¿Cisne negro o rinoceronte gris?
¿ Cisne negro o rinoceronte gris? 6 6 El sistema eléctrico chileno llevaba años acumulando señales de alarma.
Las fallas en la infraestructura, la sobrecarga del sistema de transmisión y la falta de inversiones en modernización eran riesgos latentes que no se abordaron con la urgencia necesaria". que no se abordaron con la urgencia necesaria". Víctor Orellana Acuña Exsubdirector de ONEMI Director de VOA Consultores ¿ Cisne negro o rinoceronte gris? gón masivo afectó al 98% de la población, generando caos en ¡ servicios esenciales, transporte y comunicaciones. Aunque muchos lo vivieron como un evento sorpresivo, este desastre no fue un "cisnenegro", sino un "rinoceronte gris": un problema previsible que seignoró hasta que se convirtió en crisis. El concepto de "rinoceronte gris", acuñado por Michele Wucker, se refiere a amenazas evidentes, con claras advertencias previas, que son ignoradas hasta que generan un colapso. Por otra parte, el concepto "cisne negro" refiere a eventos sorpresivos, altamente improbables antes de ocurrir y de muy alto impacto. En este caso, el sistema eléctrico chileno llevabaaños acumulando señales de alarma. Las fallas en la infraestructura, la sobrecarga del sistema de transmisión y la falta de inversiones en modernización eran riesgos latentes que no se abordaron con la urgencia necesaria. El apagón se originó por una desconexión en la línea de transmisión de 500 kV entre Vallenar y Coquimbo, operada por ISA Interchile. Sin embargo, el problema no fue la falla puntual, sino la fragilidad estructural del sistema. Las advertencias existían: informes de expertos señalaban que la red de transmisión no estaba preparada para absorber contingencias de gran magnitud. Los antecedentes de cortes anteriores, como los ocurridos en 2011 y 2014, ya habían expuesto las debilidades del sistema. Pesea estas alertas, la inversión en nuevas líneas y mejoras en la infraestructura fue insuficiente. La creciente demanda energética del país, impulsada por el desarrollo de energías renovables y el crecimiento económico, nofue acompañada por una planificación adecuada en transmisión.
Se priorizó la generación de energía, perosin garantizar la solídez de lasredes que la transportan. recae opalcin e Unaparecae opalcin e Unaparecae opalcin e Unaparecae opalcin e Unaparecae opalcin e UnapaLas repercusiones del apagón fueron inmediatas y generalizadas. Hospitales recurrieron a generadores de emergencia, el transporte público colapsó y las telecomunicaciones sufrieron interrupciones hasta quedar completamente suspendidas a sólo 4 horas del apagón.
El Festival de Viña del Mar, transmitido en vivo, tambiénse vio afectado, generando un impacto mediático y económico importante, que acrecentó aun mas la sensación de la opinión pública de que estábamos presenciando una crisis inmanejable. Este evento demostró la falta de preparación ante una crisis anunciada. No existían protocolos eficientes para una recuperación rápida, y la comunicación oficial fue tardía y confusa. Esto no solo afectó la confianza en las autoridades sectoriales, sino que también evidenció la vulnerabilidad del país ante fallas sistémicas de nuestra infraestructura eléctrica.
No obstante, algunas medidas tomadas para. el control de la situación, como lo fueron la rápida instalación del COGRID nacional y la declaración del Estado de Excepción para desplegar alas Fuerzas Armadas en tareas de resguardo del orden y seguridad, n ron a aplacar la furia de la población ante tamaña afecta cotidianidad. El apagón del 25 de febrero es una llamada de atención. No es un evento aislado ni imprevisible. Chile debe asumir que su infraestructura crítica está en riesgo y que postergar decisiones en energía puede traer consecuencias graves. Es urgente reforzar el sistema de transmisión, diversificar lared y establecer protocolos de respuesta más eficientes. La planificación energética debe considerar no solo la generación, sino también la resiliencia de la transmisión y distribución. Finalmente, es fundamental que Chile cuente verdaderamente con una política pública que priorice la inversión en infraestructura eléctrica y la regulación de empresas del sector. El "rinoceronte gris" del sistema eléctrico chileno no puede seguir siendo ignorado. Si no se toman medidas concretas ahora, la próxima crisis podría ser aún peor.. . . .