PEDRO ZAMORANO: “Un museo nacional debe representar nuestra historia del arte”
PEDRO ZAMORANO: “Un museo nacional debe representar nuestra historia del arte” ARTES Y LETRAS w w w. e l m e r c u r i o. c o m SANTIAGO DE CHILE, DOMINGO 30 DE JUNIO DE 2024 U n prólogo sustancioso de la reconocida doctora en historia del arte Isabel Cruz de Amenábar da inicio a este libro. El ensayo de la experta aborda cuestiones fundamentales sobre arte, identidad y patrimonio sin dejar de soslayar la actualidad. Todo en relación con la nueva obra del especialista y académico de la Universidad de Talca Pedro Zamorano Pérez, "con una trayectoria dedicada por entero a la investigación artística", destaca Isabel Cruz.
El nuevo libro "Historias del arte en Chile. 1850-1950", del también doctor en historia del arte, se dirige a un público amplio y reúne escritos (antes publicados en revistas especializadas de circulación académica) que incluyen la investigación sobre artistas, el medio sociocultural, la estética de las obras, el estudio de sus formas --la visualidad pura-su iconografía e ideario, el público y el fenómeno de la recepción, subraya Isabel Cruz. Hay temas más desconocidos y otros candentes. "Y tras esta obra se encuentra una larga historia de proyectos Fondecyt en los que participaron numerosos investigadores", precisa el autor. Hay además colaboraciones valiosas, como la del Premio Nacional de Arte Francisco Gazitúa. Zamorano es también autor de investigaciones y libros sobre nuestro patrimonio, lo que lo convierte una de las voces autorizadas sobre la situación actual de este.
Acerca del principal museo del país, parte por afirmar que "no se puede distorsionar en una actitud performática las obras patrimoniales del Museo Nacional de Bellas Artes, porque es el sitio oficial donde está y debiera estar siempre la historia de la pintura chilena". "El arte humaniza" Pedro Zamorano Pérez nació en Rancagua, pero lleva 45 años viviendo en la ciudad de Talca. "Mis dos hijos son de aquí: el mayor, que hoy es médico reumatólogo, y la hija es abogado", cuenta desde su tranquila casa familiar en la capital del Maule en donde trabaja hace más de 40 años en la Universidad de Talca. --¿ Cómo ha sido el desarrollo de su trayectoria en la historia del arte? "La Universidad de Talca, a pesar de toda su labor en arte, no tiene desde hace décadas esa carrera. Lo que sí hay es un Instituto de Estudios Humanísticos --con rango de facultad, que dirige-y las áreas artísticas y de humanidades son asumidas allí. Estudié primero Pedagogía en Arte, luego obtuve un magíster, ambos en la Universidad de Chile, y finalmente tuve el doctorado en la Universidad Complutense. Empecé mi carrera en la Universidad de Chile, sede en Talca, que se transformó en 1981 en Universidad de Talca. Artes Visuales se acabó. Debí replantearme, pero percibí que en la universidad se apreciaban mucho la investigación y los textos, lo que estaba muy relacionado con mi interés por la investigación en el ámbito histórico-teórico. Y aquí sigo.
He publicado artículos principalmente en revistas de Brasil, Mexico y España y dos libros en editoriales españolas". Como director del Instituto de Estudios Humanísticos de esa casa de estudios destaca que "los cursos de humanidades y de arte son obligatorios para todas las carreras. Hay literatura, filosofía y arte. En mi caso, voy alternando temáticas como arte chileno y arte ciudad.
Me interesa mucho que los estudiantes dialoguen con la ciudad, con sus monumentos". --¿ Cuál es su mirada sobre el valor del arte para las personas y la sociedad? "El arte contribuye a la sensibilidad, la creatividad, al desarrollo de la imaginación de las personas, a la comprensión de las culturas. Las artes visuales representan una cosmovisión de determinados momentos históricos de la sociedad. Es una manera de mirar el mundo. Son representaciones de artistas y enriquecen a las personas y a la sociedad. Ayudan a entender la historia, nuestra identidad". --¿ Y qué mirada tiene del debate sobre las humanidades? "Estamos en una sociedad armada por el pragmatismo, por la competitividad, por el logro. Es una sociedad que muchas veces disocia el logro del esfuerzo, lo que me angustia profundamente. El arte, en cambio, humaniza, mueve a ponderar mejor las cosas, a ser más contemplativo. Las materias artísticas siempre estuvieron en la base de la educación. Hoy se piensa que corresponde la hiperespecialización, pero lo que debe ocurrir es abrir la mirada, que no haya un reduccionismo. La discusión que se ha generado estas semanas sobre las humanidades es patética. Las humanidades son parte de la estructura del pensamiento.
El mismo Parque de Esculturas de la Universidad de Talca (el mejor del país) se ha impulsado desde esa lógica, del arte y el humanismo". Debates y claroscuros de la historia --En su libro aparecen figuras chilenas pioneras, poco valoradas hoy.
Uno es José Miguel Blanco, quien fundó el primer diario dedicado al arte e impulsó la creación del Museo de Bellas Artes. "José Miguel Blanco (1839-1897) no solo fue un gran escultor, sino que también un notable escritor de Bellas Artes. El `Taller ilustrado' fue el primer diario en Chile con información exclusivamente de arte, pero él no fue bien tratado en ese momento. Hizo un enorme aporte y publicó un escrito en el que propone al gobierno la formación del Museo Nacional de Bellas Artes. Cuando se forma el museo en 1880, como comentó su hijo Arturo, `a mi padre, gestor de esta iniciativa, ni siquiera lo nombraron de portero'. Es difícil de entender, pero había una cuestión social. Los pintores venían de familias de las elites, mientras los escultores eran más modestos y su trabajo era considerado en un área más de artes y oficios. Hubo una gran pelea entre Pedro Lira y José Miguel Blanco. En pintura y escultura tenían una mirada parecida, pero subyacía esa realidad social.
Blanco presenta a Lira como la manzana de la discordia y teme que su nombramiento en la comisión directiva de Bellas Artes sea para su beneficio y el de sus redes de la elite". --Aborda también los claroscuros del crítico de arte Antonio Romera. "Su trayectoria y aporte son enormes, Romera fue autor de unas cuatro mil crónicas en `El Mercurio'. Era, además, un gran caricaturista. Pero su mérito fundamental es que fue capaz de sistematizar la historia del arte chilena, algo no completamente inédito, pues algo hizo antes Luis Álvarez Urquieta. Pero Romera organiza la primera historia de la pintura chilena, en 1951.
El claroscuro de Romera fue que no tuvo grupos aliados, era como un lobo solitario". --Se le critica que no fue visionario con las vanguardias. "Romera se yergue como el `crítico oficial', sin ser nombrado, debido a la regularidad de su escritura, los medios en que escribe y la buena recepción que tiene en el público. Su voz se transformó en algo legitimador. Pero el problema es que no miró más allá de la historia de su momento. El mismo dice que no le interesan las vanguardias. Ahí residió el movimiento de oposición.
Pienso que el teórico que deriva al texto crítico debe estar más relacionado con la contingencia, mientras el historiador del arte tiene un deber pedagógico de formación sobre la base de fuentes primarias aun cuando lo reinterpreta". --¿ Y cual es su mirada de la exposición actual "Luchas por el arte", que desde hace tiempo genera polémica por exhibir en el Bellas Artes obras de nuestra pintura patrimonial sin marcos y con una curatoría que no es simple de entender? "A mi juicio, no es bueno adoptar una actitud performática con esos cuadros. El Museo Nacional de Bellas Artes es el sitio oficial donde está y debiera estar siempre la historia de la pintura chilena. Los marcos son parte integral de una pintura. Obedecen a una época y son parte de la voluntad del artista. Y la colección que tiene el museo, con todas las deficiencias, contiene la historia de pintura y el arte chileno. Al museo le faltan salas, pero no podemos sacar las exposiciones sobre nuestra historia del arte por una muestra temporal. En cualquier parte del mundo, el museo nacional tiene un gran espacio para su muestra permanente y otro para muestras temporales, que están en función de la colección permanente. Algo distinto ocurre en una galería de arte o un museo de arte contemporáneo. Un museo nacional debe representar su historia del arte. No nos podemos darnos gustitos raros. El museo no puede operar como una galería, a costa del patrimonio histórico. Es un absurdo". J.F. González y T. Albert --Juan Francisco González es uno de los iconos de nuestro patrimonio pictórico. "Fue un gran innovador en el arte. Como dice Isabel Cruz, es una "figura patriarcal" que influye en muchos. Pedro Lira también lo es. Y me cuesta pensar en otros... En las obras de González se manifiesta una ruptura con la Academia en Chile. Se fue al impresionismo y después al expresionismo.
Pero su gran quiebre está también en su calidad de escritor. --¿ Por sus aportes al debate del arte? "Sí, en sus escritos levanta una gran polémica, como la controversia por un retrato de Remigio Salas pintado por W. H. Walton. La prensa porteña alabó muchísimo esa pintura. Aparecía un hombre con un cigarro de tal realismo, dijeron, que parecía que se iba a poder encender el cigarrillo. A González le cayó pésimo y dijo que estaba usando la técnica de la fotopintura y que no podía ser que le dieran valor a eso. Juan Francisco aporta muchísimo al debate y participa en grupos de literatura y vanguardia, como la Colonia Tolstoyana. Impulsó nuevas miradas que crearon un ambiente propicio para la aparición de la vanguardia en Chile.
Generó una mística y un gran dinamismo con su pintura y su pensamiento". --Tótila Albert, de la generación de 1928, también es muy abordado en su libro. "¡Tótila Albert podría ser nuestro Juan Francisco González!, por la innovación de su obra que abrió nueva rutas. En los años 20 hubo dos grandes exposiciones que remecieron el ambiente. Una del Grupo Montparnasse que da la entrada a la vanguardia. Pero hubo otra muestra, en diciembre de 1923, en la que expone Tótila Albert. Esa exhibición dividió al público. Algunos consideraron que sus esculturas rayaban en la fealdad y el absurdo, y otros, en especial voces provenientes del mundo literario, aplaudieron su audacia y originalidad.
Marcó un giro en la estética de la primera mitad del siglo XX". ENTREVISTA Historia, patrimonio e identidad PEDRO ZAMORANO: "Un museo nacional debe representar nuestra historia del arte" CECILIA VALDÉS URRUTIA Tótila Albert y su "Monumento a Rodó". Descubrió una nueva estética. "Juan Francisco González es uno de los patriarcas del arte". Abrió la modernidad. JUAN FRANCISCO GONZÁLEZ. La polémica exposición "Luchas por el arte" sigue hasta diciembre en el MNBA, según informa el sitio web del museo.
CLAUDIA CAMPAÑA `` El Museo Nacional de Bellas Artes es el sitio oficial donde está y debiera estar siempre la historia de la pintura chilena". `` La discusión generada estas semanas sobre las humanidades es patética. Las humanidades son parte de la estructura del pensamiento". Pedro Zamorano: "El arte es una manera de mirar el mundo. Enriquece a la sociedad porque ayuda a entender nuestra historia e identidad.
Representa una cosmovisión de un momento" HISTORIA DEL ARTE EN CHILE Pedro Zamorano Ediciones Origo, 460 págs En librerias: $20.000 pesos n "No veo un Estado sensibilizado con el patrimonio" --Como experto en patrimonio escultórico, ¿cómo ve el panorama a casi cinco años del 18-O? "Creo que los monumentos públicos son homenajes a heroísmos, pero también símbolos de mitologías. Integran la ornamentación pública y son registros visuales icónicos de nuestra historia. Son obras de arte con todo el rol que el arte implica. Nadie tiene derecho a destruirlo. Es injustificable". --¿ Y cómo observa hoy la recuperación del patrimonio urbano? "No veo un Estado inteligente, ágil y sensibilizado, que tenga un protagonismo fuerte en la recuperación del patrimonio. En muchas partes hay monumentos que no han sido restaurados. Y en todas las ciudades del mundo, el centro es y debiera ser mejor valorado. El otro día observaba el barrio Brasil en Santiago: está sucio, lleno de grafitis, hay poca vida. Es algo dramático para la ciudad. Lo peor es que la gente se va y desaprovecha el casco histórico, que es el que testimonia la historia de la ciudad". --¿ Algún monumento le preocupa especialmente? "Sí, el de Baquedano. El considerarlo parte de un conflicto es una aberración enorme. Es una escultura notable de un escultor chileno, Virginio Arias, que quiso testimoniar un hecho histórico glorioso de nuestro país.
Y lo hizo de una manera magistral, con alegoría, sobre un pedestal de piedra verde de las canteras de Talca". Con una dilatada trayectoria, el especialista publica "Historias del arte en Chile", con interesantes textos sobre pintura y escultura nacional, además de abordar la crítica e institucionalidad artística en Chile. Director del Instituto de Estudios Humanísticos de la Universidad de Talca, Zamorano habla de nuestros creadores, del 18-O y del rol del MNBA. "No es bueno adoptar una actitud performática con los cuadros patrimoniales"..