Osorno sin corrupción
E Como dice el poeta Mario Benedetti: “Cada ciudad puede ser otra”, de la misma manera creo que Osorno puede ser otra ciudad mucho mejor, una urbe atractiva, segura y amigable, capaz de reconocer la riqueza de su diversidad cultural y su propio carácter social.
Eneste contexto la figura alcalde es clave, se requiere que sea un personaje competente, accesible, abierto y plural, capaz de conducir y gerenciar el desarrollo de la ciudad Osorno desde el municipio, así como convocar a todos los osorninos sin prejuicios ni sectarismos a trabajar por un proyecy que además, seacapaz de asumir en forma integral la preocupación por los pequeños y grandes problemas de Osorno, tales como la calidad del aire la limpiezade los ríos, la cogestión vehicular, la calidad del transporte público, la construcción de un Terminal de Buses decente, el desarrollo urbano, la disposición final de los residuos sólidos, el desarrollo social y económico delas organizaciones, y la participación ciudadana.
Existen dos tipos de candidatos: están los que con esmero, convicción y auténtica vocación de servicio público, desarrollan una labor dondeanteponen el interés de la sociedad o de la comunidad por sobre el interés particular o individual.
Y están los merodeadores del poder, aquellosque traicionan sus propios ideales y se afanan por ser lo que no son y sufren del síndrome de Hubris: cuadro sicológico que leva a convencerse luego de un tiempo del ejercicio del poder que es omnipotente, superior, más brillante, audaz e inteligente que todos. En consecuencia, elegir a la persona indicada es fundamental si se quiere hablar de una antes y un después enel destino de Osorno. Sabemos que ocurre con las ciudades lo que en los sueños: todo lo imaginable puede ser soñado y las ciudades, como los sueños, están construidos de deseos y de temores. Lo importante es atreverse, además de tener la grandeza y la generosidad parasoñar con una ciudad mejor, en la que no sobre nadie y donde no habite la corrupción. Iván Neira Navarrete