Autor: HERMANN GONZÁLEZ B. Coordinador macroeconómico Clapes UC FELIPE LARRAÍN B. Profesor titular Economía UC y Clapes UC
Un pacto tributario duradero requiere un diagnóstico certero
*... la evidencia es clara en mostrar que es el sistema de transferencias, más que el sistema tributario, lo que permite reducir la desigualdad en los países de la Antes de enviar al Congreso el proyecto de reforma tributaria, el Gobierno ha iniciado una etapa de diálogos con distintos sectores de la sociedad que se extenderá por todo el mes de mayo.
Estos denominados diálogos les parten del diagnóstico que tienen las autoridades acerca del sistema tributa rio, plantean trece princi pios que serían necesarios para lograr un acuerdo fiscal y, sobre esa base, reiteran la necesidad de avanzar en una serie de alzas de impuestos que darán forma a la reforma tributaria que conocemos parcialmente desde la campaña presidencial y que, en lo sustantivo, busca aumentar la recaudación en alrededor de 43 puntos del PIB durante este período de gobierno.
Valoramos esta instancia de participación ciudadana que se ha generado a propósito de una nueva reforma tributaria, pero nos parece necesario que esta se abra a la posibilidad de debatir sobre el diagnóstico y los instrumentos, no solo sobre los principios.
En efecto, en diversas oportunidades, lasautoridades de gobierno han planteado que estos diálogos buscan, esencialmente, aumentar la participación ciudadana e incorporar las opiniones recibidas, pero no consideran espacios para debatir sobre los cambios específicos que el gobierno busca impulsar, si¡ no que apuntan a recoger comentarios sobre los principios, valores y características que deberían guiar a nuestro sistema tributario. es difícil tener diferencias sobre los principios, porque estos incluyen características ampliamente aceptadas y deseables para cualquier sistema tributario.
Por ejemplo, abarcan aspectos como la equidad, progresividad, simplicidad y certeza jurídica, entre otros, los cuales compartimos ampliamente, Sin embargo, una reforma tributaria se refiere a cambios concretos en determinados impuestos que no responden solo a principios, sino también a un diagnóstico de la situación actual.
En ese sentido, es necesario que todo proyecto tributario considere un diagnóstico objetivo, toda vez que una evaluación inadecuada puede llevar a una reforma que utilice los instrumentos incorrectos o en una magnitud mayor a la requerida, generando efectos sobre la competitividad y los incentivos a invertir, emprender y crear empleos.
Si este es el caso, además de los evidentes daños económicos, los efectos recaudatorios serían menores a los esperados y pondrían en riesgo los equilibrios fiscale: En relación con el diagnóstico que respalda la reforma tributaria, queremos enfatizar tres aspectos que a nuestro juicio son de vital importancia. Én primer lugar, no es correcto señalar queel paísno ha reducido su desigualdad en décadas, porque esta se redujo significativamente al menos hasta la medición de 2015. Las mediciones de 2017 y 2020 muestran que la desigualdad aumentó, aunque una parte de este cambio obedece a los efectos de la pandemia que paulatinamente han comenzado a disiparse. Segundo, la evidencia es clara en mostrar que es el sistema de transferencias, más que el sistema tributario, lo que permite reducir la desigualdad en los países de la OCDE. Poner el foco en los impuestos no es el camino adecuado sieel objetivo que se busca es reducir la brecha de ingresos en la población. En tercer lugar, está el tamaño de la reforma, que se justifica en la brecha de carga tributaria respecto de los países OCDE, pero erróneamente no toma en cuenta diferencias.
Explicadas por las cotizaciones de seguridad social, el nivel de ingreso y la estructura poblacional, en cuyo caso el tamaño de la brechasereduce desde más de 8% del PIBa una cifra en torno a 2% del PIB.
Sabemos que Chile necesitará una mayor carga tributaria en la medida quese desarrolle para financiar las crecientes demandassociales de forma sostenible, pero —si juzgamos por la evidencia internacional — la magnitud es inferior a la que se propone en esta reforma tributaria. Adicionalmente, es necesario que cualquier pacto fiscal considere la eficiencia en el uso de los recursos públicos como fuente de financiamiento permanente y no descanse solo en los tributos.
Por último, enel análisis previo de estareforma, consideramos importante transitar desdel excesivo foco en la recaudación hacia el estudio de los efectos en la competitividad, el crecimiento económico, la inversión y el empleo que generarán los cambios que se proponen. Sienrealidad se quiere incorporara la ciudadanía eneste proceso, la apertura a debatir solo principios no es suficiente. Afortunadamente estamos a tiempo para reencauzar este camino y considerar seriamente las diversas visiones, estimaciones y análisis que existen sobre el diagnóstico, los instrumentos y los efectos económicos y sociales que tendrá la próxima reforma. Un pacto tributario duradero, como al que ha llamado el Presidente Boric, requiere de ello.