Olimpíadas, cenit de la corporalidad humana
Olimpíadas, cenit de la corporalidad humana a Columna Pedro Aranda Astudillo Fundador dela Corporación Gen Olimpíadas, cenit de la corporalidad humana lamamos cenit cuando elsolinvadetodas las latitudes. Ple na luz del día.
Las Olimpíadas ponen en el centro del Pafinundo las virtualidades de la corporalidad humana ralos países que asumen las olimpíadas es una de sus oportunidades de lucir sus ingenios artísticos deslumbrantes y sus altos niveles tecnológicos, además de darles el sello de sus idiosincrasias manifestadas en sus inauguraciones. Estas majestuosas convocatorias, revelan las plasticidades que el cuerpo humano puede rendir, y, nos solazan. Son innumerableslas "pruebas" quese ejecutan: gimnasias, atletismos, náuticas, ballet gimnásticos, pruebas de saltos ornamentales y largos, Etcs. Todo ello impregnado de bellezas, de estilos que nos arrebatan los ojos, contemplar cómo se logran posibles de imposibles. A su vez no podemos soslayar lo que nos brindan loscircos, entre ellos "El circo del sol" y otros... Resplandecen las creatividades: las armonías, las cadencias, las coherencias. El deporte es una profesión de vida, de entregaabsoluta, de exigencias implacables, de constancias incesantes, de austeridad, equipos de trabajos. Pero cada logro también les trae satisfacciones, una felicidad personal, " más que superar alos demás es saberse llegar a la meta, a sus objetivos. Digamos que el mundo deportivoesla universidad de los valores humanos donde el juego se pone "en juego", en el fuego del crisol de entrenamientos. Las propiedades humanas en sus fortalezas y debilidades, como en todo arte. Las olimpíadas son las fervientes raíces del optimismo. Nadie podría participar con espíritu negativo, pues es mostrarse en la convicción personal de ser capaz, puede llorar de alegría por sus buenos resultados, como llorar al enfrentar los propios límites. Nuestra corporalidad humana es un lenguaje universal. Tanto los humanos neandertales (500.000 años) como los humanos de hoy somos idénticos, sin embargo la tragedia humana que nos asiste es de máxima vulnerabilidad. Las Naciones Unidasha advertido que podríamos encaminarnos a un suicidio colectivo, Guerras nucleares, la ebullición ambiental, las carencias del agua potable, las hambrunas a la vuelta de la esquina.
Entonces podemos preguntarnos ¿ qué tan conscientes somos delos valores, dela sabiduría cósmica reinante en nuestro cuersabemos detodo, menos de nuestro cuerpo, pesealdescubrir el Genoma humano, no somos solo un engranaje. ¡Clínicas y farmacias por doquier!. Respiramos algo tan absurdo: ignorarnos de ser espíritus en: carnados.
Sin embargo: nuestra mente nos congracia de conocerel mundo y construirlo, nuestro corazón ensu continuo palpitardevida, de sentimientos, nuestras manos, al decir del Emanuel Kant, "son nuestro cerebro externo ", ellas son perpetuamente laboriosas hacen de todo y funciones: de acariciarnosa limpiarnos, nossanan, diríamos son el perfil divino más puro: siempre abiertas, nada retienen. ¿Qué decir de nuestros ojos? ¡ Ven lo más lejos comoalas estrellas y a la hebra, y además nos delatan!. -