Autor: Valentina Orrego Larraín, especialista en liderazgo, género y colaboración
Columnas de Opinión: Mentoría y liderazgo
Columnas de Opinión: Mentoría y liderazgo H asta hace no mucho tiempo se creía que el liderazgo era cuestión de carácter. Que bastaba con tener una voz fuerte y determinación para avanzar. Peroen estos tiempos complejos y cambiantes, sabemos que liderar implica algo mucho más profundo: una mezcla de visión, flexibilidad, empatia, escucha activa, capacidad de aprender y sí, también de resolver. Por eso, cada vez más personas y organizaciones en el mundo están incorporando herramientas que acompañen a quienes lideran. Una de las más potentes -y muchas veces invisibilizadases la mentoría. La mentoria no es dar consejos ni corregir errores. Es sostener conversaciones transformadoras con alguien que nos ayuda a ver lo que solos o solas no alcanzamos a mirar. Que nos desafia con respeto. Que ofrece perspectiva cuando la brújula interna se empieza a desorientar. Que acompaña sin juzgar y habilita nuevas formas de pensar, sentir y actuar. Estudios recientes muestran que el 72% de las personas mentoreadas mejoran su balance vida-trabajo y su salud mental; y un 64% reporta aumentos de ingresos y una toma de decisiones más estratégica.
Además, quienes cuentan con mentorías activas tienen un 23% más de probabilidades de ascender, y tasas de satisfacción laboral cercanas al 90% ¿ Y desde el punto de vista organizacional? Empresas que invierten en mentoria han logrado hasta un 70% más de productividad, un 50% más de retención de talento y reducciones de rotación cercanas al 20%. Es decir: más compromiso, más motivación, más innovación y menos desgaste. ¿Y esto que tiene que ver con nuestro territorio? En la Región de Los Lagos, donde industrias como la salmonicultura, la agricultura, la ganadería y el turismo son claves para el desarrollo económico y social, urge impulsar liderazgos con nuevas miradas.
Especialmente de mujeres que han estado subrepresentadas en los espacios de poder, pero no en capacidades, experiencia ni compromiso, Incorporar más mujeres en cargos de decisión no es sólo una apuesta por la equidad: es una estrategia inteligente para el futuro. Pero para que esa integración sea real y sostenible, necesitamos crear entornos donde el liderazgo se acompañe, se nutra, se legitime. Donde se pueda aprender desde la experiencia del otro y también desde la propia vulnerabilidad. Ninguna transformación profunda ocurre en soledad. Los liderazgos que hoy necesitamos no se improvisan: se cultivan. Yla mentoria es una de las mejores formas de hacerlo.. C Columna