Un trastorno que demanda empatía
Un trastorno que demanda empatía ste 13 de enero, en el E Día Mundial de la Lucha contra la Depresión, se ponesobre la mesa una realidad preocupante: este trastorno de salud mental afecta a millones de personas en todo el mundo, incluyendo a una cantidad significativa de chilenos. depresión, La más allá de ser un estado pasajero de tristeza, es una enfermedad compleja que impacta profundamente a quienes la padecen, así como a sus familias y comunidades. Según datos recientes, en nuestro país una de da cinco personas experimentará algún tipo de trastorno de salud mental a lo largo de su vida, y la depresión es una delas principales causas de discapacidad. Sin embargo, enfrentamos dos grandes desafíos: un déficit estructural en la atención en salud mental y una sociedad que aún no comprende del todo la gravedad de estos trastornos. A nivel del sistema deEDITORIALsalud, Chile tiene una brecha significativa en cuanto a especialistas en salud mental.
La disponibilidad profesionales del área sigue siendo insuficiente, especialmente en regionesésNuestra sociedad debe reflexionar respecto de cómo enfrenta y ayuda a enfrentar uno de los males más extensos de este siglo: la depresión”. alejadas de los grandes centros urbanos, lo que deja a muchas personas sin acceso oportuno a un diagnóstico o tratamiento adecuado. Á esto se suma la falta de cobertura económica para tratamientos de largo plazo, que muchas vecesno son accesibles para familias de ingresos bajos o medios. Por otro lado, es crucial generar un cambio cultural. Aún persiste un estigma que minimiza o invisibiliza los trastornos de salud mental, lo que dificulta que las personas busquen ayuda o que reciban el apoyo necesario de su entorno.
Se hace nesario construir una sociedad más consciente y empática, donde se normalice hablar de la salud mental sin prejuicios y donde se entienda que pedir ayuda no es un signo de debilidad, sino de fortaleza. Esta conmemoración la acdebe ser un llamado a ción: por un lado, las autoridades deben priorizar la salud mental como un eje central de las políticas públicas. Y por otro lado, cadauno de nosotros tiene la responsabilidad de serparte del cambio, educándonos sobre estos trastornos y ofreciendo apoyo a quienes lo necesiten.. EDITORIAL