Autor: Carolina Romero Garay
Violencia gineco-obstétrica en la región de Aysén
Violencia gineco-obstétrica en la región de Aysén OpiniónPsicóloga Perinatal Directora ONG Buen Nacer PatagoniaHace ya unos 10 años, un grupo de mujeres profesionales, movidas por la convicción de que la manera de gestar, nacer y vivir sí importa, nos reunimos para trabajar y dar vida a un colectivo: ONG Buen Nacer Patagonia. Entre nuestros fines está educar, sensibilizar y ayudar a prevenir, específicamente, un tipo de violencia quea la comunidad y profesionales de la salud, en general, les cuesta mucho trabajo identificar: la violencia ginecoobstétrica.
En este marco, a partir de marzo de 2024, comenzamosa ser parte del Consejo de Desarrollo Hospitalario del Hospital Regional Coyhaique (HRC) para poder ser puente con la comunidad y contribuir así con una experiencia positiva de las usuarias y sus familias en los procesos de gestación, nacimiento, puerperio, aborto y duelo.
En nuestro objetivo de ayudar hemos tenido buenas experiencias y sumado muchas voluntades, pero emergecon fuerza la necesidad de poder levantar datos y cifras que puedan orientar acciones más eficaces y que resuelvan unsentir colectivo que ronda por los aires pero que no cuentacon un soporte cuantificable.
En la reunión de agosto del Consejo de Desarrollo Hospitalario, la encargada de la OIRS del HRC nos indicó que las cifras de este tipo de reclamos son bajísimas: entreel año 2023 y el 2024 solo se han ingresado 4 escritosformales por “trato”. Esto, lejos de dejarnos tranquilas levanta varias interrogantes: ¿ es posible que la comunidaddesconozca la existencia de este tipo de violencia? ¿ Seráque la existencia de este tipo de violencia en la región esbaja? ¿ Será que las mujeres no denuncian? ¿ Será que no se hace uso de este sistema formal de reclamos? ¿ Cómolograr contar con estadísticas claras que nos permitandelinear acciones pertinentes?Interrogantes que nos dejan en una encrucijada y que también nos plantea un desafío, se hace necesario aunarfuerzas y buscar instancias de recolección de datos paraque así, nuestro Hospital Regional Coyhaique, único centro asistencial donde se atienden partos en esteextenso territorio, pueda seguir mejorando sus prácticas ydando respuestas a las necesidades de las usuarias y sus familias. Sabemos que los esfuerzos del HRC hace ya unos años están puestos en cumplir con las recomendaciones entregadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre experiencias positivas de parto. Es por eso que, como ONG, hemos decidido fortalecer esta alianza ycolaborar para que estos objetivos se cumplan.
Tenemos conciencia del trabajo que se ha realizado, la calidad humana de algunos profesionales y asistentes que trabajan al interior de este recinto hospitalario que persiguen nuestros mismos propósitos: mejorar las experiencias de las usuarias y sus familias, poner al centro a la mujer, reconocerla como sujeto de derecho y con plenaautonomía en la toma de decisiones informadas a la luz de la evidencia científica. Sin embargo, todavía tenemos harto en que avanzar aún y ahí están puestos nuestros esfuerzos.
Sabemos también que la violencia gineco obstétrica existe desde los albores de la ginecología moderna y que, si bien es un fenómeno en torno al cual se hahablado e investigado por más de cuatro décadas, sigue siendo un tema invisibilizado sobre el cual debemos generar instancias para reflexionar como profesionalesy sociedad. Pero, sobre todo, necesitamos el apoyo de la institucionalidad para generar instrumentos que nos permitan conocer la verdadera dimensión y alcance deesta problemática en la región. La gestación, el nacimiento y puerperio son experiencias trascendentales en la salud mental de la mujer madre, del bebé y sus familias. Es responsabilidad de todos, no solo de las mujeres que tienen hijos, el resguardar estos vínculos y la salud integral de las futuras generaciones. De eso se trata contribuir a una sociedad más sana, más respetuosa y más colaboradora; resguardar el origen dela vida..