una poeta por descubrir. Son una pareja de profesores universitarios sin hijos que viven entre libros y cenas tranquilas. Hasta que una ola inesperada acaba con todo. El Baumgartner de Auster en la novela aparece diez años después de la muerte de su esposa, aun dándole vueltas a un enigma sicosomático llamado el síndrome del miembro fantasma. Se refiere a lo que sienten aquellas personas que han perdido dedos o extremidades y que aun cuando no están, los siguen sintiendo.
En su duelo, se siente igual: sin brazos ni piernas, como "un muñón humano, un hombre demediado que ha perdido una parte de sí mismo y ya no está entero, y desde luego sus miembros perdidos siguen ahí, le siguen doliendo, le duelen tanto a que veces tiene la sensación de que su cuerpo está a punto de incendiarse y consumirse". Pero sucede que la tristeza no consume la novela. Baumgartner no cae ni en la desesperación ni en la depresión, sino que escribe, publica una antología de los poemas inéditos de su esposa e incluso inicia una nueva relación amorosa. Sospecha que en cualquier momento la memoria le empezará a fallar, pero hasta entonces avanza iluminado por los recuerdos de su mujer. De fondo, avanza también una inquietud general: ese profesor está obligado a lidiar con lo que no entiende. Por supuesto, es el propio Auster hablando. "Hay misterios que nunca podremos responder", dijo hace poco el escritor. "Hay tantas cosas sobre mi propia vida que no entiendo. Mis acciones a lo largo de los años. ¿Por qué hice eso? ¿ Por qué ese impulso? La gente pasa años en análisis tratando de encontrar las respuestas. Nunca he hecho eso, así que he estado más o menos solo tratando de resolver las cosas, y honestamente debo informar que no creo que haya progresado mucho", añadió. Un antídoto Baumgartner deja cabos sueltos, la sobrevuelan misterios y, sin embargo, está cargada de algo que parece esperanza y sobre todo de amor.
Quizás ha sido un antídoto ante la vida de Auster justamente cuando la escribía: antes de que diera a conocer que padecía de cáncer, murió su nieta de 10 meses y luego su hijo, el padre de la niña, de sobredosis.
Hijo también de la escritora Lydia Davis, Daniel Auster tenía 44 años y un largo historial con la drogas, en el que incluso fue condenado a mediados de los 90 por el robo a un narcotraficante.
El 15 de abril de 2022 fue detenido por la muerte de su hija Ruby, quien cuatro meses antes había fallecido a causa de consumo de fentanilo y heroína cuando estaba bajo s u c u i d a d o.
S e g ú n c o n t ó D a n i e l, d e s p u é s d e i n y e c t a r s e heroína se acostó a dormir con su hija. C u a n d o d e s p e r t ó, ella no respondió.
Dos semanas después de ser detenido y dejado provisoriam e n t e e n l i b e r t a d, Daniel Auster fue encontrado muerto en una estación del met r o d e B r o o k l y n a causa de una sobredosis de heroína. Los detalles de las notic i a s v o l a r o n e n l a p r e n s a m u n d i a l.
Lydia Davis no ha dicho ninguna palabra p ú b l i c a s o b r e l a muerte de su nieta o su hijo, mientras que Auster solo ha dado evasivas: "De verdad no puedo hablar de eso. No le importa a nadie, realmente no soy capaz de hablar algo tan personal. No quiero tocar el tema", dijo en una entrevista a la revista YA de "El Mercurio", el año pasado. Según ha contado el mismo Auster, aun escribía Baumgartner cuando sucedieron las tragedias. A fines de 2022, empezaron unas "fiebres misteriosas" que lo atacaban por la tarde. Primero le diagnosticaron neumonía, luego creyeron que se trataba de un tipo de covid-19 prolongado y finalmente descubrieron que era cáncer. Después han venido tratamientos. Cerró la novela cuando pudo. La muerte la atraviesa, pero no hay sufrimiento, tampoco oscuridad. Por el contrario, el profesor Baumgartner sale del duelo en el relato. "Había un personaje creciendo dentro de mí que se volvió más comprensible a medida que avanzaba el libro. Yo simplemente sonrío y doy las gracias. A mi esposa, a mis amigos, a mi agente, les ha gustado. Si este es el final, entonces terminar con este tipo de bondad humana que me rodea como escritor en mi círculo íntimo, bueno, ya vale la pena", dijo Auster. UNA LIBRO CREPUSCULAR Duelo, memoria y literatura: Paul Auster mira a la muerte ROBERTO CAREAGA C.
BAUMGARTNER Paul Auster Seix Barral, 261 páginas, $18.900 Novela "Paul me ha dicho que no tiene miedo de morir", escribió en su Instagram la esposa del escritor, Siri Hustvedt INSTAGRAM SIRI HUSTVEDT Pese a que desde hace un año el escritor estadounidense está en tratamiento por un cáncer, en medio de las sesiones de quimioterapia terminó la novela Baumgartner. Recién llegada a Chile, sigue la historia de un profesor de Filosofía que solo después de 10 años de la muerte de su esposa puede salir del duelo.
Escribe, reúne los textos de su mujer y, sobre todo, recuerda su vida y la de su familia como si estuviera pronunciando una elegía. `` Siento que mi salud es tan precaria que esto podría ser lo último que escriba"... .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. . PAUL AUSTER `` Cancerlandia ha sido confuso y traicionero. El paciente y yo con él hemos ido de frente por la carretera, nos hemos retrasado y hemos dado vueltas. No hemos llegado al cartel que marca el límite del país: ahora estás abandonando Cancerlandia".. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. . SIRI HUSTVEDT FRANCISCO JAVIER OLEA.