Una y otra mirada va; mirada viene, mirada va
Una y otra mirada va; mirada viene, mirada va DE PUÑO Y LETRA Un día otoñal tomando un café con un amigo partimos conversando sobre Tommy Rey, quien acaba de fallecer.
Seguimos con un viento fresco recorriendo nuestros trabajos y me comentó que había tenido la oportunidad de hacer una serie de focus y de entrevistas en profundidad para distintos mandantes en ciudades apartadas, ciudades pobladas y zonas rurales.
Interesante, le dije, ¿se ve alguna tendencia? Me miró y dijo: Poco bueno, en realidad, si me fuerzas a decir algo, dos cosas: una cierta nostalgia por el Chile de antes del estallido, y mira, en casi todos los focus el tema de cuidados es un tema para mucha gente. Tantas historias detrás de las canciones y los datos. Partamos por los datos de cuidados. La II Encuesta Nacional del Uso del Tiempo (ENUT) nos entrega datos recientes (2023) que confirman una realidad persistente en Chile: la desproporcionada carga de trabajo no remunerado que enfrentan las mujeres.
Según los nuevos datos, ellas dedican dos horas diarias más que los hombres al trabajo no remunerado (14 horas más a la semana y 56 al mes). Este patrón, inmutable desde 2015, genera una diferencia significativa en la carga global de trabajo: las mujeres dedican el 44% de su tiempo al trabajo no remunerado, comparado con el 29% en los hombres. No hay duda hacia dónde se inclina la balanza de oportunidades y por qué es un tema en las conversaciones. ¿Quién no pensar que la tasa de fecundidad de chilenas es mucho menor. Mirada viene, mirada va.
Y aquí aparece la Encuesta Bicentenario, que hurga en algunas de las razones que podrían impactar el que haya descendido esta tasa de natalidad: “Tener niños hace más difícil que la mujer trabaje” o “la sociedad chilena no apoya a las mujeres para tener hijos” son algunas de las razones preponderantes.
La economista premio Nobel (Goldin, NBER) sugiere que este fenómeno se da en los países que han experimentado tasas de crecimiento muy altas en períodos breves; y que esto genera conflictos generacionales y de género que potencialmente impactan las tasas de natalidad.
Y si bien es cierto que las mujeres han incrementado sus procedimientos de esterilización, el crecimiento de vasectomías en el caso de los hombres en relación con 2013 es de 887% (CEP). Para resolver esto, observemos qué ha resultado en países que pasaron por esto; qué han hecho desde las políticas públicas y el mercado del trabajo. Saltan de inmediato Sala Cuna Universal, jornadas parciales o flexibles de trabajo, reconocimiento del trabajo no remunerado dedicado al cuidado pero qué más. Mirada viene, mirada va.
Y para terminar, mientras pedimos otro café y seguíamos conversando sobre Tommy Rey, nos dimos cuenta de que casi todos los indicadores demográficos estaban cambiando de manera rápida: los datos del Censo que “CREEMOS INCENTIVOS PARA AUMENTAR LA TASA DE NATALIDAD, ABRAMOS EL MERCADO LABORAL PARA GENERACIONES MAYORES Y FORMEMOS A CUIDADORES”. conoce a alguien hoy, probablemente mujer, que se dedica a tareas parciales/jornada completa de cuidados de menores, familiares, adultos mayores? Y bueno, como la mirada viene y la mirada va, me puse a buscar datos demográficos de Chile.
Y me crucé con un interesante boletín del CEP (2025) que recoge cifras de diversas fuentes y construye el desafiante mapa demográfico: si en Chile el 2024 19% de la población tenía más de 60 años, en 2050 ese porcentaje alcanzará 32%. Más brutal es que en los 60 teníamos una tasa de natalidad de 5,5 por mujer, que pasó a 2,1 a inicios del 2000 y hoy es de 1,17 hijos por mujer.
Estos datos incluyen a todos los niños nacidos y si suponemos que las madres extranjeras contribuyen en mayor medida a la natalidad, podemos conocimos en marzo nos muestran que si en 1992 los hogares de personas de 65 años o más eran el 4,3%, el 2024 representan el 11,6%. Y que el cambio en términos de hogares unipersonales es también muy pronunciado; mientras en 1992 era 8,3% de los hogares, hoy son el 21,8%. Miremos el futuro ahora que aún tenemos tiempo, contrastemos datos mientras escuchamos música.
Preocupémonos de nuestra salud para llegar bien a la tercera y cuarta edad, creemos incentivos para aumentar la tasa de natalidad, abramos el mercado laboral para generaciones mayores y formemos a cuidadores para que la carga social y la salud mental no recaigan sobre las mujeres. Gracias, Tommy Rey.. MARÍA OLIVIA RECART