Campaña Regional de NO Agresión a trabajadores de la Salud: violencia crece y hay temor
Campaña Regional de NO Agresión a trabajadores de la Salud: violencia crece y hay temor Esta semana, en que justamente se conmemora un nuevo «Día del Hospital», el Servicio de Salud Coquimbo, junto a la Delegación Presidencial Regional, lanzaron en Ovalle la Campaña de NO Agresión a Trabajadores de la Salud. Una sentida estrategia que responde a reiterados hechos de violencia que a diario ocurren en centros de salud de la región. El 2023, en el país se registró un promedio de 26 agresiones por día, alcanzando una cifra récord de más de 10 mil casos durante el año.
En toda la Región de Coquimbo, en el mismo año, hubo más 400 hechos de violencia hacia funcionarios, de acuerdo con las notificaciones que se realizaron bajo el procedimiento de la Norma 28 de Agresiones al Personal de Atención en Establecimientos de Salud. «Este llamado que ha-cemos como funcionarios, fuerte y claro, a entregarnos espacios de seguridad para poder entregar esta salud a toda la comunidad, nosotros necesitamos tener esa seguridad en los centros de salud y obviamente dependemos de nuestros usuarios y usuarios.
El llamado es que nos ayuden en esta campaña, es un trabajo multidisciplinario de distintos actos y esperamos que pueda rendir sus frutos», indicó Rodrigo Bustamante, presidente regional de la Confederación de Funcionarios de la Salud Municipal (CONFUSAM) e integrante de la mesa de seguridad de salud de Limarí.
Esta estrategia se ha trabajado colaborativamente con los diferentes miembros de las Mesas de Seguridad de Salud de Elqui, Limarí y Choapa y tiene como objetivo dar a conocer entre la comunidad usuaria y funciona-ria de la Red Asistencial Pública de la Región de Coquimbo, los procedimientos, derechos, obligaciones y sanciones relacionadas con las agresiones hacia las y los trabajadores de la salud.
Son justamente este tipo de situaciones las que se busca visibilizar a través de la campaña, y que no ocurran casos como el de Sybille Dejean, orientadora y facilitadora Intercultural del Hospital de Ovalle, quien fue amenazada verbalmente de ser agredida, incluso con un arma, al salir de su jornadalaboral, «me encanta lo que están haciendo para apoyar a las otras compañeras que han vivido lo mismo que yo, no creo que solo a mí me haya pasado.
Ojalá no vuelvan a pasar cosas así, porque nosotros estamos trabajando para apoyar a los usuarios, no estamos para nada negativo, al contrario». Las personas que agreden al personal de salud ya no quedan impunes y son sancionadas con el máximo rigor de la ley.
En diciembre del 2019, la Ley 21.188 modificó el Código Penal, conel fin de proteger a funcionarios que son víctimas de agresiones verbales y/o físicas en establecimientos de salud y educación, aumentando las penas para quienes causen violencia.
En esta misma línea, el delegado presidencial regional, Galo Luna, sostuvo que «el Presidente nos ha pedido construir un plan con cosas concretas, y hoy logramos el primer objetivo, que es esta campaña para prevenir y concientizar sobre las agresiones a los funcionarios y funcionarias de la salud, y sobre todo para advertir a quienes amenacen, violenten verbal o físicamente, decirles que será denunciado y tramitado como un delito.
No podemos normalizar estas situaciones en nuestros centros de salud, no vamos a descansar hasta que estas agresiones desaparezcan». Ernesto Jorquera, director del Servicio de Salud Coquimbo, destacó el trabajo que realizan los funcionarios de la salud y la importancia de procurar su integridad en todo momento, «nosotros hacemos una labor delicada, una labor que va en pro de recuperar la salud de las personas, por tanto necesitamos tranquilidad psicológica, saber que nuestros lugares de trabajo son seguros, que podemos retornar a nuestras casas con seguridad, nuestras familias esperan eso, y por tanto tenemos que hacer un fuerte énfasis en que tenemos que llevar a cero las agresiones de cualquier tipo».. Desde enero a septiembre de 2024, se registraron unas 300 denuncias de agresiones a trabajadores de la salud en la región, un 30% de ellas corresponden a amenazas, situación que es fiel reflejo de una realidad que se repite en centros de salud de todo el país.