"Ante problemas vecinales delicados, SEGUIMOS SIENDO REACTIVOS"
"Ante problemas vecinales delicados, SEGUIMOS SIENDO REACTIVOS" nuestra soberanía. En el caso de Bolivia, Luis González Posada, excanciller peruano, publicó el jueves su alarma ante la situación explosiva que vive este vecino.
Tampoco cabe olvidar que el oficialismo boliviano interfirió en nuestra política y sigue condicionando las relaciones con Chile a una previa cesión de soberanía marítima. --¿ Y respecto de Perú? --Con este país tuvimos un chispazo de iniciativa... errónea. Se produjo cuando nuestro Presidente quiso dar pautas de mejor gobierno a Dina Boluarte. Quizás creyó que su baja popularidad --hoy anda en el 2%-ameritaba ese raspacachos. Al parecer, ignoramos que el Perú es el único de los vecinos con el cual no tenemos conflictos delicados pendientes.
También ignoramos que, con una diplomacia sofisticada y una sociedad con tradiciones, el Perú espera de Chile iniciativas sin jactancia. --¿ Alguna iniciativa concreta? --Nos llora una política de colaboración calificada en temas de seguridad ciudadana, con intercambios de información, control de pasos fronterizos y acuerdos ante Bolivia para que no derive a nuestros países la inmigración "Como la política exterior es mil veces más complicada que la doméstica, el tema es cuánto pesan esas izquierdas en sus países y en qué pueden apoyarnos", dice el premio nacional de Humanidades, José Rodríguez Elizondo, ante la cumbre "Democracia Siempre", que encabezó esta semana el Presidente Boric. "Esto, porque, como en el box, lo que suele definir conflictos no son los votos, sino el peso específico de los contrincantes. Un peso pluma sensato no busca pelear con un peso pesado, aunque reclute muchos hinchas en su barrio.
Así vista, si la cumbre no nos fue negativa, le anduvo raspando", agrega. --¿ Ni en caso de defender principios? --Eso vale para quienes creen en los principios absolutos, con sus silogismos ideológicos y utopías igualitaristas, que es el caso de las organizaciones totales. Como agnóstico en sociedad, yo asumo que los principios individuales o sectoriales limitan con el interés nacional. Es posible defenderlos mientras no nos lleven a un precipicio.
Una política exterior que se define ideológicamente deja de ser una política de Estado y tiende a ser una política martirológica. --¿ Cree que es el caso de Boric? --Pienso que está más cerca de los principios de patria o muerte que del principio de mejor vida para la patria. Esto, pese a contar con un canciller de mesura reconocida.
Como digresión, esa mesura es hoy más necesaria que nunca, pues Trump, el adversario tácito de esa coyuntura, es un jefe político que pretende ser Superman y Luthor al mismo tiempo, y que valora ser temido por los "empobrecedores". Así llama a los políticos de izquierdas. --Usted ha planteado que no es clara la coincidencia ideológica entre estos líderes. ¿Por qué lo dice? --Dejo fuera a Yamandú (Uruguay), por ese legado de socialismo democrático escarmentado que le dejó el notable Pepe Mujica. Respecto a los otros, sería difícil encuadrarlos en un bioequivalente de las viejas internacionales. Primero, porque no se remiten a las tesis matrices del marxismo, leninismo, trotskismo o castrismo. Segundo, porque sus historias tampoco dan pistas. Lula fue un sindicalista más bien pragmático, que hoy quiere acceder al Consejo de Seguridad de la casi irrelevante ONU. Petro es un exguerrillero que aún parece emocionarse con la revolución sesentera. Nuestro Presidente, que de inicio adhería a tesis indobolivianas, hoy se muestra como un socialdemócrata de mediana intensidad. Pedro Sánchez, socialista español, está acusado de corrupción y concesiones a los separatistas. Para mantenerse en el poder, advierte que si lo sacan, gobernará la ultraderecha. Vaya programa.
En resumen, creo que por eso dicha cumbre se autoidentificó como "progresista", palabra que puede ser llenada con cualquier cosa. --¿ Y en cuanto a sus políticas internacionales? --Creo que los une una omisión romántica: negarse a categorizar como dictadura a Cuba. Bastante surrealista, pues con distintos tonos reconocen como dictaduras las de Venezuela y Nicaragua. Es como si ignoraran que Hugo Chávez y Daniel Ortega son hijos políticos de Castro y que Maduro vendría a ser su nieto.
Por otra parte, no todos condenan la invasión rusa a Ucrania y solo parecen unidos, aunque en distintos tonos, en el rechazo a Trump y a Netanyahu. --Hay quienes critican que Chile, durante la actual administración, ha descuidado la relación con los países vecinos. ¿Lo cree así? --Prefiero decir que lucimos resignados a lo que hay, según tradición ya denunciada por Mario Góngora. En efecto, ante problemas vecinales delicados --no quiero decir explosivos--, seguimos siendo reactivos y/o legalistas. Respecto a Argentina, ya nos acostumbramos al vacío de relación a nivel presidencial, mientras Milei desarrolla una hiperactividad ante su amigo Trump, en temas sensibles para ilegal. Los economistas pueden proponer integraciones sectoriales que nos den mejor capacidad negociadora en situaciones tan insólitas como la de los aranceles trumpistas. También debemos cuadrar esto con iniciativas políticas inteligentes a mediano plazo.
El centenario del Tratado de 1929 está cada día más cerca y no será una fecha fácil. --Javier Milei está teniendo una relación más cercana con Trump. ¿Qué efectos podría tener para Chile? --No necesariamente positivos, como en toda relación bilateral en que hay talantes conflictivos comunes contra un tercero.
En general, estamos ante una situación geopolítica que exige algo que no tenemos: servicios de inteligencia coordinados y una óptima relación de confianza del Ejecutivo con las fuerzas legítimas del Estado. --¿ Cómo debería abordarse la relación con Argentina, Perú y Bolivia, más allá del color político de sus mandatarios? --En un mundo encabritado, en que Netanyahu postula a Trump para el Nobel de la Paz, ya no alcanza con una política exterior color turquesa ni limitada a tres. Necesitamos una profesionalización diplomática profunda, que nos proyecte hacia una integración acotada.
Esto implica asumir que, por mucho menos de lo que hoy sucede, el siglo pasado produjo dos guerras mundiales y que en una tercera no pasaremos piola. n Critica el estado actual de la relación con los países vecinos y afirma, sobre la cumbre encabezada por Gabriel Boric, que una política exterior "que se define ideológicamente deja de ser una política de Estado". GABRIEL PARDO El premio nacional y analista internacional, José Rodríguez Elizondo. ISRAEL ACEVEDO "Ante problemas vecinales delicados, SEGUIMOS SIENDO REACTIVOS" EL PREMIO NACIONAL DE HUMANIDADES, JOSÉ RODRÍGUEZ ELIZONDO:.