Autor: Patricio Moraga Vallejos
Pasa el tiempo y seguimos Pateando Piedras
Pasa el tiempo y seguimos Pateando Piedras Cuando Jorge González -bajista y líder del grupoLos Prisioneroscompuso la música y escribió la letra de la canción El baile de los que sobran, incluyendo por cierto, el mítico ladrido del perro, seguramente no imaginó que sería de las creaciones más relevantes de la banda.
Tampoco que se convertiría en un himno en medio del estallido social en 2019 y que su estribillo Únanse al baile / De los que sobran / Nadie nos va a echar de más / Nadie nos quiso ayudar de verdad, se escucharía fuerte, como una sola garganta, como un puño apretado.
La canción pertenece al segundo álbum -Pateando Piedrasde la banda de San Miguel integrada además por Claudio Narea, en guitarra, y Miguel Tapia, en batería, y que este 15 de septiembre está cumpliendo 38 años de su lanzamiento en un lejano 1986, a solo días del atentado contra Augusto Pinochet. Ya con un contrato con el sello EMI bajo el brazo, el disco Pateando Piedras continuó el éxito del primero -La voz de los 80-. En poco tiempo, vendió más de 10 mil copias. Pero a su vez este segundo disco marcó diferencias con la placa debut y también señaló el camino de la internacionalización de la carrera de Los Prisioneros. En Pateando Piedras predominan los sintetizadores y baterías programadas, y se le observa una influencia de bandas como Depeche Mode.
Eso sí, las letras continuaron siendo contestatarias y de fuerte crítica social, algo muy característico de la banda en esta primera etapa, abordando temas como la cesantía, la educación pública, la falta de oportunidades, la ambición por el dinero, los privilegios de la clase alta y acomodada, el machismo y la necesidad de una cultura e identidad nacional.
Ahí están las canciones Muevanlas industrias, Por qué no se van, Estar solo, Exijo ser un héroe, Quieren dinero, Por favor, Por qué los ricos, Una mujer que no llame la atención, e Independencia Cultural, además de la ya mencionada El baile de los que sobran, quizás el tema de mayor trascendencia de la banda nacional. Según la revista Rolling Stone Chile, en 2004, El baile de los que sobran es la número uno de las 50 mejores canciones de rock y pop hecho en Chile. A nivel de álbum, la misma revista situó el Pateando Piedras en el 15 lugar de 50. El lanzamiento de Pateando Piedras en noviembre fue todo un suceso nacional para la época. El grupo llenó dos veces el Estadio Chile, alcanzando la categoría de mejor banda nacional del naciente movimiento pop rock latino, algo que en todo caso pocos discutían. Pateando Piedras aparece en gran medida como el disco bisagra de la banda. Para muchos es el mejor. Así lo cree Caco Lyon, productor musical, quien en el libro “Exijo ser un héroe.
La historia (real) de Los Prisioneros”, de Julio Osses, afirma que “yo recuerdo que el Pateando Piedras es el mejor discode ellos, es la etapa más madura”. En declaraciones de la época, Jorge González señala que “cuando pienso en Pateando Piedras evoco algo provinciano, limpio, y especialmente me acuerdo de Concepción, porque gran parte de esas canciones se hicieron mientras tocábamos en el sur”. Y al parecer es una placa que, pese al tiempo transcurrido, no ha perdido interés. Tanto así que las personas siguen buscando y pidiendo este disco.
José Ignacio Troncoso, del local Radios Troncoso (1 Sur casi llegando a la 6 Oriente), sorprendido con la fechade aniversario del álbum Pateando Piedras, expresa que “está muy vigente y no solo para quienes lo vivimos en forma directa en la época, sino que también a segundas y terceras generaciones también les encanta el disco”. Comenta que “chicos de entre 10 y 20 años es normal que se lo pidan a los papás o ellos ahorren y vengan a buscarlo solitos”. En estos momentos, Troncoso lo tiene disponible solo en vinilo, el antiguo “LP”, como se le conocía antes. Si usted lo quiere en otro formato como CD o cassette, deberá probar suerte en internet o en negocios de libros usados y antigüedades. Como sea, el grupo Los Prisioneros sigue siendo de los preferidos. Tiene casi 4 millones de oyentes mensuales en Spotify y más aún en la reproducción del álbum Pateando Piedras en el canal de videos de YouTube.
LegadoCristian Díaz ORyan, musicólogo y programador de las Radioemisoras de la Universidad de Talca, sostiene que hablar del legado de un disco como Pateando Piedra, a 38 años de su lanzamiento, resulta interesante por tres motivos, centrando su análisis en cuanto a la trayectoria de la banda, la música y los contenidos.
Desde lo primero, indica que “fue un disco de consolidación, que permitió justamente alcanzar nuevos niveles de popularidad, donde el disco consiguió a las pocas semanas un disco de platino, que era un hito que no se lograba hacía años en el país”. Agrega que esta popularidad tensionó los mecanismos de censura y de control que había sobre la información o el contenido cultural en la época, e hizo posible que “nuevamente Los Prisioneros pudiesen ser presentados en televisión.
Y eso es un hito relevante porque justamente muestra que una popularidad de la banda puede también entrar en tensión con los mecanismos de poder de una época”. En cuanto a la música, hubo un cambio de sonido radical.
Díaz comenta que si bien uno puede esperar que un segundo disco sea de alguna manera la reafirmación del sonido de la banda, “en este caso fueuna transición de una banda de guitarras más cercana a The Clash a una banda de teclados, de samplers, entonces más cercana a lo que sería un Depeche Mode, por ejemplo”. Esto dio paso a tensiones al interior de la banda, entre González y Narea, a raíz del menor protagonismo del guitarrista en los procesos de grabación y composición, lo que sumado a los problemas personales entre ambos, gatillado por un lío amoroso, marcó el devenir del grupo por todos ya conocido. Sin embargo, para el musicólogo de la UTalca, hablar de los contenidos es lo más relevante.
“Los discos y la música son un reflejo de la época, y Los Prisioneros tuvieron la fortuna de ser justamente un repositorio de todo el contenido, de todo el sufrimiento, de todo el descontento, de toda la mirada crítica que había en aquella época”, sostiene, agregando que “eso se ve reflejado en canciones icónicas, por ejemplo, como El Baile de los que Sobran, Por qué no se van, Muevan las Industrias, que fueron sencillos que permitieron mostrar temáticas sensibles como el impacto de la sociedad neoliberal en Chile, el problema de desempleo, también de cómo ciertas élites controlaban o manifestaban lo que es la idea de cultura en el país”. Conflictos que, a todo esto, siguen presentes y vigentes en la sociedad de hoy y en medio de un sistema que no parece haber cambiado tanto. “Creo que cuando un disco es capaz de capturar su tiempo, obviamente lo puede llegar a universalizar. Yo creo que ese sentido es el legado más importante que tiene este disco”, enfatiza Cristian Díaz.
Así es Pateando Piedras, un disco icónico de la música popular chilena, que se encamina a las 4 décadas de su lanzamiento, que no ha perdido vigencia, y que bien podría escucharse en estas extensas Fiestas Patrias, siguiendo la invitación que hace Jorge González en la última canción de la placa, cuando imitando a un locutor radial, dice al comienzo: “Y ahora en Radio Concert, y sólo por ser hoy 18 de septiembre, presentamos al grupo local Los Prisioneros y su nuevo sencillo, Independencia cultural”; claro que en una queja contra la emisora capitalina (Concierto) que no los programaba.. A 38 años del lanzamiento del segundo disco de Los Prisioneros, sus canciones -especialmente El baile de los que sobransiguen siendo un grito de rebeldía e inconformismo en medio de la desigualdad e injusticia Pasa el tiempo y seguimos Pateando Piedras Cuando Jorge González -bajista y líder del grupoLos Prisioneroscompuso la música y escribió la letra de la canción El baile de los que sobran, incluyendo por cierto, el mítico ladrido del perro, seguramente no imaginó que sería de las creaciones más relevantes de la banda.
Tampoco que se convertiría en un himno en medio del estallido social en 2019 y que su estribillo Únanse al baile / De los que sobran / Nadie nos va a echar de más / Nadie nos quiso ayudar de verdad, se escucharía fuerte, como una sola garganta, como un puño apretado.
La canción pertenece al segundo álbum -Pateando Piedrasde la banda de San Miguel integrada además por Claudio Narea, en guitarra, y Miguel Tapia, en batería, y que este 15 de septiembre está cumpliendo 38 años de su lanzamiento en un lejano 1986, a solo días del atentado contra Augusto Pinochet. Ya con un contrato con el sello EMI bajo el brazo, el disco Pateando Piedras continuó el éxito del primero -La voz de los 80-. En poco tiempo, vendió más de 10 mil copias. Pero a su vez este segundo disco marcó diferencias con la placa debut y también señaló el camino de la internacionalización de la carrera de Los Prisioneros. En Pateando Piedras predominan los sintetizadores y baterías programadas, y se le observa una influencia de bandas como Depeche Mode.
Eso sí, las letras continuaron siendo contestatarias y de fuerte crítica social, algo muy característico de la banda en esta primera etapa, abordando temas como la cesantía, la educación pública, la falta de oportunidades, la ambición por el dinero, los privilegios de la clase alta y acomodada, el machismo y la necesidad de una cultura e identidad nacional.
Ahí están las canciones Muevanlas industrias, Por qué no se van, Estar solo, Exijo ser un héroe, Quieren dinero, Por favor, Por qué los ricos, Una mujer que no llame la atención, e Independencia Cultural, además de la ya mencionada El baile de los que sobran, quizás el tema de mayor trascendencia de la banda nacional. Según la revista Rolling Stone Chile, en 2004, El baile de los que sobran es la número uno de las 50 mejores canciones de rock y pop hecho en Chile. A nivel de álbum, la misma revista situó el Pateando Piedras en el 15 lugar de 50. El lanzamiento de Pateando Piedras en noviembre fue todo un suceso nacional para la época. El grupo llenó dos veces el Estadio Chile, alcanzando la categoría de mejor banda nacional del naciente movimiento pop rock latino, algo que en todo caso pocos discutían. Pateando Piedras aparece en gran medida como el disco bisagra de la banda. Para muchos es el mejor. Así lo cree Caco Lyon, productor musical, quien en el libro “Exijo ser un héroe.
La historia (real) de Los Prisioneros”, de Julio Osses, afirma que “yo recuerdo que el Pateando Piedras es el mejor discode ellos, es la etapa más madura”. En declaraciones de la época, Jorge González señala que “cuando pienso en Pateando Piedras evoco algo provinciano, limpio, y especialmente me acuerdo de Concepción, porque gran parte de esas canciones se hicieron mientras tocábamos en el sur”. Y al parecer es una placa que, pese al tiempo transcurrido, no ha perdido interés. Tanto así que las personas siguen buscando y pidiendo este disco.
José Ignacio Troncoso, del local Radios Troncoso (1 Sur casi llegando a la 6 Oriente), sorprendido con la fechade aniversario del álbum Pateando Piedras, expresa que “está muy vigente y no solo para quienes lo vivimos en forma directa en la época, sino que también a segundas y terceras generaciones también les encanta el disco”. Comenta que “chicos de entre 10 y 20 años es normal que se lo pidan a los papás o ellos ahorren y vengan a buscarlo solitos”. En estos momentos, Troncoso lo tiene disponible solo en vinilo, el antiguo “LP”, como se le conocía antes. Si usted lo quiere en otro formato como CD o cassette, deberá probar suerte en internet o en negocios de libros usados y antigüedades. Como sea, el grupo Los Prisioneros sigue siendo de los preferidos. Tiene casi 4 millones de oyentes mensuales en Spotify y más aún en la reproducción del álbum Pateando Piedras en el canal de videos de YouTube.
LegadoCristian Díaz ORyan, musicólogo y programador de las Radioemisoras de la Universidad de Talca, sostiene que hablar del legado de un disco como Pateando Piedra, a 38 años de su lanzamiento, resulta interesante por tres motivos, centrando su análisis en cuanto a la trayectoria de la banda, la música y los contenidos.
Desde lo primero, indica que “fue un disco de consolidación, que permitió justamente alcanzar nuevos niveles de popularidad, donde el disco consiguió a las pocas semanas un disco de platino, que era un hito que no se lograba hacía años en el país”. Agrega que esta popularidad tensionó los mecanismos de censura y de control que había sobre la información o el contenido cultural en la época, e hizo posible que “nuevamente Los Prisioneros pudiesen ser presentados en televisión.
Y eso es un hito relevante porque justamente muestra que una popularidad de la banda puede también entrar en tensión con los mecanismos de poder de una época”. En cuanto a la música, hubo un cambio de sonido radical.
Díaz comenta que si bien uno puede esperar que un segundo disco sea de alguna manera la reafirmación del sonido de la banda, “en este caso fueuna transición de una banda de guitarras más cercana a The Clash a una banda de teclados, de samplers, entonces más cercana a lo que sería un Depeche Mode, por ejemplo”. Esto dio paso a tensiones al interior de la banda, entre González y Narea, a raíz del menor protagonismo del guitarrista en los procesos de grabación y composición, lo que sumado a los problemas personales entre ambos, gatillado por un lío amoroso, marcó el devenir del grupo por todos ya conocido. Sin embargo, para el musicólogo de la UTalca, hablar de los contenidos es lo más relevante.
“Los discos y la música son un reflejo de la época, y Los Prisioneros tuvieron la fortuna de ser justamente un repositorio de todo el contenido, de todo el sufrimiento, de todo el descontento, de toda la mirada crítica que había en aquella época”, sostiene, agregando que “eso se ve reflejado en canciones icónicas, por ejemplo, como El Baile de los que Sobran, Por qué no se van, Muevan las Industrias, que fueron sencillos que permitieron mostrar temáticas sensibles como el impacto de la sociedad neoliberal en Chile, el problema de desempleo, también de cómo ciertas élites controlaban o manifestaban lo que es la idea de cultura en el país”. Conflictos que, a todo esto, siguen presentes y vigentes en la sociedad de hoy y en medio de un sistema que no parece haber cambiado tanto. “Creo que cuando un disco es capaz de capturar su tiempo, obviamente lo puede llegar a universalizar. Yo creo que ese sentido es el legado más importante que tiene este disco”, enfatiza Cristian Díaz.
Así es Pateando Piedras, un disco icónico de la música popular chilena, que se encamina a las 4 décadas de su lanzamiento, que no ha perdido vigencia, y que bien podría escucharse en estas extensas Fiestas Patrias, siguiendo la invitación que hace Jorge González en la última canción de la placa, cuando imitando a un locutor radial, dice al comienzo: “Y ahora en Radio Concert, y sólo por ser hoy 18 de septiembre, presentamos al grupo local Los Prisioneros y su nuevo sencillo, Independencia cultural”; claro que en una queja contra la emisora capitalina (Concierto) que no los programaba.. A 38 años del lanzamiento del segundo disco de Los Prisioneros, sus canciones -especialmente El baile de los que sobransiguen siendo un grito de rebeldía e inconformismo en medio de la desigualdad e injusticia