LA INMUNIDAD DIPLOMÁTICA DE MARIANO FERNÁNDEZ
LA INMUNIDAD DIPLOMÁTICA DE MARIANO FERNÁNDEZ --No, aún no puedo hablar con usted. ¿Me puede llamar más tarde? Sí, claro que le contestaré la encuesta, pero en este momento no puedo.
Le pido si me puede llamar más tarde... Mariano Fernández, 79 años, exembajador de Chile en Bélgica, España y Estados Unidos, entre otros países, ejerce su profesión, la diplomacia, en todas las instancias, incluso cuando lo llama un encuestador insistente y que ha marcado su número al menos tres veces solo esta mañana. Cada vez que Fernández contesta, nunca pierde la calma. Tampoco le corta. --Sí, es verdad, yo soy operado de los nervios --dice en su casa, en Providencia, un espacio luminoso, lleno de recuerdos.
Sentado en el living, comenta que no tendrá toda la tarde para conversar porque necesita hacerse chequeos y, con total naturalidad, cuenta que hace dos años se le declaró un cáncer al riñón, que se le extendió a los pulmones, para el que hoy solo le están haciendo tratamiento paliativo de inmunoterapia. --No me he detenido todavía a pensar en el tema de la muerte --reconoce. --Realmente es operado de los nervios. --Es que me siento bien, nunca me he sentido mal; entonces, no me he puesto en ese lugar. El doctor dice que eso es fundamental, que cuando uno se siente bien es muy distinto, que independientemente de lo que digan los exámenes, si yo estoy bien, todo está ok. Así es que si usted me pregunta, estoy ok.
Mariano Fernández nació en una casona de dos mil metros en el centro de Santiago, es el mayor de 11 hermanos y por algo que aún no se explica, sus padres primero decidieron educarlo en la casa y luego lo hicieron deambular por varios colegios en Santiago, y un internado en Chillán, para que recibiera educación de los jesuitas. También dice que se cambiaron varias veces de casa, y que sus padres nunca compraron una. --Todo era muy volátil (... ) Mis papás eran desordenados para tomar decisiones --dice. Él, en cambio, es "bien estable y tranquilo". Lleva casado 55 años con la misma mujer, María Angélica Morales, y han comprado varias casas y campos --acota. Al mundo diplomático llegó gracias a Gabriel Valdés, a quien conocía porque su suegra --la mamá de Sylvia Soublette-era su vecina. Cuenta que había entrado a trabajar al Ministerio de Relaciones Exteriores mientras estudiaba derecho en la Universidad Católica timbrando papeles. Y un día se encontró a Valdés, quien era el ministro, en el ascensor. --Yo no le había dicho que trabajaba ahí, así es que cuando me vio me preguntó qué hacía y le contesté. A los pocos días me llevaron a trabajar en asesoría política. En 1971 le tocó su primera destinación, había egresado de Leyes. Y partió a Alemania. Allá lo sorprendió el golpe de Estado. --Yo no quise firmar un documento de adhesión al gobierno de Pinochet --recuerda. Lo echaron y se quedó exiliado, dice, en Alemania. Volvió a Chile en 1982, junto a Gabriel Valdés, y se hizo cargo del programa de política exterior de las Fuerzas Armadas y de Comunicación Social en el recién creado CED. Mariano Fernández había empezado a militar en la Democracia Cristiana cuando tenía 16 años.
Hoy, 63 años después, y viendo que muchos de sus compañeros se han ido, dice que él no va a dejar de militar nunca. --¿ Qué le duele más, ver a sus excamaradas en alianza con la derecha o la izquierda? --Mis camaradas son los DC. Yo sigo militando en la base.
Y lo más importante es que yo noto una cierta nostalgia concertacionista que, en mi opinión, significa que en el país está reapareciendo la idea de que se avanza más con iniciativas que apuntan a consensos y acuerdos. La gente que está apoyando a Claudio Orrego refleja ese estado de ánimo, a lo que se debe agregar una valoración de la capacidad de gestión que está a la vista. En ese sentido, importa menos si es con trabajo incluyendo a la izquierda o a la derecha. Lo significativo es que los consensos y acuerdos favorecen metas que comparten las mayorías. Ese ha sido siempre el estilo del PDC.
Reconozco que se había perdido parte de él, pero veo que hoy lo estamos recuperando. --¿ En qué círculos ve esta revalorización de la Concertación? --Anoche estábamos con el exministro de Relaciones Exteriores de Francia, Hubert Védrine; estaba el Presidente Frei, Insulza, otros exembajadores, mucha gente, y en todos estos ambientes, donde incluyo a mi familia y amigos, la Concertación ha emergido.
No hay ninguna duda de eso. --¿ Y en esos mismos mundos hubo un momento en que la Concertación era lo peor que nos pudo haber pasado como país? --Sí, claro, en el estallido social. --¿ Usted es de los autocomplacientes? --No, pero uno debe tener una mirada crítica sobre las cosas en función de algo que se puede mejorar, avanzar, pero la autoflagelación no conduce a ninguna parte. Nunca estuve de acuerdo con los que la negaban (a la Concertación) porque siempre me pareció que su obra había sido enorme. En los últimos años esa idea había decaído y hoy he notado unos efluvios nostálgicos de la Concertación.
Otra cosa que escucha, añade, es la valoración que se tiene del país fuera de Chile. --Nosotros tenemos mucha peor imagen de Chile que la que existe en el extranjero. --¿ Los chilenos somos críticos? --Pero feroces (... ) Un extranjero una vez me dijo que si había que definir los países en una sola palabra, Argentina era arrogante y Chile envidia.
Aquí hay una cosa como de sabotaje, como de falta de legitimidad del triunfo, "este hue... ganó plata, quién sabe cómo". Pero hay gente que ha ganado dinero y que lo ha hecho de manera impecable, irreprochable, pero el chileno no es dado a reconocer eso. --Hace tres semanas y tras el triunfo de Donald Trump, la oposición pidió la salida del embajador en Estados Unidos, Juan Gabriel Valdés, por haber participado en la Convención Demócrata donde se proclamó a Kamala Harris. ¿Fue ese un error? --No y no solamente lo he apoyado, pienso que hay una parte de esta crítica que es ignorancia solemne o simplemente mala fe. Todos los embajadores van a las convenciones, si él fue a la demócrata y no fue a la republicana porque estaba la subsecretaria de relaciones de Chile, son cosas que pasan.
Cuenta que cuando él estuvo de embajador de Estados Unidos, fue a la convención de Obama y a la de McCain. --¿ No es eso lo diplomático? Fue a las dos. --No solamente es lo diplomático. El embajador que se pierde las convenciones de los partidos está en la fila, atrás de lo que es la diplomacia.
Porque lo primero que usted hace es informar a su gobierno de lo que está pasando y ahí uno ve todo. --En 2015, Valdés dijo que Trump era un fascista y su posible gobierno, una amenaza contra los Estados Unidos. ¿Puede alguien que ha dicho eso ser embajador ahí después de la elección? --Él como embajador no lo dijo. Mire, cuando Ignacio Walker fue nombrado canciller de Chile, Argentina sacó lo que había escrito en "El Mercurio" contra el Presidente Néstor Kirchner: que era un fascista que no tenía arreglo. Pero el Presidente Lagos mantuvo el nombramiento a Walker. En este caso, además, nadie desconoce los atributos de Valdés en política exterior.
Entonces son temas de alta complejidad. --En junio pasado, usted dijo que el embajador de Chile en España, Javier Velasco, debía renunciar, porque había complicado las relaciones con Israel. ¿Sigue pensando lo mismo? --En su momento, pienso que debió haber dejado su puesto. Pero debo decir que en temas de política exterior, la gestión gubernativa ha sido positiva, más allá de algunos errores que hemos mencionado.
La participación en APEC, la invitación al G20, las bilaterales celebradas y la visita del Presidente de Francia, Emmanuel Macron, hablan de un muy buen estado de nuestras relaciones exteriores, con un canciller que da el ancho, largamente, para emplear una expresión coloquial. Mariano Fernández piensa que después de la dictadura, Chile ha armado una democracia "exitosa como no se recuerda en la historia del país. No sé si los 30, pero sí los 20. Y hemos llegado a un punto aquí, en que tenemos 30 mil dólares per cápita hoy, según cifras del Banco Mundial.
Otra cosa es que estén mal distribuidos y que los gobiernos deben tener la habilidad para mejorar la distribución. --¿ Tiene una buena evaluación del gobierno de Gabriel Boric? --Ese es otro tema, hablo del desafío que tenemos como país. --Es que me está describiendo algo así como un país pujante. --Usted es muy joven, no conoció el país pobre, como eran los campamentos, las poblaciones. Entonces, uno tiene derecho a la crítica, por supuesto, pero no nos desubiquemos respecto de dónde estamos. Entonces el desafío hoy de Boric y de los que se oponen a Boric es cómo se da el paso siguiente hacia arriba. Estas democracias, las nuestras y otras, han dado libertades, garantías, derechos, se ha introducido la transparencia y todo eso como conjunto está debilitando la democracia. Y la está debilitando porque puede mirar la polarización que tenemos, que llega hasta al fútbol. ¿Y qué es lo que pasa ahí? Surgen las personalidades mesiánicas que van a resolver todo. En los años 30 en Europa, Hitler y Mussolini fueron elegidos. No hicieron trampa ninguna y después se instalaron.
Hoy cuando uno ve a Milei, Trump, ¿para qué le voy a decir el caso Maduro? Como se aprovecharon del populismo de Chávez, que ganaba las elecciones y nosotros estamos empezando a cometer esos mismos errores. --¿ Cuáles son? --Corrupción, polarización, disputas inútiles, todo este clima que usted ve aquí y que ya hubo en Venezuela, esto lo aprovechó Chávez para ir siendo elegido y empezó a instalar lo que hace todo régimen populista: un autoritarismo, al comienzo invisible, y termina con su sucesor en este caso, que es Maduro y que falsifica la elección de manera brutal. --¿ Cree que podríamos nosotros terminar como Venezuela? --No y ¡ por favor! ni use la palabra "chilezuela", que está tan usada.
Lo que digo es que cuando comienzan a debilitarse las instituciones producto de la democracia que se ha implantado, que ha generado derechos, que ha generado libertades, que ha generado garantías, que ha permitido desarrollo, empiezan a aparecer los líderes carismáticos que frente a la crisis que se empieza a generar, en vez de corregirla, lo empeoran. --¿ José Antonio Kast sería un líder carismático para usted? --Bueno, Kast un poco. --¿ Para usted entonces Kast es un peligro? --A mí me gusta hablar de esas cosas de esta manera: Kast tiene características propias de los líderes algo mesiánicos que resuelven todo, y cuando los países están en situaciones polarizadas como la nuestra, con dificultades, emergen y esas tendencias generalmente son autoritarias. --¿ Y hay algún otro político acá en Chile que le dé escozor o preocupación? --No, no, creo que estamos lejos, probablemente estamos más lejos que cualquier otro país, pero si continuamos polarizando todo, politizando todo de mala manera, la gente termina mirando a cualquier parte, buscando a alguien que venga con soluciones. Y eso es delicado. Ese es el desafío que tenemos en Chile, de izquierda a derecha, y de derecha a izquierda, de calmar las aguas y tratar de encontrar caminos que permitan seguir adelante. Mariano Fernández dice que una de las primeras cosas que hay que ver es la reforma al sistema político. --Aquí hemos cometido errores. La historia del voto voluntario, del sistema de alianzas de partidos en la base. Hoy la mitad de los concejales son independientes. Tengo un respeto enorme por el independiente, pero el independiente en política no existe porque ¿ a quién le responde usted? A usted mismo. No tiene obligación con nadie, el independentismo es extremadamente complejo.
Y recuerda cuando una vez Jaime Castillo Velasco le advirtió, a fines de los 60, sentados en el Bar Roxy, sobre lo que pasaba con los independientes. --Frei Montalva había nombrado ministro de Hacienda a don Raúl Sáez, ingeniero famoso que hizo las obras del Riñihue para que no se destruyera Valdivia después del terremoto del 60. Jaime me dijo: "(Sáez) es muy respetado, pero está entrando como independiente, y los independientes en política no existen. Cuando tú eres un político, tu idea la tienes que compartir y responsabilizarte de ella con tu movimiento, con tu partido, con tu agrupación. Las personas que se declaran independientes representan lo que su propio ego siente sobre la política. Y no le responden a nadie". Yo quedé muy impresionado con ese cuento.
Pasaron ocho días y don Raúl Sáez renunció y se mandó a cambiar. -¿Usted cree que el próximo gobierno va a ser de derecha? --Yo creo que las mayores perspectivas en este momento son que sea un gobierno de derecha. --¿ Usted votaría por Evelyn Matthei como muchos DC, supuestamente, lo harían? --No, creo que no. Voy a ver qué es lo que pasa. Yo voy a seguir siendo un democratacristiano muy libre para opinar, pero siempre militante.
Exembajador, todavía democratacristiano, dos veces presidente de la Academia Internacional del Vino, hoy está semirretirado y tratándose un cáncer al riñón que se le declaró hace dos años por el que no pierde su habitual calma. "Soy operado de los nervios", confiesa y repasa aquí su vida y habla sobre el presente: "Hoy he notado unos efluvios nostálgicos de la Concertación. POR ESTELA CABEZAS LA INMUNIDAD DIPLOMÁTICA DE MARIANO FERNÁNDEZ "Mis camaradas son los DC. Yo sigo militando en la base.
Y lo más importante es que yo noto una cierta nostalgia concertacionista". CLA U DIO CO R TÉS "Un extranjero una vez me dijo que si había que definir los países en una sola palabra, Argentina era arrogante y Chile, envidia"..