Editorial: Más y mejores colegios
EDITORIALegún un estudio de S Acción Educar, los colegios subvenc nados son los preferidos por los padres en un 70%. Pese a ello, este tipo de establecimiento han dejado de crecer en el país en los últimos años.
Además, en el análisis de las primeras preferencias en el Sistema de Ad-misión Escolar, se muestra que el 67% de los apo-derados eligen un recintode estas características y solo un 33% busca un colegio municipal o de Slep.
Las cifras evidencian una realidad que es difícil de esconder, que va más allá de las críticas de parlamentarios de Oposicióny de los sostenedores de estos colegios respecto a las trancas burocráticas para que estos recintos puedan crecer y abordar la creciente demanda de matrículas que ha afectado a todo el país. Lo principal de todo esto es que el Estado no ha sido capaz de absorber esa necesidadde matrículas, con una es-casa construcción de colegios públicos.
En Tarapacá no se han construido nuevos colegios públicos en la última década, pero tampoco se han construido nuevosésEn Tarapacá no se han construido nuevos colegios públicos en la última década”. establecimientos subvencionados, salvo algunas obras de ampliación de los mismos recintos.
Por todo lo anterior es clave que se puedan hacer ajustes que permitan sostener el incremento de demanda de matrículas yno seguir con medidas“parche” todos los años, aumentando salas en colegios públicos o incluso transformando estos adoble jornada.
Está claro que las acciones que se tomaron en educación buscaron reducir la segregación, no obstante, las medidas debieron partir por mejorar las condiciones de los recintos y estandarizarlos con el fin de que los apoderados no tuvieran que elegir entre un colegio bueno y uno malo, sino solo por cual le quedaba más cerca de su domicilio.
El fracaso del SAE se explica principalmente por lo anterior, donde es evidente que las familias buscarán el recinto con mejores resultados y se verán frustrados cuando el sistema les arroja establecimientos que están lejos de tenerlos.
Por supuesto, quienes idearon el sistema no llevan a sus hijos a establecimientos públicos, pero tampoco pensaron que antes de hacer estos cambios se requerían más y mejores colegios, algo que por ahora se ve muy lejos de cumplir.. EDITORIAL