Luis Arancibia Rivera: el incansable “todo terreno” que fue encargado de la antigua Posta Rural de Romeral
Luis Arancibia Rivera: el incansable “todo terreno” que fue encargado de la antigua Posta Rural de Romeral ( para Luís Arancibia Rivera: el incansable “todo terreno” que fue encargado de la antigua Posta Rural de Romeral La vocación por su labor en la salud de Luis Gabriel AranciNa AranciNa Rivera proviene de la enfermedad enfermedad y fallecimiento de su abuelo. Los cuidados yla asistencia que le brindé asuascendientelo asuascendientelo llevaron a su oficio que ha desarrollado por 34 años.
“Nací en El Melón, el 27 de diciembre de 1968, en los tiempos que aún el parto de los bebés ocurría en las casas”. Entonces, también, los médicos médicos eran escasos y en el pueblo melanina la salud estaba a cargo del “señor Umañat que era e practicante del pueblo. Luis Arancibia lo recuerda como “alto y de bigotes. Uegaha a las casas en un auto amarillo”. 1-labia un consultorio en un espacio frente al Colegio Felipe Cortés. También También conoció por allá a la legendaria legendaria enfermera Rosa Sánchez. Lo escrito arriba son parte de los recuerdos de Luis Arancihia Rivera, quien, a los cinco años dejó El Melón -con su familiapara residiren Nogales. Aunque, como escribimos, su abuelo, Luis Rivera tuvo mucho que ver con lo que ha sido su opción de vida.
“Yo -dice Luis Arancibiaera muy apegado a él y siempre me pasaba lasvacacionesen su casa”. No es que el abuelo le haya dicho que en e1 área de la salud era una buena opción de vida. Aunque, en algún momento, trataron trataron de descubrir los secretos le la homeapatia, que, entonces, estaba de moda. “Mi abuelo tuvo un accidente vascular encefálico encefálico y eso me marcó mucho.
Él era un pilar importante y, a mis 14 años, me costó asimilar el deterioro de su salud y luego su fallecimiento”. Al terminar sus estudios medios en el liceo Santiago Escuti Orrego y desistir de sus afanes de ser marino, tuvo un sueño: estudiar la carrera de Medicina. Ingresó en un desaparecido desaparecido instituto de Viña del Mar, con el afán inicial de convertirse convertirse en Laboraforista Clini co.
“No me gustó -dice porque yo quería haceralgo que tuviera más contacto con la gente y no pasar la vida encerrado”. Entonces, Luis Arancihia deseché las jeringas, las muesIras muesIras de sangre, los rayosxy todo lo que significaba el trabajo en un laboratorio. En un par deaños se convirtió en un flamante técnico técnico paramédico.
Aunque volvió a Nogales a ejercer su nuevo oficio -y por gestión de la doctora Roxana Morales y luego el doctor Orlando Orregollegó a Hijuelas. 1-lizo un curso especial, uno de los últimos que hizo el Servicio Servicio de Salud, que le agregó a su especialidad la de poder ejercer ejercer en una Posta Rural. Luego de pasar un tiempo, en el Consultorio Consultorio de Hijuelas, desde el 2 de agosto de l99Q sehizo cargo de la antigua Posta de Rorneral. “Me gustó -dicemás que nada, la posibilidad de tener contacto con la gente.
De entender que lo que hacia era en beneficio de una comunidad”. Aunque su labor como encargado de la Posta Rural, entonces, le significaba contar con una vivienda y residia en ella, también le exigía hacer el aseo, mantener las fichas, entregar entregar medicamentos, prepara pacientes. También atender urgencias, porque el médico no venía siempre. “El doctor y la matrona venían una o dos veces ala semana.
Unoteniaquehacer de todo y estar atento, de día y denoche, ante algún problema”. Aunque el tiempo y su cercania cercania con los pacientes le llevó a entender que su rol rio era sólo atender personas, entregar algunos remedios a derivarlos el médico del Consultorio. “Me di cuenta que las personas del campo no venían a la posta sólo por un problema de salud. Su mirada del mundo y de los tiempos es distinto, las preocupacionesysus preocupacionesysus alegrías pasan por otras cosas: los cultivos, el clima, las cosechas, el agua.. 7. Luis Arancibia Rivera enteridió enteridió rápido que la “atención” de un paciente en una posta rural abarcaba todo. “Atenderlos no pasaba sólo por la dolencia. Para muchos de ellos venir a la posta era como un acto social, un tiempo para compartir sus vidas.
Allí me enteraba, aparte de sus problemas desalud, también de sus familias, de sus niños, de lo que pensaban plantar según la estación y hasta como habían estado las cosechas de papas o alcachofas”. Habla de tiempos donde los caminos de Romeral eran extensosy extensosy de lierra, cuando no había muchos autos y la gente se movilizaba movilizaba en caballos, carretelas o en bicicleta. No hahia mucha locomoción colectiva y las que pasaban, no era seguro su paso. “Las enfermedades respiratorias eran el problema de salud más común. También algunos accidentes accidentes en el tránsito o en las actividades lahorales” Eran tiempos, también, de las jeringas y lo; frascos de vidrio. “Había un sistema de comunicación por radios y con claves. Siempre inc acuerdo que para consegniruna ambulancia del hospital tenía que comunicarme comunicarme con un señor de El Melón, don Mario Fica, que hacía el enlace para alguna emergencia o peticiones urgentes. Era cornplejoenfrenlar cornplejoenfrenlar algunas situaciones, pero todos ayudaban. Alguna vee tuve que cortar un cordón umbilical”. Luis Arancibia dice que en sus 34 años en su labor en la Posta de Salud Rural de Romeral Romeral ha sido testigo de varias generaciones. “He visto niños que nacieron en la época que llegué a trabajar acá. Los pesé, las medí, le entregué la leche y ahora los encuentras ya grandes, grandes, con sus familias. Me doy cuenta que mi vida lahehecho acá, pues llegué a los 21 y he crecido con la gente de esta comunidad. comunidad.
Pienso que ha sido buena esta opción que tomé hace ya bastante tiempo”. Aunq ILe el enfermero señala que lo que ha contado ha ido cambiando con el tiempo y la nueva Posta Rural de Romeral ahora es otra cosa. “Hay una nueva edificación y un equipo complelo. Tenemos médico, sicólogo, sicólogo, nutricionista, podólogo. Nos faltaría un equipo dental, pero ahora hasta tomamos los exámenes. Hay más prestaciones yla gente tamhiéneicige muchas más, lo que es un problema nuevo. Creo que la modernidad modernidad ha sido buena, pero también también. creo, que hay que rescatar la cercanía que existía antes. Es una tarea que, como equipo, aún tenemos”. Cuenta que la gente no iba sólo por alguna dolencia. Para muchos de ellos venír a la posta era como un acto social.
“Allí me enteraba, aparte de sus problemas de salud, también de sus familias, de sus niños, de lo que pensaban plantar según la estación y hasta como habían estado las cosechas de papas o alcachofas” T )7k tsé Gahrirl Arancíbia Rerra, tui drdinido. 34 dr sca 55 uño a la r, ,,manidad de Hijuelas, en la Pesia le Salad Rirnl de Romera). Se le reconoció su labor, en el último aniversario comunal can un diplorna y, prrncipalincnte, con un aplauso de rarin minutos. La actual y moderna Posta de Salud Rural de Romeral. doude ahora trabaja un completo eqaipn de salud prunaria..