Autor: HUGO HURTADO SOCIO DE DELOMTE Y ACADÉMICO UC
COLUMNAS DE OPINIÓN: ¿Igualdad o crecimiento? El orden de os factores sí afecta el producto
COLUMNAS DE OPINIÓN: ¿ Igualdad o crecimiento? El orden de os factores sí afecta el producto ace casi dos años escribí en DF una columna denominada "Impuestos, crecimiento y transferencias directas", invitando a diseñar un pacto fiscal sostenible a largo plazo, basado en criterios técnicos y con la gradualidad necesaria para implementar cambios de esta envergadura que se mantengan al largo plazo. La conversación de las distintas candidaturas ha puesto, de buena forma, como uno de sus pilares el volver a crecer, luego de años con una tasa de aproximadamente 2%, según información del Banco Central. Ante la inquietud de si es necesario igualar para crecer o viceversa, la data indica que es necesario lo segundo para luego implementar lo primero. Es interesante revisar la realidad de otros países para ver si es posible crecer y, al mismo tiempo, disminuir la desigualdad.
Por ejemplo, según la OCDE (2024), el Índice Gini -que mide la desigualdad, siendo O la igualdad absoluta y 1 la desigualdad más alta en Irlanda baja 15 puntos desde 0,49 a 0,34 tras impuestos y transferencias.
Al analizar el detalle de cómo se logra esa reducción, lo primero que se ve es que Irlanda ha sido uno de los países con más alto crecimiento de Europa y luego, que tres cuartas partes de la mejora del coeficiente de Gini, se debe a las transferencias directas. En Chile, el coeficiente mejoró a partir de 1990, de la mano de un crecimiento sobre el promedio de Latinoamérica, que actualmente está en 0,49, y tras impuestos y transferencias solo baja a 0,45.
En junio, un grupo de reconocidos econoEn junio, un grupo de reconocidos econoES HUGO HURTADO p SOCIO DE DELOITTE Y ACADÉMICO UC dh "Las transferencias directas alas personas en situación de más bajos recursos son una herramienta válida y, en muchos casos, Incluso más efectiva que otros mecanismos de ayuda más tradicionales" mistas y tendencias transversales publicó el documento "El Puente", en el cual se proponen varias medidas para retomar la ruta del crecimiento.
Para las personas de menores recursos, destaca la idea de eliminar programas sociales mal evaluados y realizar transferencias directas o un impuesto negativo de $ 80 mil, en un formato decreciente, a los quintiles más bajos. Esta propuesta, inspirada en el Earned Income Tax Credit de EEUU y en la experiencia irlandesa, podría reducir el nivel de desigualdad en forma relevante en nuestro país sin impactar el crecimiento. Este beneficio podría ser mayor si se incrementan gradualmente las transferencias. Esta medida costaría cerca de 0,7% del PIB, menor al 1,8% destinado a programas mal evaluados.
Además, no considera el costo en remuneraciones de funcionarios públicos de un Estado creciente -que administra 689 progra= mas ni la "filtración" de recursos que no llegan a quienes corresponden, estimada en 0,9% del PIB, según el BID.
Este "impuesto negativo" no es exclusivo de Irlanda o EEUU; otros países referentes, como Australia, Canadá y Nueva Zelanda, también han implementado sistemas de transferencias directas o impuestos negativos, otorgando beneficios directos a los quintiles más bajos y disminuyendo ineficiencias estatales. El foco en transferencias directas es, desde el punto de vista técnico, transversal y no atribuible a un solo sector político.
Por ejemplo, en 2019, los Nobel Banerjee y Duflo (reconocidos por propuestas liberales cercanas a la izquierda) concluyeron que no hay evidencia empírica de que las transferencias directas a personas pobres se malgasten o incrementen el consumo de alcohol y tabaco, y sí hay evidencia de que se destinan principalmente a nutrición, salud y educación.
En su libro "Good Economics for Hard Times" (2019), ambos autores defienden que las transferencias directas a las personas en situación de más bajos recursos son una herramienta válida y, en muchos casos, incluso más efectiva que otros mecanismos de ayuda más tradicionales. Duflo determina que entregar dinero directamente empodera a los beneficiarios, permitiéndoles decidir cómo usar esos recursos según sus nece sidades específicas, respetando su autonomía y fomentando el bienestar personalizado. Es cierto que no existe un camino único para combatir la desigualdad, pero el orden de los factores sí afecta el producto. Hemos tenido una serie de reformas tributarias esta última década que buscaban aumentar la recaudación para mejorar la distribución, pero no lo han logrado. La data nos señala que primero se debe crecer para disponer de más de fondos, y luego distribuir.
Con el camino más claro después de las primarias del oficialismo y teniendo en frente las elecciones de noviembre, este podría ser uno de los puntos de partida para un acuerdo amplio y técnico que las distintas candidaturas consideren dentro de sus ejes programáticos y, después, las respalden en el Congreso, de forma tal de poder retomar la senda del crecimiento y beneficiar a quienes más lo necesitan. quienes más lo necesitan..