Huella jesuita
Huella jesuita 4 H ace unos días, se concretó un importante proyecto de restauración de piezas patrimoniales de la sacristía de la Catedral Metropolitana, que son un testimonio de las profundas convicciones espirituales y del trabajo artístico e industrial que los jesuitas alemanes plasmaron en Chile durante el siglo XVIII.
Financiado por la Embajada de Alemania, y realizado gracias a la coordinación entre las universidades Adolfo Ibáñez y Católica, además del Centro Nacional de Conservación y Restauración (CNCR), se centró en la puesta en valor del retablo de la sacristía, una escultura de San Joaquín y un reloj de pie, conjunto que pronto podrá ser revalorado y difundido por medio de visitas físicas controladas, tal como sucedió en la última versión del Día de los Patrimonios.
Según destaca Fernando Guzmán, doctor en Historia del Arte, académico e investigador del Centro de Estudios del Patrimonio CEPA UAI, quien lideró la iniciativa, aquí coincidieron de manera virtuosa varios factores: "Por un lado, la Catedral siempre ha sido consciente de que custodia una historia y un patrimonio muy importantes en relación con el capítulo de los artesanos y maestros de origen alemán, que vinieron de Baviera, Suabia y Renania, estando activos en Chile entre 1720 Huella jesuita En el marco del proyecto "Arte e industria de los jesuitas alemanes activos en Chile durante el siglo XVIII en la Catedral de Santiago", recientemente fueron restauradas tres piezas artísticas de su sacristía. El trabajo se complementó con el diagnóstico de otros bienes culturales de este céntrico templo. Texto, Jimena Silva Cubillos. Fotografías, José Luis Rissetti. Imponente, el mueble de ornamentos es valorado por su factura, materiales y estado. Bajo la supervisión del CNCR, Carmen Pizarro restauró la escultura de San Joaquín. PATRIMONIO. Huella jesuita Este altar data de 1750; llegó a la Catedral en 1775 junto con otros objetos y ornamentos ornamentos jesuitas. Las pinturas del “Apostolado” “Apostolado” son obra del sacerdote jesuita Joseph Ambrosi; se encuentran en diferentes estados de conservación. El mueble del reloj es de caoba y tiene 210 cm de altura, ornamentos ornamentos simples y un remate dorado.
El Centro del Patrimonio UC aportó, entre otros, con un musicólogo que apoyó el diagnóstico diagnóstico y plan de restauración del órgano del coro. y hasta la expulsión de los jesuitas, en 1767, habiendo dejado una huella entre los artistas locales al favorecer el desarrollo de diversos oficios.
Y, por otro, nos informamos de que el gobierno alemán, a través del Programa de Conservación Cultural del Ministerio de Relaciones Relaciones Exteriores, tiene un fondo destinado a conservar, restaurar y documentar patrimonio patrimonio vinculado a Alemania, pero fuera de su país.
Considerándolo fue que pensamos un proyecto que integrara la producción artísti artísti ca e industrial en torno a esta obra”. Aprobado a comienzos de 2023, involucró la documentación histórica de diversos objetos objetos de influencia germana que son parte del _A patrimonio religioso de la Catedral, focalizándose focalizándose en un retablo fabricado en madera policromada, policromada, en técnica de marmoleado y dorado, que posee una gran hornacina central y cuatro columnas de orden compuesto, con fustes rodeados rodeados en espiral por figuras vegetales en sobrerrelieve, sobrerrelieve, talladas y doradas, elemento atribuido atribuido a los hermanos carpinteros y ebanistas Francisco Greuber, Juan Hogen, José Mezner y Jorge Karl, que antes perteneció a la iglesia de la Compañía de Jesús.
La firma ArTfacto se encargó de restaurarlo; básicamente, limpiarlo, limpiarlo, consolidar la capa pictórica de sus falsos mármoles y reintegrar material faltante. __ LE. 1 En tanto, la imagen de San Joaquín realizada realizada por Johannes Bitterich, cerca de 1720, en madera de patagua tallada y policromada fue recuperada por Carmen Pizarro, restauradora restauradora y conservadora de la Catedral. “Talcomo se descubrió en el retablo, esta escultura también tenía una lámina de plata.
Se encontraba encontraba en bastante mal estado; con capas de barnices y suciedad acumulada durante siglos, siglos, y además ha tenido intervenciones y repases”, repases”, dice la especialista, quien detalla que junto con estudiar la pieza y descartar la acción acción de xilófagos, se consideró una limpieza superficial, otra de repintes y resanes que afectaban su policromía original, yfinalizó con una reintegración cromática con rigatinos.
De igual modo, gracias a la labor del relojero relojero argentino Juan Pablo Tonelli, se puso en marcha el reloj de pie y péndulos (1757), obra de los hermanos jesuitas Pedro Roetzy Jacobo Jacobo Rottmayer e importante elemento de la sacristía que además de indicar las horas de las celebraciones, señala los días, semanas, meses y estaciones.
Por añadidura, el proyecto proyecto contempló un diagnóstico específico para el mueble de los ornamentos de la sacristía, pieza con diseño de planta en U, de 17 metros de largo por 3 metros de alto, elaborada en madera con refinadas técnicas de ebanistería; ebanistería; el “Apostolado”, un conjunto de 14 óleos sobre tela, que incluyen retratos de los doce apóstoles más Cristo Salvador y la Virgen María; María; y el órgano del coro, fabricado en madera policromada, marmoleado y con aplicaciones de molduras y coronaciones talladas y doradas, doradas, con motivos vegetales de estilo barroco bávaro, construido en Santiago, hacia 1754, posiblemente por el sacerdote jesuita Georg Kranzer, otro de los 40 expertos alemanes que llegaron al país en esa época. VE) ;I. 7 1.. I !. 47 ç r4.