EN BICI HASTA LA JOYA DE VICUÑA
- - EN BICI HASTA LA JOYA DE VICUÑA MIENTRAS UNO ESPERA QUE ANOCHEZCA EN VICUÑA PARA VER EL CIELO NOCTURNO DEL ELQUI, PODRÍA INTENTAR ESTA SENCILLA RUTA EN BICICLETA QUE AVANZA POR UNA DESAPARECIDA LÍNEA FÉRREA HASTA EL PUEBLO DE DIAGUITAS, UNO DE LOS MÁS BONITOS DE TODO EL VALLE. TEXTO Y FOTOS: Sebastián Montalva W., DESDE LA REGIÓN DE COQUIMBO. "H oy: trekking nocturno. Mañana: ruta en bicicleta", dice un letrero que está en la plaza de Vicuña, justo frente a la iglesia, y que en realidad no cambia prácticamente nunca.
Cualquier día que uno esté en Vicuña --la ciudad de Gabriela Mistral y el corazón del valle del Elqui-siempre podrá hacer hoy un trekking nocturno y mañana una ruta en bicicleta, independiente del día y la hora en que llegue.
El buen ojo turístico para promocionar una actividad fija --pero flexible a la vez-es de Mario Rodríguez, el entusiasta fundador de Kuntur, una agencia de turismo aventura que organiza, ya lo saben, trekkings nocturnos y rutas diurnas en bicicleta, de distinta duración y dificultad, por el valle.
En nuestro caso, era nuestro segundo día en la ciudad y, por el letrero, desde ayer sabíamos lo que habría mañana, así que nos encontramos a las 09:00 en punto con Rodríguez, que nos esperaba con sus bicicletas y cascos para iniciar una de sus pedaleos "familiares", como él los describe: una ruta de alrededor de 6 kilómetros de ida que comienza en la plaza de Vicuña y que sigue por caminos interiores, más o menos paralelos a la Ruta 41, hasta llegar a la localidad de Diaguitas, uno de los pueblos más bonitos de todo el valle. --La ruta es prácticamente plana y va por el mismo lugar donde antes estuvo la línea férrea que llegaba al valle --dijo Mario mientras comenzábamos a pedalear e intentábamos quemar las calorías del suculento pastel de choclo que nos habíamos zampado ayer en el tradicional restaurante Halley, una de las mejores opciones para almorzar en Vicuña, y que funciona a un costado de la plaza hace casi cuatro décadas (desde 1986, cuando pasó el cometa). Pero volvamos a la línea férrea. Efectivamente, durante el siglo 20 funcionó un tren que traía pasajeros desde La Serena y que tenía como plan original llegar hasta Argentina.
Según explico Rodríguez, los rieles se construyeron hasta la altura de la localidad de Rivadavia, pero, como ha sido constante en la historia ferroviaria de Chile, en un momento las obras se detuvieron y el tren finalmente dejó de funcionar hacia 1970. Hoy no queda ningún resto de esta línea férrea: los rieles y durmientes los sacaron y sobre ellos se construyeron caminos de tierra y casas alrededor. Así que mientras uno pedalea, debe recurrir a la imaginación para vislumbrar cómo habrá sido todo cuando pasaba el tren por aquí, entre los cerros, los campos y las parras.
Lo que sí quedan son algunos restos de antiguas estaciones, como la de la localidad de El Arenal (hoy reconvertida en escuela rural). El Arenal es la segunda escala de este recorrido, porque la primera es un cartel que indica el pueblo de San Isidro, donde ahora para el 18 de septiembre se realiza la Fiesta de la Pampilla, un evento que los locales comentan con orgullo por su ambiente tranquilo y familiar, y buenos espectáculos artísticos (este año tocan Los Jaivas y Amar Azul, por ejemplo). Pero la tercera escala es la joyita de todo el recorrido: el pueblo de Diaguitas.
En rigor, este lugar no es más que una calle principal, una plaza arbolada con palmas chilenas y una pintoresca iglesia rojiblanca; pero tiene gran encanto sobre todo por lo armónico de su arquitectura, algo poco común de encontrar en otras localidades de Chile.
En Diaguitas, las fachadas de las casas, varias de ellas con hermosos patios coloniales en su interior, están pintadas de llamativos colores pastel y, además, hay una serie de murales de motivos indígenas y elquinos elaborados por el artista Samuel Guerra y una brigada de pintores llamada Queltehue.
Declarado Zona Típica por el Consejo de Monumentos Nacionales, Diaguitas está postulando para ser una de las"Best Tourism Village", un reconocimiento que entrega la ONU a aquellos pueblos que destacan por su capacidad de preservar la cultura y tradiciones a través del turismo. Los resultados se conocerán en octubre.
Como seguramente después del pedaleo uno llegará acalorado y sediento a Diaguitas, un buen final de este recorrido puede ser la Cervecería Guayacán, que realiza entretenidas visitas guiadas a sus instalaciones --a cargo del extrovertido guía Christopher Tapia-y, además, tiene un ondero beergarden donde se pueden probar sus excelentes cervezas artesanales directo del barril, como la experimental Diaguitas 33, y acompañarlas con pizzas, papas fritas o hamburguesas.
D Contactos: Bicicleta y trekking con Kuntur (cel. +569 / 9497 7616; @kuntur. elqui). Restaurante Halley (tel. 51/ 241 1225; @halleyrestaurante). Cervecería Guayacán (cel. +569 / 5645 3624; Guayacan. cl). DIARIO DE VIAJES Puente colgante antes de San Isidro. Plaza de Diaguitas. El beergarden de Guayacán. Murales en Diaguitas. JOR GE MARAMBIO.