El cambio climático puede enseñarse en casa con manualidades sustentables
El cambio climático puede enseñarse en casa con manualidades sustentables n La educación sobre este tema desde edades tempranas es clave para abordar el problema. Recrear especies de flora y fauna con materiales reciclados o hacer confeti con hojas secas son algunas sugerencias. Los días que quedan de vacaciones escolares de invierno pueden ser la oportunidad ideal para, a través de actividades didácticas y manuales, educar a los niños sobre el cambio climático. Hacerlo es clave ya que, según Naciones Unidas, la educación es un componente fundamental a la hora de abordar este problema. "La educación puede lograr que las personas cambien sus actitudes y conductas.
En las aulas, las personas más jóvenes pueden aprender sobre el impacto del calentamiento global y sobre cómo adaptarse al cambio climático", se lee en su página (https://shorturl.at/7OQCe). El tema puede enseñarse también en la casa "a través de actividades prácticas, económicas y divertidas.
Así, se puede fomentar una conciencia ecológica desde temprana edad", afirma Catalina Droguett, autora del libro "Ecología personal" e influencer de sustentabilidad (@catadroguettp en Instagram). Por ejemplo, señala, se puede realizar confeti con hojas secas que se encuentren en el patio o en la calle. Solo basta una perforadora de papel y diferentes hojas de colores para hacer chaya biodegradable. De esta manera se puede enseñar lúdicamente conceptos como la reutilización y contaminación. María de los Ángeles Cortés, académica de Educación Diferencial de la U.
San Sebastián, sugiere fabricar comedores para pájaros. "Se pueden hacer dispensadores con botellas de plástico o cajas y ponerlos en espacios donde haya cerca árboles o sepamos que hay nidos". Hacer en familia este tipo de manualidades no solo "refuerza la confianza y aumenta la autoestima de los estudiantes, también ellos aprenden de biodiversidad y cómo cuidar a las aves desde su entorno más próximo", dice la docente.
Asimismo, añade, se puede aprovechar las salidas a parques, cerros o zoológicos para identificar la flora y fauna, y explicarles en un lenguaje sencillo su relevancia para el planeta y los peligros a los que se enfrentan debido a la acción humana. Luego, en el hogar, se puede dibujar y pintar, o recrear con materiales descartados, como tapas de botellas, rollos de papel higiénico o pedazos de revistas, algunas de las especies observadas. Por otro lado, "con los residuos tecnológicos que hay en la casa, los cuales son más complejos de reciclar, se pueden hacer esculturas y pequeñas obras de arte.
La idea es reutilizar la basura electrónica y darles a los niños la posibilidad de que evidencien que estos elementos pueden tener una segunda vida y erradicar la cultura desechable de usar y botar, que es tan perjudicial para el planeta", dice Cortés. "Por medio del juego nosotros podemos ayudar a desarrollar en los niños ciertas habilidades y competencias que están relacionadas al medio ambiente o la sustentabilidad.
A través de estas dinámicas, que podemos generar como padres, se pueden ir fomentando y desarrollando habilidades asociadas al tema, como la empatía, el trabajo en equipo y la sensibilidad frente al medio ambiente", sugiere Susana Saravia, psicóloga infantojuvenil de la Clínica U. de los Andes. Actividades para vacaciones de invierno: C. MENARES Aprovechar los paseos al zoológico o a algún parque y, luego, dibujar los animales o las especies vegetales vistas es una forma sencilla de enseñar sobre biodiversidad. PEXELS.