Autor: Tomás Leighton Director ejecutivo de Rumbo Colectivo Luis Pardo Sainz Director ejecutivo del Instituto Libertad
Columnas de Opinión: ¿Es adecuada la cita a la cumbre de presidentes "Democracia siempre" tal como fue definida?
Columnas de Opinión: ¿ Es adecuada la cita a la cumbre de presidentes "Democracia siempre" tal como fue definida? FRENTE A FRENTE Gobierno de Chile informo que el Presidente de la República será anfitrión de la "Reunión de Alto Nivel Democracia SiemSe llame Netanyahu en Israel o Nicolas Maduro en Venezuela. Se flame Ortega en Nicaragua o Vladimir Putin en Rusia. Se autoar.
Zaaiz Inácio Lula da Silva; de Colombia, Gustavo Petros y de definan de izquierda o de derecha", fueron las condiciones que estableció el Presidente Boric para condenar las violaciones de derechos humanos, durante una cita con los mandatarios de Brasil, España, Francia y Canadá, en el marco de la última Asamblea General de Naciones Unidas.
Sus palabras resuenan justo cuando la oposición busca desacreditar la "Reunion de Alto Nivel: Democracia Siempre" -con la que Boric recibira este lunes a sus pares de Uruguay y Colombia, España y Brasilsindicandola como una comparsa de "amigotes de izquierda". Más que una cumbre de izquierda, el encuentro busca reivindicar el derecho internacional como base del multilateralismo, al tiempo de intercambiar iniciativas concretas que reduzcan las desigualdades sociales y prevengan la desinformación, dos flagelos que afectan la salud de la democracia liberal. En febrero, la agenda de la reunión fue trabajada con el expresidente uruguayo, Luis Lacalle Pou, un liberal de derecha que ha defendido la cooperación regional y el rol del Estado. El intercambio llega cuando el sistema multilateral ha quedado sin capacidad para proteger a las naciones más pequeñas de la exclusión, las agresiones bélicas y el genocidio. Nuevamente, el estado de excepción de las guerras es la excusa de los autócratas para suspender la democracia.
Y los aspirantes a autócratas se apoyan en el uso malicioso de la tecnología para desconocer los resultados de las elecciones o se valen del Estado para "minarlo por dentro", ¿Por qué se eligen países sudamericanos para defender la democracia, cuando existen sendos ejemplos de deterioro en la región? Más allá de la persistente condena de Borie a las dictaduras de izquierda, habría que señalar que los pueblos de Chile, Uruguay y Colombia y Brasil, además de España, comparten el valor de la independencia democrática tanto como la necesidad de la autonomia económica y tecnológica. En otras palabras, la democracia liberal no es un patrimonio de la derecha.
Según el V-Dem Democracy Report 2025, mientras EE.UU. ha descendido en el Indice de Democracia Liberal, ubicándose en el puesto 24 con un puntaje de 0.75 Chile, bajo el gobierno de Boric, alcanza el puesto 15 con 0.79. Por supuesto, no es novedad que la derecha chilena cuestione el manejo de las relaciones internacionales por parte de gobiernos de izquierda, para luego celebrar sus recompensas. Joaquín Lavin, le pidió disculpas al expresidente Frei por su campana de 1999, en que se burlaba de los viajes de Frel con un avión de juguete. Y más recientemente, el candidato de ultraderecha, José Antonio Kast, dijo que Frei era un estadista que no había sabido apreciar cuando era Presidente. Pero en 2008, su partido decía que Frei no debía volver a gobernar por su manejo de la crisis asiática. Si hay algo parroquial en la derecha chilena, son sus opiniones de política internacional. En su ultima gira asiática, el jefe de Estado recibió una reprimenda de Kast, en que lo instaba a volver de Japón por un lío de política doméstica. Justo en la inauguración del pabellón de Chile en la Expo Osaka, clave para las relaciones comerciales del pais. Lo más revelador de la interpelación de Kast es que omite que el jefe de Estado puede responder preguntas durante su periplo y la prensa libre es parte fundamental del avión presidencial. Tal desconocimiento es muy elocuente respecto a las limitaciones que tendría la derecha para gobernar.
Mientras tanto, la reunión convocada por el Presidente Borle es una muestra de su capacidad para dirigir las relaciones internacionales del Estado de Chile pre", que contará con la participación de los presidentes de BraUruguay, Yamandú Orsi, asi como del Jefe de Gobierno de España, Pedro Sánchez.
Lo primero que cabe preguntarse es si se trata de una "cumbre" en el sentido clásico que dicho término tiene en las relaciones internacionales, esto es, el encuentro de jefes de Estado en el marco de su rol constitucional; que en el caso de Chile consiste en la materializacion de nuestra política exterior, o se trata más bien de una "cumbre" político ideológica, como parece ser el caso. Las políticas de Estado son aquellas que logran un consenso transversal de los partidos políticos y la sociedad, que se entiende de largo plazo entomo a los intereses permanentes de Chile. Asi por ejemplo la apertura comercial y los TLC son una politica de Estado en Chile, como lo es tambiên la promoción y defensa de la democracia.
Si bien este último principio parece ser el que se invoca para la anunciada cumbre, el perfil de los asistentes, su identificación con el "progresismo" y sus peculiares características, la asemejan mas a una cumbre del Foro de Sao Paulo o bien, de la Internacional Socialista que preside precisamente Pedro Sánchez.
En efecto, la cercanía de Pedro Sánchez al régimen dictatorial venezolano a través de su principal operador, el también ex Jefe de Goblemo español José Luis Rodriguez Zapatero; la histórica condescendencia con la dictadura venezolana de Inácio Lula da Silva y las cuestionables credenciales democráticas de Gustavo Petro, hacen de esta cumbre un encuentro de personalidades que, con la excepción del Presidente Yamanda Orsi de Uruguay, son líderes "progresistas" que avalan un régimen dictatorial como el de Maduro, y por tanto poco pueden aportar a la defensa de la democracia. Más aún, cuando algunos de ellos, en nombre de la lucha contra la desinformación, amenazan permanentemente la libertad de expresión y cuestionan el rol de la prensa.
Se trata entonces de una cumbre cuya organización responde más bien a la filiación ideológica de los gobernantes convocados, que al interés nacional y a la política exterior de Chile y por tanto cabe cuestionar a lo menos dos aspectos fundamentales.
El primero es constatar una vez más como nuestra política exterior se ha desdibujado durante el actual gobierno, anteponiendo la subjetividad personal que quien "habita" el cargo por sobre la rigurosidad y fidelidad que demanda su ejercicio. Que la conducción de las relaciones internacionales sea prerrogativa constitucional del Presidente de la República, no significa que el Presidente pueda hacer lo que sus preferencias políticas e impulsos personales le muevan a hacer. Esta cumbre parece responder más a los intereses ideológicos de los gobernantes convocados, que a los intereses permanentes de los estados que ellos representan. No se advierte cuál es su beneficio para los pueblos que representan, y cuáles las acciones concretas que, en defensa de la democracia, se pueden obtener de una reunión tan peculiar.
En segundo lugar, si lo que se busca es un beneficio politico para un sector ideológico y no se acredita la pertinencia de esta cumbre para el interés y la politica exterior de Chile, cabe cuestionar severamente el empleo de recursos públicos que esta demandará, tanto del anfitrión como de sus Invitados. Visto asi, esta "cumbre" no contribuye al prestigio de la democracia.
ILUSTRACIÓN RAFAEL EDWARDS El Presidente de la República convocó a sus pares de Colombia, Brasil, Uruguay y España para avanzar en el posicionamiento en favor del multilateralismo, la democracia y la cooperación global, dando continuidad a un primer encuentro realizado el año 2024, lo que ha sido objeto de debate atendiendo a la oportunidad y que no sea de una amplia representación, lo que abordan los analistas. ¿Cumbre de Estados o cumbre ideológica? Más que una cumbre de izquierda Luis Pardo Sainz Director ejecutivo del Instituto Libertad. ILUSTRACIÓN RAFAEL EDWARDS