Autor: VALERIA GALLARDO ABELLO, RECTORA CFT MAGALLANES
Habilidades Laborales para el Siglo XXI
Habilidades Laborales para el Siglo XXI En una columna anterior me refería con mucho entusiasmo de ser convincente, a la necesidad de que tanto jóvenes como personas adultas sin estudios formales, vieran en la Educación Técnica de Nivel Superior, como una de las mejores alternativas de educación profesional dado sus grandes atributos. Los mencionaba de esta manera: Ciclos cortos de estudios de 2.5 años que permiten un acceso al mundo laboral de manera temprana.
Alta empleabilidad por el alto déficit de mano de obra calificada, y por la misma razón, salarios muy competitivos, comparables con carreras universitarias, que tienen una extensión mucho más prolongada en el tiempo (5 años y más). Modelos formativos centrado en actividades prácticos que se desarrollan en talleres, laboratorios, empresa, lo cual permite un aprendizaje con sentido de pertinencia. Oportunidades que permiten desarrollar trayectorias formativas articuladas desde la educación media TP, educación técnica de nivel superior, carreras universitarias, y/o certificaciones posteriores a la obtención de un título. Pero hoy quiero agregar otros elementos, que vienen a sumar más atributos a la Formación Técnica.
Cuando hablamos de un profesional exitoso, no solo lo definimos por su capacidad de desempeñar de manera satisfactoria una tarea, sino también porque es capaz de poner en acción competencias y aptitudes que son fundamentales en el mundo actual que se caracteriza por su vertiginoso cambio. Algunos lo llaman habilidades para el siglo XXI.
Básicamente la literatura habla de la capacidad de adaptarse a nuevos escenarios, tener altas competencias en comunicación eficaz, generar un pensamiento crítico que le permita identificar amenazas y preparar soluciones, trabajar con otros, y por último, una sana inteligencia emocional.
Hoy hay una gran explosión mediática sobre estas nociones en el mundo empresarial y en la academia, no en vano, cuando observamos que a pesar de que, en las últimas décadas, el número de profesionales aumenta en el país, no así la producción, ni la innovación, ni las condiciones económicas, por lo tanto, cabe preguntarse, si solo las habilidades técnicas son suficientes para elevar los estándares laborales de un país. A priori, la respuesta es no.
Desde los modelos de formación técnica tenemos mucho que aportar en el desarrollo de estas competencias porque sus propósitos formativos y las metodologías de aprendizaje que se utilizan en este sistema obligan a generar escenarios reales de aprendizaje en y con las empresas en las cuales se potencian las “core skills” o habilidades fundamentales relacionadas con la mejor adaptación en entornos de trabajo dinámicos y cambiantes.
Desde lo técnico, no solo se espera que el estudiantado aprenda una acción mecánica y la desarrolle a la perfección, sino también que sea capaz de innovar con esa habilidad hacia nuevos usos o técnicas, a promover la solución de otros problemas a través de lo que sabe hacer bien, emprender o comercializar su competencias para darle valor agregado a su aprendizaje, trabajar con otros desde lo que sabe y domina para que en forma conjunta con otras especialidades o disciplinas, descubran nuevas formas de hacer las cosas, mejorando propuestas, e incluso proponiendo nuevos modelos Una formación técnica que favorezca el crecimiento del tejido social y productivo de una nación necesita desarrollar en sus aprendices, la curiosidad frente lo que aprende en búsqueda permanente de nuevos desafíos, una férrea voluntad de ir más allá de lo que ya conoce, situándose en escenarios que sean espacios fértiles para la creatividad y la innovación. Con mucha confianza y también alegría, el Centro de Formación Técnica de Magallanes, titula a 38 nuevos técnicos y técnicas para la región. Sin duda confiamos que sus desempeños adquiridos en las áreas de su especialización los dotarán para acceder a puestos laborales cumpliendo el primer objetivo de la educación superior.
Sin embargo, y casi con mayor satisfacción, estamos seguros de que los hábitos, conductas y emociones que han potenciado y desarrollado en el trabajo práctico en las aulas del CFT, así como sus experiencias prácticas en terrenos y empresas, fuera de abrirle puertas laborales, les cimentarán trayectorias profesionales exitosas que les permitirán enfrentar el mundo con las mejores herramientas. El mundo ya cambio, las carreras técnicas son el futuro..