LA PRESIÓN OFICIALISTA SOBRE MARCEL —y el ajuste presupuestario— de cara al año electoral 2025
LA PRESIÓN OFICIALISTA SOBRE MARCEL y el ajuste presupuestario de cara al año electoral 2025 En medio del tenso debate en el Parlamento:El t a u a d c e i ó la n C fi á s m ca a l r t a a m de b n una semana tensa para la discusión del Presu puesto 2025, la estrechez fiscal y los recortes de gas to han sido temas recu rrentes del intenso debate no solo al interior de la sa Diputados.
La adversa si ién se ha instalado con fuerza en el centro de varias reuniones a puertas cerradas que ha sostenido el ministro de Hacienda, Mario Marcel, con representan tes del bloque oficialista en la sede del Con greso en Valparaíso, según confirman asis tentes a esos encuentros.
Quienes han tenido conocimiento de esas reuniones mencionan una preocupación “de alcance mayor” que parlamentarios y parti dos políticos han planteado con insistencia a la autoridad: el impacto que un presupuesto estrecho y muy restrictivo puede tener en la percepción de la población, en un año electo ral especialmente sensible para las pretensio nes oficialistas. “No es un misterio que el otro año los par tidos de Gobierno y el propio Gobierno se juegan mucho.
La continuidad de gobernar el país, asegurar un nuevo período, y sobre todo, poder elegir a representantes en el Parlamento que permitan romper el predominio que tienen las fuerzas de la derecha, desequilibrar la balanza a nuestro favor”, sostiene un parlamentario oficialista.
La discusión se ha dado en una semana poco favorable para el Ejecutivo, que develó cifras decepcionantes: nulo Índice Mensual de Actividad Económica de septiembre y el Índice de Precios al Consumidor de octubre, con una variación por sobre las expectativas del mercado (1%). El titular de Hacienda ajustó las proyecciones y admitió que el 2,6% de crecimiento que esperaba el Gobierno no se podrá cumplir.
“Respaldamos que el ministro sinceró la situación, es lo que corresponde a un gobierno responsable y serio, pero, al mismo tiempo, tampoco podemos desconocer que se han ido levantando algunas alertas entre quienes formamos parte del Gobierno, respecto del efecto colateral y el alcance en la ciudadanía que puede tener el débil contexto económico”, indica un diputado del FA. Y es que al interior de la coalición de gobierno se admite una cada vez más creciente inquietud sobre el pesimismo reinante en torno a la marcha de la economía.
“En térmi-ALLICNAMNAHTANOJANEVARAROTCÉHnos gruesos, el ministro nos ha transmitido que no hay más plata, no hay holguras para el próximo año, no se puede aumentar el gasto público, porque las condiciones económicas se han deteriorado respecto de algunas proyecciones.
Aunque estamos muy conscientes de esa limitante, también le hemos hecho saber con claridad que no podemos extralimitar los recortes de gasto, contraerlos de manera exagerada a petición de la derecha, porque la población lo resentirá y cobrará esa factura”, expone un parlamentario oficialista.
El Consejo Fiscal Autónomo también alertó, reiteradamente, que no habrá holguras fiscales para el próximo gobierno, y ante la pre-sión de la oposición, la semana pasada, Hacienda se vio forzada a suscribir un protocolo de acuerdo para destrabar el debate del erario 2025. Las partes pactaron una rebaja de US$ 600 millones del gasto público para 2025.
En el Ejecutivo reconocen que no había salida, “no tenemos mayoría en el Congreso y el acuerdo era la única manera de viabilizar el presupuesto”. Esta semana, representantes del oficialismo endurecieron el discurso y enfatizaron que no apoyarán recortes adicionales del gasto fiscal. “Estamos frente a un escenario inédito en esta Ley de Presupuestos, algo que yo no había visto antes; tenemos a parlamentarios solicitando reducir los recursos.
Utilizando las mayorías que tienen en el Parlamento, presionaron hasta el punto de poner en riesgo todo el presupuesto público, jugando con las necesidades de las personas y con la capacidad del Gobierno para responder frente a las crisis sociales y económicas que necesitan financiamiento. Con esta actitud, intentaron asfixiar a nuestro Gobierno”, recalcó la diputada Gael Yeomans (FA) en la sala de la Cámara.
Fuera del hemiciclo, la parlamentaria comenta que “vamos a estar atentos para que el recorte no afecte a las personas, porque eso genera complicaciones sociales, más enojo con la política, y dado que el Gobierno no tiene mayoría en el Congreso, desde los sectores oficialistas tenemos la obligación de mostrar que tenemos una parte de la historia, qué es lo que puede hacer el Gobierno, pero otra parte depende de la oposición. Es importante trabajar eso en lo comunicacional”, puntualiza Yeomans. En opinión de la también diputada del FA, Camila Rojas, “obviamente, que el próximo año sea electoral es algo que hay que considerar.
Pero en el acuerdo de recorte, nos aseguramos de que estos no estuvieran en áreas sensibles, como salud, educación, seguridad, que son los temas que más le importan a la población”. Lo que sí le preocupa, agrega, “son ciertas partidas que iban a inyectar recursos a temas relevantes para el Gobierno, como cultura, y que se están recortando”. Coincide el diputado Jaime Sáez (FA), en que el de 2025 “es un presupuesto extremadamente austero, y eso no es agradable.
Y el acuerdo no puede ser solo para dejar contenta a la derecha, sino que debe dar cuenta y recoger las preocupaciones del oficialismo”. Y refrenda un efecto electoral, pues admite que “tradicionalmente se ha dado que los gobiernos en el último año tienen una conducta fiscal un poco más holgada”. En cambio, agrega, “la conducta que se ha tomado en esta administración es avanzar en la mayor responsabilidad fiscal posible, de ordenar la casa, y es por el bien del país.
Si eso tiene una implicancia electoral para nosotros, bueno, son otros factores que entran también a jugar”. A su turno, el timonel del Partido Comunista, Lautaro Carmona, comparte la mirada crítica y remarca que “(el que se presentó originalmente) no era un presupuesto desmedido, y sigo pensando lo mismo”. Sin confidenciar lo que se conversó en la interna con el ministro Marcel, subraya que “espero que el presupuesto que se apruebe esté en correspondencia con las capacidades que tiene el Estado y con las necesidades de la gente, por ejemplo, en vivienda, seguridad, educación, salud.
Todo lo que no permita cubrir políticas públicas necesarias y urgentes, siempre serán mi preocupación, más allá de que sea año electoral”. En la Fundación Nodo XXI, ligada al Frente Amplio, también reconocen que “es difícil plantear que uno está a favor de una reducción del gasto, porque uno quisiera poder es-tar más presente con el rol del Estado en las cosas que le hacen sentido a la gente, pero efectivamente hay un escenario complejo y es necesario hacer ese ajuste”, comenta el investigador Raúl Méndez. Explica que es clave la dimensión, para que “no vaya por el lado de la reducción de derechos o programas sociales que la gente percibe más de cerca. Por eso, el acuerdo marco, que estipula que no se afecta las dimensiones de salud, educación, seguridad y vivienda.
Esa era nuestra preocupación, porque hay una desafección de la gente con el Estado y las instituciones, que puede generar espacios para el descontento”. En la organización reconocen un escenario incierto en los ingresos para 2025.
“Hay razones para pensar que los ingresos futuros van a aumentar, por la ley de cumplimiento tributario, más los recursos que deben adicionarse por concepto de royalty, más la proyección en materia minera con el acuerdo Codelco-SQM en litio, pero son inciertos, y eso es verdad, porque depende de la facultad fiscalizadora del SII, de que se hayan puesto bien los incentivos para que la repatriación de capitales sea alta, etc. ”, explica Méndez. Y destaca que para enfrentar esos supuestos y variables, se están poniendo mecanismos y resguardos “denominados gatillo”, es decir, “si tal factor es mejor quea lo esperado, se abre la puerta para gastar más recursos. Se están habilitando esos espacios en caso de que las expectativas de ingreso mejoren”. Al Presupuesto 2025 aún le resta un trecholargo para salir del Congreso. Sin embargo, en el mundo oficialista ya se enfocan en el próximo objetivo en materia de recaudación: el proyecto de impuesto a la renta que debe enviar al Parlamento el Gobierno. Desde el Frente Amplio perseverarán en la idea de elevar el tributo que pagan las personas con mayores ingresos. “Es importante que nos aboquemos a ingresar los proyectos de ley que están en el pacto fiscal”, declara la diputada Yeomans.
Explica que “vemos espacio para aumentar el impuesto a las rentas más altas, al menos que el 5% más rico del país pague más, porque las necesidades siguen existiendo”. La diputada defiende: “no estamos disponibles a cobrar a quienes estén exentos, ni tampoco a los sectores medios, porque sería retroceder respecto a las desigualdades”. Y recalca que “si queremos que el país crezca, todos tenemos que colaborar, y la colaboración privada se ha echado de menos en este tiempo, espero que no sea porque tenemos un Presidente de izquierda.
Las altas rentas debieran contribuir más, para abordar los problemas sociales y la desigualdad que tenemos en el país, que los súper ricos contribuyan más al país”. No están dispuestos, dice, a que se reduzca el impuesto que pagan las empresas, desde 27% a 25%, como ya comprometió el Gobierno. “Si retrocedemos en esa materia, se hace más difícil recaudar. Más bien, la idea es ir por mayor recaudación, por un sistema más proporcional”, plantea. comunicacional”. JESSICA MARTICORENA. Preocupa el impacto que la estrecha situación fiscal y el recorte presupuestario puedan tener, alertas que han sido planteadas al ministro de Hacienda en varias reuniones a puertas cerradas en Valparaíso. Aunque, públicamente, se alinean con el Ejecutivo, parlamentarios oficialistas también reconocen que, “obviamente, el que el próximo año sea electoral es algo que hay que considerar”. Y agregan. “Es importante trabajar eso en lo En medio del tenso debate en el Parlamento: Mario Marcel, ministro de Hacienda. Diputada Gael Yeomans (FA). Presidente del PC, Lautaro Carmona. Presidente del PC, Lautaro Carmona.
LA PRESIÓN OFICIALISTA SOBRE MARCEL y el ajuste presupuestario de cara al año electoral 2025 En medio del tenso debate en el Parlamento:El t a u a d c e i ó la n C fi á s m ca a l r t a a m de b n una semana tensa para la discusión del Presu puesto 2025, la estrechez fiscal y los recortes de gas to han sido temas recu rrentes del intenso debate no solo al interior de la sa Diputados.
La adversa si ién se ha instalado con fuerza en el centro de varias reuniones a puertas cerradas que ha sostenido el ministro de Hacienda, Mario Marcel, con representan tes del bloque oficialista en la sede del Con greso en Valparaíso, según confirman asis tentes a esos encuentros.
Quienes han tenido conocimiento de esas reuniones mencionan una preocupación “de alcance mayor” que parlamentarios y parti dos políticos han planteado con insistencia a la autoridad: el impacto que un presupuesto estrecho y muy restrictivo puede tener en la percepción de la población, en un año electo ral especialmente sensible para las pretensio nes oficialistas. “No es un misterio que el otro año los par tidos de Gobierno y el propio Gobierno se juegan mucho.
La continuidad de gobernar el país, asegurar un nuevo período, y sobre todo, poder elegir a representantes en el Parlamento que permitan romper el predominio que tienen las fuerzas de la derecha, desequilibrar la balanza a nuestro favor”, sostiene un parlamentario oficialista.
La discusión se ha dado en una semana poco favorable para el Ejecutivo, que develó cifras decepcionantes: nulo Índice Mensual de Actividad Económica de septiembre y el Índice de Precios al Consumidor de octubre, con una variación por sobre las expectativas del mercado (1%). El titular de Hacienda ajustó las proyecciones y admitió que el 2,6% de crecimiento que esperaba el Gobierno no se podrá cumplir.
“Respaldamos que el ministro sinceró la situación, es lo que corresponde a un gobierno responsable y serio, pero, al mismo tiempo, tampoco podemos desconocer que se han ido levantando algunas alertas entre quienes formamos parte del Gobierno, respecto del efecto colateral y el alcance en la ciudadanía que puede tener el débil contexto económico”, indica un diputado del FA. Y es que al interior de la coalición de gobierno se admite una cada vez más creciente inquietud sobre el pesimismo reinante en torno a la marcha de la economía.
“En térmi-ALLICNAMNAHTANOJANEVARAROTCÉHnos gruesos, el ministro nos ha transmitido que no hay más plata, no hay holguras para el próximo año, no se puede aumentar el gasto público, porque las condiciones económicas se han deteriorado respecto de algunas proyecciones.
Aunque estamos muy conscientes de esa limitante, también le hemos hecho saber con claridad que no podemos extralimitar los recortes de gasto, contraerlos de manera exagerada a petición de la derecha, porque la población lo resentirá y cobrará esa factura”, expone un parlamentario oficialista.
El Consejo Fiscal Autónomo también alertó, reiteradamente, que no habrá holguras fiscales para el próximo gobierno, y ante la pre-sión de la oposición, la semana pasada, Hacienda se vio forzada a suscribir un protocolo de acuerdo para destrabar el debate del erario 2025. Las partes pactaron una rebaja de US$ 600 millones del gasto público para 2025.
En el Ejecutivo reconocen que no había salida, “no tenemos mayoría en el Congreso y el acuerdo era la única manera de viabilizar el presupuesto”. Esta semana, representantes del oficialismo endurecieron el discurso y enfatizaron que no apoyarán recortes adicionales del gasto fiscal. “Estamos frente a un escenario inédito en esta Ley de Presupuestos, algo que yo no había visto antes; tenemos a parlamentarios solicitando reducir los recursos.
Utilizando las mayorías que tienen en el Parlamento, presionaron hasta el punto de poner en riesgo todo el presupuesto público, jugando con las necesidades de las personas y con la capacidad del Gobierno para responder frente a las crisis sociales y económicas que necesitan financiamiento. Con esta actitud, intentaron asfixiar a nuestro Gobierno”, recalcó la diputada Gael Yeomans (FA) en la sala de la Cámara.
Fuera del hemiciclo, la parlamentaria comenta que “vamos a estar atentos para que el recorte no afecte a las personas, porque eso genera complicaciones sociales, más enojo con la política, y dado que el Gobierno no tiene mayoría en el Congreso, desde los sectores oficialistas tenemos la obligación de mostrar que tenemos una parte de la historia, qué es lo que puede hacer el Gobierno, pero otra parte depende de la oposición. Es importante trabajar eso en lo comunicacional”, puntualiza Yeomans. En opinión de la también diputada del FA, Camila Rojas, “obviamente, que el próximo año sea electoral es algo que hay que considerar.
Pero en el acuerdo de recorte, nos aseguramos de que estos no estuvieran en áreas sensibles, como salud, educación, seguridad, que son los temas que más le importan a la población”. Lo que sí le preocupa, agrega, “son ciertas partidas que iban a inyectar recursos a temas relevantes para el Gobierno, como cultura, y que se están recortando”. Coincide el diputado Jaime Sáez (FA), en que el de 2025 “es un presupuesto extremadamente austero, y eso no es agradable.
Y el acuerdo no puede ser solo para dejar contenta a la derecha, sino que debe dar cuenta y recoger las preocupaciones del oficialismo”. Y refrenda un efecto electoral, pues admite que “tradicionalmente se ha dado que los gobiernos en el último año tienen una conducta fiscal un poco más holgada”. En cambio, agrega, “la conducta que se ha tomado en esta administración es avanzar en la mayor responsabilidad fiscal posible, de ordenar la casa, y es por el bien del país.
Si eso tiene una implicancia electoral para nosotros, bueno, son otros factores que entran también a jugar”. A su turno, el timonel del Partido Comunista, Lautaro Carmona, comparte la mirada crítica y remarca que “(el que se presentó originalmente) no era un presupuesto desmedido, y sigo pensando lo mismo”. Sin confidenciar lo que se conversó en la interna con el ministro Marcel, subraya que “espero que el presupuesto que se apruebe esté en correspondencia con las capacidades que tiene el Estado y con las necesidades de la gente, por ejemplo, en vivienda, seguridad, educación, salud.
Todo lo que no permita cubrir políticas públicas necesarias y urgentes, siempre serán mi preocupación, más allá de que sea año electoral”. En la Fundación Nodo XXI, ligada al Frente Amplio, también reconocen que “es difícil plantear que uno está a favor de una reducción del gasto, porque uno quisiera poder es-tar más presente con el rol del Estado en las cosas que le hacen sentido a la gente, pero efectivamente hay un escenario complejo y es necesario hacer ese ajuste”, comenta el investigador Raúl Méndez. Explica que es clave la dimensión, para que “no vaya por el lado de la reducción de derechos o programas sociales que la gente percibe más de cerca. Por eso, el acuerdo marco, que estipula que no se afecta las dimensiones de salud, educación, seguridad y vivienda.
Esa era nuestra preocupación, porque hay una desafección de la gente con el Estado y las instituciones, que puede generar espacios para el descontento”. En la organización reconocen un escenario incierto en los ingresos para 2025.
“Hay razones para pensar que los ingresos futuros van a aumentar, por la ley de cumplimiento tributario, más los recursos que deben adicionarse por concepto de royalty, más la proyección en materia minera con el acuerdo Codelco-SQM en litio, pero son inciertos, y eso es verdad, porque depende de la facultad fiscalizadora del SII, de que se hayan puesto bien los incentivos para que la repatriación de capitales sea alta, etc. ”, explica Méndez. Y destaca que para enfrentar esos supuestos y variables, se están poniendo mecanismos y resguardos “denominados gatillo”, es decir, “si tal factor es mejor quea lo esperado, se abre la puerta para gastar más recursos. Se están habilitando esos espacios en caso de que las expectativas de ingreso mejoren”. Al Presupuesto 2025 aún le resta un trecholargo para salir del Congreso. Sin embargo, en el mundo oficialista ya se enfocan en el próximo objetivo en materia de recaudación: el proyecto de impuesto a la renta que debe enviar al Parlamento el Gobierno. Desde el Frente Amplio perseverarán en la idea de elevar el tributo que pagan las personas con mayores ingresos. “Es importante que nos aboquemos a ingresar los proyectos de ley que están en el pacto fiscal”, declara la diputada Yeomans.
Explica que “vemos espacio para aumentar el impuesto a las rentas más altas, al menos que el 5% más rico del país pague más, porque las necesidades siguen existiendo”. La diputada defiende: “no estamos disponibles a cobrar a quienes estén exentos, ni tampoco a los sectores medios, porque sería retroceder respecto a las desigualdades”. Y recalca que “si queremos que el país crezca, todos tenemos que colaborar, y la colaboración privada se ha echado de menos en este tiempo, espero que no sea porque tenemos un Presidente de izquierda.
Las altas rentas debieran contribuir más, para abordar los problemas sociales y la desigualdad que tenemos en el país, que los súper ricos contribuyan más al país”. No están dispuestos, dice, a que se reduzca el impuesto que pagan las empresas, desde 27% a 25%, como ya comprometió el Gobierno. “Si retrocedemos en esa materia, se hace más difícil recaudar. Más bien, la idea es ir por mayor recaudación, por un sistema más proporcional”, plantea. comunicacional”. JESSICA MARTICORENA. Preocupa el impacto que la estrecha situación fiscal y el recorte presupuestario puedan tener, alertas que han sido planteadas al ministro de Hacienda en varias reuniones a puertas cerradas en Valparaíso. Aunque, públicamente, se alinean con el Ejecutivo, parlamentarios oficialistas también reconocen que, “obviamente, el que el próximo año sea electoral es algo que hay que considerar”. Y agregan. “Es importante trabajar eso en lo En medio del tenso debate en el Parlamento: Mario Marcel, ministro de Hacienda. Diputada Gael Yeomans (FA). Presidente del PC, Lautaro Carmona. Presidente del PC, Lautaro Carmona.