"Me decían: ¿Estás trabajando con futbolistas? ¿Cómo se te ocurre?
Por Mane Cárcamo 1 doctor Alejandro Orizola comienza esta entrevista telemáti entado al lado de Nicolás Massú. Es viernes y en la sala médica de la delegación chilena en los Juegos Olímpicos de París, hay un muy buen ambiente. Sin embargo al rato, y para concentrarse, el jefe médico del Team Chile decide salir del lugar. Por la calle pasan ruidosamente los rugbistas neozelandeses; “son desordenados” dice Orizola mientras los muestra a través de su celular.
Se refugia en una bodega y continúa la conversación, pero en un momento le tocan la puerta: son Gert Weil y Ximena Restrepo —padres de la campeona panamericana Martina que lo quieren saludar, Para este especialista en traumatología y ortopedia, integrante del equipo de medicina deportiva de la Clínica Universidad de los Andes, la cita en la capital francesa representan sus séptimos Juegos Olímpicos.
Marca registrada en el deporte chileno, ha sido médico de la selección chilena de fútbol, del equipo de la Copa Davis y de la Universidad de Chile (como buen hincha azul que es). Desde Paris, reflexiona sobre los desafíos actuales del deporte, cuenta anécdotas y relata su experiencia sobre el oro obtenido por Francisca Crovetto.
“La salud mental es todo un problema en la competencia” —¿ Cómo fueron sus inicios en la medicina deportiva? —Cuando hice mi especialidad, llegué a los cadetes de fútbol de la Universidad de Chile gracias a mi suegro, que era muy amigo del presidente del club en esa época. Me fui quedando, pasé al primer equipo y estuve allí cuarenta años. Hoy día hay muchas personas dedicadas a la medicina y al deporte, pero cuando comencé, dentro de la comunidad médica, era algo cuestionado. Me decían: “¿ Estás trabajando con futbolist: te ocurre?”. Actualmente esa percepción ha cambiado; a la gente joven le entusiasma mucho la conexión entre ambos mundos.
Y agrega: “En medio de todo eso, recibí una invitación para participar en los Juegos Olímpicos de Sídney (2000) como parte del equipo médico, y ahí comenzó mi camino en el olimpismo, que continúa hasta hoy”. —¿ Y usted es deportista? —He hecho de todo, lo que es típico de los malos para el deporte. Nunca he destacado en nada, disfruto viéndolos, pero no podría rme ni de futbolista ni de tenista. Sería muy presuntuoso. —Ha asesorado en muchas disciplinas deportivas, ¿pero cuál le apasiona más? —El tenis.
No hay nada que hacer. —Nolo dudó ni un segundo, ¿la razón? —Trabajo hace mucho tiempo con los tenistas en la Copa Davis, los conozco desde muy chicos a varios y aunque algunos ya son viejos, siguen siendo niños.
De hecho, tengo uno acá al lado (se ríe mientras enfoca a Nicolás Massú que saluda a la cámara). De ahí cosa emocional con el tenis, las vivencias son muy marcadoras y eso hace que se les quiera de otra manera. —Ha contado que tenía una bonita reAlejandro IA El jefe médico del Team Chile, que trabaja en sus séptimos Juegos li AN lación con el Chino Ríos. ¿Sigue en contacto, él es bien difícil? hay un contacto a la manera del Chino Ríos por supuesto. Tiene su estilo, pero sí, siempre existe una comunicación, El Chino tiene dos caras, una con los medios y otra en lo personal. Es una persona muy cariñosa y generosa.
En forma anónima ha ayudado a mucha gente sin que nadie lo supiera. —París son sus séptimos Juegos Olímpicos ¿ cómo ha visto el cambio del deporte a través de los años? —El cambio está directamente vinculado con la tecnología, impactando tanto en el rendimiento deportivo como en la indumentaria y los equipos de entrenamiento.
Desde el punto de vista de la medicina deportiva, hoy viajamos con un equipamiento que hace diez años era impensado, prácticamente montamos una clínica móvil. —Con la vorágine de las redes sociales y el acceso al celular, ¿a los deportistas les cuesta concentrarse más cuando están compitiendo? —Ese es un punto tremendamente importante. Las grandes diferencias entre dos deportistas del mismo nivel se plasmarán en quien pueda enfocarse más en lo que está haciendo.
Enfocarse más significa tener un manejo racional delas redes sociales, porque hay algunos deportistas que están hasta la dos de la mañana en Instagram o chateando y otros que respetan sus horas de sueño y entrenamiento. Eso, al final, se traduce en la performance. De hecho, el Comité Olímpico Internacional ha distribuido por primera vez unos folletos para los deportistas sobre cómo racionalizar el uso de las pantallas.
Porque tú puedes cuidar su alimentación y otros aspectos, pero una vez que el deportista llega a su habitación, pierdes el contacto, y ahí puede pasar perfectamente dos horas en el celular. —Y no sólo chateando, también revisando los cometarios que les dejan en sus publicaciones. —Exactamente, y eso influye mucho en la moral y en la autoestima del deportista. —Ha dicho que después de los juegos de Tokio (2020), en donde la gimnasta Simone Biles se retiró de una final por motivos de salud mental, este tema se enfrenta con otro énfasis. —La salud mental es todo un problema que explota en situaciones de estrés, como lo es una competencia. Por lo mismo, la idea es que los deportistas manejen todas esas problemáticas durante el periodo de precompetencia con su psicólogo correspondiente. En eventos como este, el Comité Olímpico ha incorporado iniciativas novedosas. Un ejemplo es que cada delegación tiene que venir con su propio wel_fare officer (funcionario de bienestar), un psicólogo o psiquiatra que se encargue del manejo de contención en posibles crisis.
Además de eso, desde este año el país anfitrión tiene que contar con un staff de psicólogos permanentes para atender otro tipo de patologías. —Hace treinta años la psicología no era un tema tan potente y probablemente los deportistas estaban más solos.
Hoy tienen mayor acceso a esa ayuda, pero pareciera ser que en la actualidad los problemas de salud mental son más frecuentes. ¿ Lo ve en su día a día? —Creo que estos temas dependen en gran medida de la personalidad de cada deportista. Hay grandes atletas que no necesitan este tipo de apoyo, mientras que otros sí lo requieren; es bastante variable. A menudo, se crean expectativas y un clima a veces hostil, lo que puede generar una sensación compleja en el deportista.
En competencias de alto nivel, como en los Juegos Olímpicos donde hay un público de 30 mil personas, si el deportista no está completamente enfocado 0 no tiene suficiente experiencia, el estadio de todas maneras se lo comerá. “Deportivamente la migración va a influir para bien” —¿ Cómo vivieron el oro de Francisca Crovetto? —Fue un momento realmente emocionante. Estábamos todos los de la delegación siguiendo la competencia desde la Villa Olímpica, hubo gritos y una alegría impresionante. Lo maravilloso además es que el oro lo ganó la Pancha, que ha sido un ejemplo para la juventud en cuanto a los valores que debe tener un deportista. Entonces se conjugan el premio a la trayectoria deportiva y el reconocimiento a la gran persona que es.
No hay mejor persona para engalanar el cuadro de medallistas de Chile que ella. —Hace unos días publicó una foto en su Instagram con Carlos Alcaraz. ¿Cómo fue ese encuentro con el español que es el número uno más joven en la historia del tenis? —He:tenido la oportunidad de conversar con él en otras ocasiones, aunque no puedo decir que sea un conocido ni mucho menos. Esta vez coincidimos al cambiar turnos en la cancha y tuvimos una breve conversación de pasillo. Alcaraz tiene una muy buena relación con Nico Jarry y Alejandro Tabilo, y fue un encuentro de camaradería.
Es encantador, muy cálido, una persona sencillísima. —Lo mismo que se destaca de Rafael Nadal, que protagonizó uno de los momentos emotivos de los juegos tras su derrota con Novak Djokovic, ya que se espera que se retire pronto de las competencias. —La primera noche en la Villa Olímpica Rafa Nadal fue a comer con Carlos Alcaraz. Llegaron al comedor y quedó la escoba, imagínate, todos los otros deportistas, que son sus pares, tremendos profesionales, se pararon a saludarlos. No te miento: se habrán tomado unas mil fotos cada uno y ninguno de los dos le dijo que no a nadie. Deben haber estado 45 minutos en eso, hasta que llegó un momento en el que se sentaron en la mesa y ahí todo el mundo los respetó. Pero esos gestos te demuestran la calidad de gente que son. —Socialmente se ha instalado la idea de que los chilenos no tenemos habilidades para el deporte.
Usted afirmó que “fisiológicamente no hay nada que indique que los deportistas chilenos sean malos”. ¿Por qué cree que está tan arraigado ese complejo de inferioridad? —No es mucho el peso de nuestro país en el ámbito deportivo global y existen varias razones.
Primero, la geografía: somos el país más alejado del mundo, lo que hace que entrar en contacto con otros países sea costoso en térmiEnfocarse más significa tener un manejo racional de las redes sociales, porque hay algunos deportistas que están hasta la dos de la mañana en Instagram”. La primera noche en la Villa Olímpica Rafa Nadal fue a comer con Carlos Alcaraz. Llegaron al comedor y quedó la escoba (... ) No te miento: se habrán tomado unas mil fotos cada uno”. Nos de recursos. Segundo, el presupuesto para el deporte en Chile es limitado. Comparado con un europeo que puede competir un fin de semana en Austria, el siguiente en Holanda y luego en Madrid, nosotros enfrentamos desafíos significativos. Para salir de nuestro continente y llegar a Estados Unidos ya son siete horas de viaje, e imagina el tiempo necesario para llegar a Europa. No es una cuestión de raza; contamos con las cualidades necesarias. Muchos de nuestros deportistas que se han trasladado al extranjero han mejorado notablemente sus marcas al tener más roce internacional. La performance en el deporte exige mucha competencia y, sobre todo, competencia de alto nivel. Cuanto más alto sea el nivel, más te obligas a mejorar. Hay que salir al mundo, pero necesitamos recursos para hacerlo. Que la ola migratoria que ha recibido Chile va a cambiar nuestras condiciones deportivas? —Absolutamente, de eso no me cabe ninguna duda y es algo que ha ocurrido en todas partes del mundo. El mejor ejemplo es la selección francesa de futbol y eso es positivo. Es interesante para el mundo científico, porque vas viendo las óptimas combinaciones, es como hacer un vino con las mejores cepas.
Indiscutiblemente eso va a influir en nuestros fenotipos y pienso que desde el punto de vista deportivo va a influir para bien. —¿ Qué opina sobre la polémica que surgió en el boxeo femenino por el caso de la competidora argelina Imane Khelif? Ella fue descalificada por la Asociación Internacional de Boxeo (IBA) por no superar una prueba de elegibilidad de género, sin embargo pudo competir igual en los Juegos Olímpicos. —Pienso que se debe competir en igualdad de condiciones. Lo que pasó con el boxeo era cosa de mirar fotos... la envergadura, la muscular, son completamente distintas. Este escenario es una realidad que hay que aceptar y que se debe acomodar a las normas del deporte. Ella no había aprobado algunas pruebas hormonales exigidas por la federación de boxeo, pero el Comité Olímpico Internacional tiene otras reglas. Imane Khelif tiene un nivel de testosterona más alto, lo que lo implica obviamente, más potencia y fuerza muscular, la competidora italiana dijo que nunca le habían pegado tan fuerte.
Claramente ninguna de las dos tiene responsabilidad alguna en esta situación, pero es necesario establecer un límite que tiene que ver con lo fisiológico, en el que se puedan equiparar categorías. —En su última Cuenta Pública, el Presidente Boric anunció que nuestro país será candidato para organizar los Juegos Olímpicos del 2036. ¿Considera que estamos preparados para ser sede de un evento de esta envergadura? —Si entregas los recursos y das varios años de plazo, creo que sí. Pero necesitamos una organización bastante grande para realizarlos. Es un evento país, lo que implica que tiene que participar todo el mundo dejando de lado los problemas políticos y sociales. Además es una inversión muy, muy grande, pero desde el punto de vista del recurso humano, ya demostramos en los Juegos Panamericanos que tenemos la capacidad. Son pasos más grandes, pero podemos hacerlo.