Autor: por Gabriel Salazar*
Dignidad soberana y participación de la ciudadanía
Dignidad soberana y participación de la ciudadanía Antecedentes de la revuelta de 2019 Dignidad soberana y participación de la ciudadanía por Gabriel Salazar* ¿ Debe el pueblo-ciudadano participar directamente en las decisiones estratégicas que afectan a toda la sociedad civil y, por tanto, a él mismo? ¿ Debe hacer directamente la historia que le parezca la más conveniente para su propia vida? ¿ O debe limitarse a respetar las leyes constitucionales que, arbitroriamente -como muestra la verdadera historia constitucional de Chile-, redactan las élites llamadas representativas? ¿ No debe -o debeel pueblo-ciudadano represen tarse o si mismo? ]Jesde ]Jesde 1823 a 1828, el pueblo-ciudaci pueblo-ciudaci ano participé directamente, como como pueblo o comunidad local a través de las Asambleas Comunales Comunales (los Cabildos) ylas Asambleas Provinciales, Provinciales, en el proceso constituyente que, luego de sortear diversas peripecias, culminé en el dicta mcii de la Constitución “popular-representativa” “popular-representativa” de 1828, y la elección democrática democrática del Gobierno de Francisco Antonio Pinto.
Misma Constitución y mismo Gobierno que fueron derribados en 1830 por un golpe político-militar político-militar organizado por la élite mercantil de Santiago y ejecutado por el ejército mercenario mercenario financiado por Diego Portales y dirigido dirigido porel general Joaquín Prieto (a quienes los oficiales del Ejército Patriota motejaron de “tirano” y”feló n”, respectivamente). Tras una serie de engaños y felonías, Prietoderrotó en Lircay al general Freire, donde ordenó matar a hachazos a los oficiales prisioneros.
Tras la batalla, el Ejército Patriota fue “dado debaja”, la Constitución de 1828 abolida, mientras los mercaderes, en cónclave exclusivo, dictaban la Constitución de 1833 que, ipsofacto, concedió concedió Facultades Extraordinarias (tiránicas) al Poder Ejecutivo (es decir, a Diego Portales) El gobierno de Prieto-Portales estableció estableció “eones marciales” en todo el país contra los “pipiolos”, con sentencias inapelables y fusilamientos al instante.
Al mismo tiempo se abolieron los Cabildos (comunales), las asambleas provinciales, se otorgaban poderes poderes represivos y mando militar a los intendentes intendentes y gobernadores, se establecieron comisiones comisiones para calificar a los ciudadanos que podían votar, se impuso el voto individual secreto y los “departamentos” (como territorio territorio electoral numérico) en reemplazo de los “pueblos” (comunidades vivas) de antaño. antaño.
Con estos decretos se eliminaron todas las condiciones para que la sobe ranía popular (típica del periodo 1810-1828) pudiera seguir operando La acción ciudadana fue centrada, no en las asambleas locales de voto colectivo, colectivo, sino en la elección de representantes con voto individual secreto, De ese modo, desde 1833 hasta el día de hoy, el pueblo -ciudadano ha estado eligiendo presidentes, senadores, diputados, alcaldes. etc. con ese tipo de voto (o sea: sin deliberar colectivamente y sin mandato), otorgando a los así electos un gran espacio de maniobra para gestionar sus intereses gremiales.
Tras 200 años de lo mismo, los representantes constituyen hoy una “clase política” que la ciudadanía ciudadanía rechaza de plano: desde 2014 a septiembre septiembre de 2024, entre el 94 yel 99%... Dadas esas decisiones históricas fundamentales fundamentales (que han tenido un relato “oficial” dominante 200 años, en tanto su relato “sociaP, “sociaP, en confección paulatina desde 1985, ha sido prohibido para los alumnos de 3er y 40 de Enseñanza Media), el pueblo-ciudadano se ha visto restringido a:]) un voto individual-secreto individual-secreto cuando llaman adepositarlo, y 2) una acción callejera de pueblo-masa (no corno pueblo soberano). Imponen trabajo precario La Constitución de 1833 presentada siempre siempre como un “orgullo nacional” precipitó al pueblo-ciudadano a la condición no-deliberante no-deliberante del número (voto), y a la condición nodeliberante de masa (en la calle). Es decir, en dos situaciones que degradan su condición natural de pueblo soberano.
Pues sólo puede puede elegir entre promesasv esperar al infinito infinito por su cumplimiento, o aplaudir enla calle a sus líderes, gritar y apedrear contra el incumplimiento incumplimiento de las promesas... El régimen político existente en Chile desde 1833 refrendado refrendado como democracia en 1925 y 1980 no ha hecho otra cosa, pues, que destruir la dignidad soberana del pueblo-ciudadana Tras 200 años de indignidad, ese pueblo se encuentra, hoy, con una Constitución Política que privilegia a la clase mercantil de sienipre, ya sienipre, ya lamismaelase politicaque surgió, como como su comparsa obsecuente, desde entonces.
Con un Código Laboral que pone por escrito lo mismo que en el siglo XIX (cuando no había Código) los patrones imponían a la masa laboral laboral chilena: el trabajo precario, temporal, el peonaje, la deuda de pulpería, el subempleo, la delincuencia, el deterioro de la salud mental, la angustia de niños y adolescentes, la corrupción corrupción delictual de las élites, la decadencia de la Iglesia, el asesinato, el suicidio... ¿Cómo reaccionar hoy frente a eso, si el pueblo-ciudadano no tiene canales orgánicos orgánicos de participación efectiva: ni asambleas comunales ni regionales? ¿ Si no siente ya, dentrodesi, lasobcrania que lees inherente por derecho naturaly que sintió de lleno a comienzos del siglo XIX? ¿ Si sus representantes representantes constituyen hoy un lucrativo gremio de socorros mutuos? ¿ Si los partidos “del pueblo” han sido fieles adherentes a la “clase “clase política” que hegemoniza el Estado y los procesos constituyentes (como los de 2022 y 2023), sin haber estado nunca, directamente, directamente, al servicio leal de los mandatos del pueblo-ciudadano? El caso OHiggins ¿ Qué otra cosa puede hacer ese pueblo tras 200 años de lo mismo, salvo salir ala calle, apoderarse dela calle, tomarse la ciudad enterasi enterasi le place; osca: el único lugar ftincionai donde puede dar vida a su frustración multisecular, multisecular, a su rabia acumulada, a su insumergible insumergible hermandad interna, a su firmamento de esperanzas y detrás de todo eso, a su inmensa dignidad de pueblo soberano? El estallido ciudadano del 19 de octubre de 2019, no se puedeeomprendersino trayendo a colación los 200 años de felonías y fi-ustraciones fi-ustraciones que le antecedieron. Porque tiene un horizonte horizonte largoyprofundo, que es, también, un poder histórico intenso e inagotable. Un poder poder entiéndase bien en reposo... En estado de asimilación y reflexión.
Aquellos que, llevados por los intereses de una oligarquia que hoy el 97% de los chilenos rechaza, sonríen burlescos cuando hablan de “ociubrismo”, de “vandalajede masas”, de findomen talismo”, etc., sin duda, no saben lo que dicen. Si supieran, sabrían que, cuando el pueblo pueblo fue soberano, eligió representantes “con mandato”, los que, si no cumplían, por la razón que fueren, revocaba sus cargos, losjuzgaba y los castigaba.
Pues, cuando fue soberano, juzgó juzgó a todos sus representantes (lo que fueron los “Juicios de Residencia), ya losque acusó, los revocó revocó y los castigó... ¿Un ejempLo? Los pueblos de Chile, en 1#22-1823, juzgaron, condenaron y expulsaron del país a Bernardo O1-Iiins, que entonces oficiaba de Director Supremo... Los que hoy se burlan del octubrismo incurren en el mismo crimen cometido por OHiggins: engañó y luego se hurló de los “pueblos soberanos”, y éstos lo expulsaron delpaís, por indeseable. No hay que engañarse: el “juicio de la Historia” es, en realidad, el Juicio Soberano de los Pueblos. El cual, hoy, precisamente hoy, tras esperar 200 años, está recuperando la dignidad de su soberania. Es cuestión de bempo... H slarador A ajan fracio Nora. folio en ci sistema (Oleo sobre tela), 202u çbentiieza uaieria uania uiopica.