El modelo de educación consciente que germina en los bosques de ARAUCO
El modelo de educación consciente que germina en los bosques de ARAUCO Una revolución educativa se desarrolla en los bosques de Chile, gracias a la colaboración entre Bosque Abierto, una iniciativa de ARAUCO y diversas instituciones educativas.
A la fecha, más de 6.000 estudiantes se han visto beneficiados con esta innovadora forma de aprender en medio del bosque, llamada “Aula Viva”. Durante Durante 2023, más de 6 mil estudiantes tuvieron la oportunidad de sentir los estímulos de la naturaleza: tocar los árboles, pisar la tierra, explorar los insectos y sentir el viento al respirar. Las escuelas se trasladaron a estos entornos naturales y desde allí, los estudiantes pudieron aprender en espacios abiertos.
Un sistema que a nivel mundial es muy conocido y valorado por los múltiples beneficios que tiene y que en Chile se está implementando desde hace algunos años de la mano de ARAUCO y su iniciativa Bosque Abierto, de la que brota “Aula Viva”, parte de su línea educativa. “En la naturaleza, las reglas estrictas pierden fuerza y se promueven nuevas relaciones sociales que impulsan a los niños a sentirse más felices, curiosos y tranquilos. Eso fue lo que nos empujó hace más de una década a abrir nuestros bosques para transformarlos en lo que llamamos aulas vivas”, cuenta Juan Anzieta, gerente de Bosques y Sustentabilidad de la compañía.
El ejecutivo destaca también que han puesto sus esfuerzos en promover los valores ecosistémicos del bosque a través de la educación ambiental, la conservación y el disfrute responsable de los recursos naturales por medio de experiencias reales.
Esta metodología también conocida como filosofía de Forest Schools ha sido implementada en países como Suecia, Finlandia y el Reino Unido por su capacidad para mejorar las habilidades interpersonales, el aprendizaje autónomo y el respeto por el entorno natural. Si volvemos a Chile, ARAUCO ha colaborado con diversas fundaciones e instituciones para adaptar y promover este método educativo, permitiendo un acceso más amplio a estas experiencias transformadoras.
Una de ellas es la Fundación Club del Bosque Valdiviano, con quienes desde Bosque Abierto y la Fundación Educacional Arauco, crearon una guía metodológica que se ajusta a los requisitos del currículo oficial del Ministerio de Educación, facilitando la integración de estas prácticas en el sistema educativo nacional. “Es muy importante ofrecer entornos educativos abiertos que promuevan la interacción, el movimiento y la exploración.
Es por eso que estos programas se basaron en los principios de “Conocer, Caminar, Saber, Explorar y Compartir”. Esto permite a los estudiantes encontrar sentido al proceso de enseñanza-aprendizaje”, recalcó Isidora Recart, directora ejecutiva de la Fundación Educacional Arauco. APUNTANDO A UN FUTURO MÁS CONSCIENTE Gracias al poder de vinculación de la Fundación Educacional Arauco, miles de niños han podido vivir distintas experiencias.
Por ejemplo, estudiantes de cuarto básico participaran en el programa “Hongos silvestres, un manual de niños para niños”, donde no solo aprendieron sobre la biodiversidad local, sino que también compartieron su conocimiento mediante la creación y la divulgación de un manual de observación.
Oncol Aula Viva es otro programa que lleva más de una década operativo, en el que estudiantes de diversas edades tienen la oportunidad de sumergirse en la riqueza de la Selva Valdiviana para aprender sobre ecología, cadenas alimenticias y el impacto humano en estos ecosistemas.
Esto, a través de hipótesis, investigaciones experimentales y no experimentales, utilización de herramientas de medición y un sin fin de insumos educativos y metodologías que le permiten a los alumnos comunicar sus hallazgos y acercarse a la naturaleza y los seres vivos desde un interés genuino.
Además, el elemento cultural de la educación en los bosques se destaca en el proyecto “Cuevas de Quivolgo” en la región del Maule, donde los estudiantes exploran la historia local y el patrimonio arqueológico, conectando con las raíces culturales y profundizando su entendimiento del entorno y su conservación.
Casos exitosos como estos evidencian que iniciativas como la que lidera ARAUCO, donde se integra la educación a los entornos naturales, no solo enriquecen el currículo escolar tradicional, sino que también promueven una conciencia ecológica más profunda.
“Creemos firmemente en el poder transformador de la educación y por eso abrimos estos espacios, que además de favorecer un aprendizaje significativo, hay otra ventaja relevante para los estudiantes, que es ser ciudadanos responsables y comprometidos con el futuro del planeta”, sostiene Anzieta. AULA VlVA El modelo de educación consciente O o o Monitoreo de ríos en la cuenca de Caramá vida, cordillera de Nahuelbuta..