¿Qué se necesita para ser un héroe?
¿ Qué se necesita para ser un héroe? ¿ Es Christopher Reeve más héroe que el mismísimo Superman? ¿ Es Reeve un héroe? ¿ Es Donald Trump, el electo presidente de los Estados Unidos, un héroe?Mi teoría es que, para bien o para mal, todo es interpretable. No vivimos en un mundo ideal, en equilibrio, un mundo donde nos entendemos civilizadamente, velando siempre por el bien común. No. Vivimos en un mundo que se equilibra precariamente, inundado de interpretaciones, de ambiciones de poder y dinero. Intentamos poner orden con leyes, tratados, límites, banderas, organizaciones. Pero como todo es interpretable, cada cual se inventa mundos. Las buenas intenciones chocan irremediablemente con los hechos.
El único consuelo es que aún hay gente que interpreta las señales buscando el bien común, que controla su ambición sin caer en la codicia, que tiene claro que importa menos el “yo” que el “nosotros”. Un héroe, según la omnipresente RAE, es una persona que realiza una acción muy abnegada en beneficio de una causa noble. Entonces, un héroe se ubica entre aquellos que interpretan buscando el bien común. Ahí está Superman, el héroe por excelencia, o más bien el superhéroe. Ese ejemplo no vale, me dirá usted. El mundo de los superhéroes no es real. Pero de eso me defenderé más adelante. Por ahora, digamos que hay distintos tipos de héroes. Y Superman es un tipo de héroe que nos recuerda la necesidad de los actos heroicos, aceptando que no puedo volar ni soy inmune a las balas. Tampoco puedo ir por la ciudad colgando de los edificios, mientras pienso que todo poder impone una gran responsabilidad. Superman y sus amigos no son responsables de nada, quizás de motivarnos de niños con historias que nos ayudan a sobrevivir. El asunto es que a Superman lo interpreta un hombre de carne y hueso. Christopher Reeve, el más icónico Superman, tiene una historia personal que cae perfectamente en la línea de lo heroico, dejando abierta, por supuesto, la discusión a las interpretaciones. Seestrenó recientemente el documental “Super/Man: La Historia de Christopher Reeve”, que juega con la idea de quién es realmente el héroe. O dónde encontramos la heroicidad, o qué acto es heroico. Bueno, Reeve optó por vivir cuando sus superpoderes no fueron suficientes ante una caída improbable. Quedó paralítico, pero con la mente intacta. Lo contrario a la demencia que deja la mente vagando en el limbo de la nada, mientras el cuerpo aún responde mecánicamente. Reeve, no Superman, decidió vivir cuando lo acechaban los fantasmas. Dana, su esposa, le dijo que, pese a su estado, seguía vivo y, lo más importante, lo amaba. Eso, reconoce Superman en el documental, le salvó la vida. Decidió, interpretando las palabras de Dana, que quería vivir. Ser un héroe es, también, cuestión de tomar decisiones. Decidir hacer algo cuando la lógica, las emociones, los sentimientos, dicen lo contrario. Es pensarlo y hacerlo. Ahí, justo en ese momento, es cuando nace el héroe. Ninguno de los superpoderes de Superman, ni sus actos extraordinarios para salvar a la humanidad, son tanheroicos como la decisión de Reeve de seguir con vida. En 1987 Christopher Reeve decidió apoyar a un grupo de actores chilenos amenazados de muerte.
Viajó a Chile en lo que serían las postrimerías de la dictadura y dijo: “Estoy aquí de actor a actor, de trabajador a trabajador, de amigo a amigoEsta situación es muy grave y va más allá de los cómicsMi preocupación es con los derechos humanos”. Yo haría una película.
El personaje principal sería Julio, el hijo de Julio Jung y María Elena Duvauchelle, actores que lo fueron a buscar al aeropuerto en un pequeño Mazda, que se hizo más pequeño aun después que Reeve intentara acomodar, sin mucho éxito, su metro y 93 centímetros de estatura. Pero Clark Kent, como buen tímido, no se quejó. La escena siguiente sería en la puerta del departamento del matrimonio Jung-Duvauchelle. El niño Julio abre la puerta, observa primero a sus padres y luego debe hacer un esfuerzo para alzar la cabeza e identificar al hombre que los acompañaba. Era Superman y estaba en su casa. Superman regresó a su planeta y laamenaza contra los actores quedó en nada. Al año siguiente, 1988, lo vimos en la franja del “No”. “El voto es secretoel futuro de su país está en sus manos”, dijo mirando a la cámara. En 1996, un año después del accidente que lo paralizó de la cabeza a los pies, fue entrevistado para la Teletón.
Y en el 2004, pocos meses antes de su muerte, el Gobierno de Chile lo condecoró con la Orden Bernardo OHiggins. ¿Es Christopher Reeve más héroe que el mismísimo Superman? ¿ Es Reeve un héroe? ¿ Qué se necesita para ser un héroe? ¿ Es Donald Trump, el electo presidente de los Estados Unidos, un héroe? Ya, esa está fácil. Para mí, Trump es solo un agitador de masas, un gatillo fácil, un predicador que seduce con frases populistas. Sin embargo, ese personaje sedujo a una mayoría indiscutible de ciudadanos que confían en sus capacidades. Millones de estadounidenses lo ven como un héroe que llega a salvarlos. ¿Por qué ellos están equivocados y no yo? Todo es cuestión de interpretaciones. Trump se veía descendiendo desde el cielo el día del asalto al Capitolio, mientras sus adeptos, eufóricos, lo vitoreaban haciendo relinchar sus fusiles. El mismo Trump de Stormy Daniels, el mismo de la interferencia electoral y de los documentos clasificados. Pero a los héroes no se les enjuicia. Se les adora como a dioses. No hay duda, Trump es un héroe para millones de estadounidenses. Una vez más, una cuestión de interpretación. Y de decisiones. Trump, sin escuchar las críticas o por lo mismo, por escucharlas y hacer como si nada, decidió que es el elegido, el único capaz de levantar muros para que no entre el aire. No sé. Quiero creer que los verdaderos héroes no eligen ser héroes. Lo son, simplemente, porque en un momento dado deciden hacer algo bueno por otro u otros, casi por instinto, sin tener conciencia de las consecuencias. Yo prefiero a Christopher Reeve antes que a Supertrump.. Rodrigo Contreras Vergara