La nieve y antiguas celebraciones en la laguna de patinar dci cerro de la Cruz
La nieve y antiguas celebraciones en la laguna de patinar dci cerro de la Cruz P.
Ñdml1&ná1drz Ç de 4 e Magalires Eh Eh las últtnios años ha eteeldó favorableesenLe favorableesenLe en la aimuddad aimuddad la pzeocupacin por la preservación de los grandes humedaies de PunLa PunLa Arenas en ITea Puersres en el parque María llehety y en la laguna laguna de paLlase del Cerro (le la Cruz.
La inquietud de ckntíftcos, estudiantes y grupos ecologistas pOr eStos lugares. coincidió LL}JI elereciente abandorioy descríoro descríoro que se observaba en [os bumeLlales; bumeLlales; en particuLar durante meses se habló y se Lratd en [os medios de comunicación acerca acerca de la sequta que aíecíaba ata laguna del Cerro de la Cruz o del Pudeto, como todavía le denomina denomina mucha genLe antigiLi de La ciudact 1-lace algunas semanas, la ministra ministra de MedIo AnibienLe taisa Rojas. [asista anunciado persanaLmente, persanaLmente, en visita a la regLón. el cuarto proceso de oficio para declarar como Hurnedal Urbano a la Laguna PudeLo-Cerro de la Cruz, que luego de las Intensas lluvias del Verano pareció ra-obras ra-obras su capacidad hídrica.
Despuiés Despuiés de varias Lmtatlvas, esLe martes 18 de junio. se publicó en al Dlai-io OhciaL la resolución exenta N405/2024, que Inicia el proceso de dedanición de aL. & aL. & por parLe del ministerio de Medio Ambiente de la Laguna Pudeto-Cerro de la Cruz como humemkl urbano.. guardando la nieve En varias semblanzas nos he mOS relerido -muy al pasar deiLamentesobre la nieve y de lo que signi[tcala su aparición para isasotrus, habitualmente en la primera quincena de niajjo. según según los recuerdos que guarda mosdela niña La lectura de libros anriguos. varios de los cuales citamos con frecuencLa en nuestras reseñas reseñas dominicales, advierten que el ti-lo era mucho mía mitro en Llempce pasados y que las primeras primeras nevadas asomaban en abril.
A medo de ejemplo de lo que planteamos, cola gina49Odd tomo II de su moiiu. meittal obra “Censo general del Territorio de MagaLlanes”, (isos) en el capiLuJo capiLuJo dedicado a Ja cliniaiología de la región. el doctor Lautaru Navarro Maria se refiere escueLamente escueLamente a la nieve, donde asegura asegura que variaba mucho cada año y que estaba íntimamente ilgada con el éziLo de la ganadería. ganadería. E] galeno entrega algunos aniecedentes sorprendentes: Enel año 1A99 de nefasto reLLterdO, reLLterdO, hubo una capa de nieve de 102 centímetros.
Coiwtene en general que haya varias nevadas repeLidas de tiempo en tiempo para así tener agua en los meses de verano en los chorrillos 1 lagonus. lagonus. 1 mes de las grandes nevadas nevadas es jul[o” Recordemos que pura La fecha que menciona Lautaro Navarro I899j el agua potable todavía era una quimera en Punta Arenas, Arenas, ysi bien, lascosashancambLido lascosashancambLido mucho desde aquel enLonces, enLonces, nOS quedamos con una particular reíbadmlo que entrega en su tratado: “Lo temible son las grandes nevadas a principiosde invierno seguidos de largos períodos de Leusperatttm baja que impide el deshieLo Entonces rl pasto que da cubierto [falta el alimento a los animales por largo tiempo”. El periodista Manuel Zorri lla Cristi en el primer Lomo de su obra “Magallanes en 1925”. señala que “U clima de Punta Arenas es relatlvatnetsLe benigno, benigno, no habIendo temperaturas muy elevadas en verano, ni demasiado demasiado bajasen invierno”. Con respecto a la nieve, turnando las mediciones y estadlsmlcas de treinta años (mas 1924j del Ob servatorio Meteorológico Sale alano concluye, que el promedio de nieve calda anual es del orden de 36 centímetros.
En tanto, el sacerdote jasé Re, quien estuvo durante varias décadas décadas al mando de dicho obser vatorio, autor del fundamental estudio “E] elirna de Punta Atenas, Atenas, a propósito de la reedición ampliada de su obra en la EscueLa EscueLa Nacional de Artes CrILtcaa en San tiagmr en 1945. indicé que desde 1919 a 194Cr la nieve caída en la ciudad varió con notables y desconcertantes diferencias.
“56to en seis años la nieve pasó de cincsaenLa centínseLrosi y en nueve años no llegó a treinta”. Después de recordar La terrible mortalidad de ovelas casada por la permanencia en el suelo de las nevadas de 1902, argumenté: argumenté: “Esi los últimos veinLiún años, el promedio anual de la nieve caída es de 39 centímetros.
Si hemos de guiamos a las cifras, se comprueba la opinión general de que hoy ya no cae tanta nieve cono cincuerila años hace”. Sin ánimo de contradecir al padre Re, en La segunda mitad del siglo XX se recuerda la gran nevada de jallo de 1958 en que Punta Arenas, quedó “aislado del snundo” pos varios dias.
Se InterrumpIeron las comunicadones telelénlcas y telegráficas, telegráficas, se paralizó cE servicio aéreo y marítim& Las entonces modestas modestas poblaciones la de Sepmlenibre Sepmlenibre y Playa NorLe, sufrieron especIalmente las inclemencias del mal tiempo: mientras la pri mera quedaba sepultada debajo de la nieve, la segunda sufría el estrago de las Irlas olas deL estre cho que inundaban hasta la calle orge Monlt.
Otro momento drantitico se vivió cts agosto de 1995 con el llamado terremoto blanco que afecté prirscipa]menle a miles de familias y a] rubro ganadero. que lansentó la pérdida de la cuarta parte de la dotación ovIna de La región.
Pese a estas desgracias, la ma rb de la gente espera con es peecación la llegada del invierno y de las nevadas De repente. proliferan las carreras en Lrineos y las competencias para hacer ñgusas de hielo, los tradicionales tradicionales monos de nieve que aparecen portados lados. Esta es una ideo que cobra sentido y que podemos entrelarar entrelarar con recuerdos de nuestro retorno a Magallanes el 2000. luego de una ausencia de la región región de doce años. De la época del liceo, están todavía frescos en la memoria las Improvisadas competencias que se hacían en trineos, algunos adaptados es peeiainiente pata la ocasión.
Era común que Los participantes se desibaran de cerro a playa por las Avenidas Colón o indepen dencia, y desafiando o ignoran. do el ya congestionado isánaito vehicular de la época, niños y jóvenes arremetian con Lodo por la victoria.
Esto es lo que sucedía habi tualmente. en el centro de La ciudad, pero en los sectores uds populares y humildes de hinta hinta Arenas el entusiasmo por la llegada de la nieve era mucho Fot%dia de la Casa Chávez, Fondo se s las asas de cite Zeesteno y áededores del Cnn cte la Cn. 2.
“Lts autoridades concibieron celebrar la llegada del invierno can una gran demostración en laguna y aunque siempre existieron esporádicos eventos en torna al htjrnedal, suponemos que 195B morcó el punto departido de esta actividad que se repitió anualmente, par lo menos hasta 1969 cuando el club Andino auspició e festival frldórico de la Ftagania y ¡ as llamadas fiestas de la nieve, que consideraba la ekccidn de una reina”. La nieve y antiguas celebraciones en la laguna de patinar dci cerro de la Cruz mayor: en las trrmsas y congeladas congeladas calles del barrio 18 de SepLiembre. ali-ededor del viejo viejo zanjón del río de la Mano, o en Playa Norte, en La bajada de Llena uc habla en Manantiales hacia el triar grisáceo y espumo so que parecía esuonderse de bis de unas precarias casitas de rnailera ubicadas al borde de un lwranco.
En todos Los sectores de la ciudad se repetía el mistno cuadio como, asimismo, en las capitales provinciales o en las comunas rurales: contraiiarnenLe contraiiarnenLe a lo que se cree, la llegada de La nieve sigoiíleaba que las j)r sonas salían a la calle a verse, a jwatarse. a compartir. Se podía encontrar en las calles a gentes de todas las edades. [le algún modo aquella prácti ca de r-eLLn irnos al aire libre para compartir. Iugaiy divertirnos, se institucionaiizaha en el parqrue parqrue María lseheLy u en la bguna de patinar del cerro de [a Cruz o del Pudeto, cOmO porftadarnente porftadarnente señalaban algunos, Incluido ml padre.
Cuando éramos niños percibíamos, por el nivel de organización organización de los comemales, que las diversas compeLericlas individuales y por equipos. que se t-elehralyan en esos espaLtos eran muy anteriores, a nuestra llegada a taLe mundo. Pata impresión impresión era todavía más (uerte cuando pasábamos por la Laguna de patinar del Cerio de la Cruz. A veces, a la medianoche, se podía cLsnternpla. r a niños, o a parejas de jóvenes y adultos, bien abrí gados realizando sus justas de perrivaso recreativas.
Ya de adulto, en el reLortio a Punta Arenas, tenemos grahados grahados pasajes Inolvidables en la memoria, que sahen a noches eLernasen Escasa de calle Fagnano Fagnano 133 del entonces presidente presidente de la Sociedad de EscrItores de Magallanes, el amigo finito Pasiov Miranda.
Cuántas veces veces vrtazamos por calles Arauco o Patagona en busca del domicilio domicilio de Pavel Oyarztirt!, quien ivIa en Angamus esquina guie ti Ancud. en Fa casi centenaria población Magallanes. en un, ade las priniesa casas de tipo socIa] canstruisLis en “allioflileria de ladrillos”. como diría el teeono cirio arquiLe. cto 0-ante Eaeriawyl Rada. Fa imposible olvidar una esce na en pleno invierno de mho de J999 con abundante nieve y rscarcha. rscarcha.
Un grupo de escritores, entre [os que se contaba quien redacta estas líneas, unidos en La amistad térrea que prodiga el dios Baca, alrededor de las cua1ro cua1ro de la madrugada caminá bamos envalentonados por los aLtos de calle Patagona en busca de la casa de Pavei A la iaquier da, de improviso en medio de la oscuridad, surgió radiante, luminosa, la laguna de patinar del Cerro de la Cruz como un-a novia en íresta; cumpletamenLe cumpletamenLe bbnct No hacía mucho que habían concluido las habItuales habItuales competencias de trineos y nos hicimos la misma pregunta: ¿ Desde cuándo la gente utilizaba la laguna como un lugar de encuentro? encuentro? Una antiguapnctica Distintos testimonios escritos y íotugráñcos. indican que el lugar lugar era frecuen lado ya a (mes de siglo X1X Por de pronto. antes de siornelizar el eapítulo sobre LLirrLatologfa. en e] ya :n, etaiona do “Censo general del territorio de Magallanes”. L. autaro Navarro incorpora una fotografía piesumiblemenre piesumiblemenre tomada ea 1908, que muestra a varias parelas, las que parecen diverrirse en el lugar. lugar.
La imagen vIene acompañada acompañada de la leyenda: “Patinando en Las lagunas del cerro de la Cruz”. A su vez, el profesor de hitoria, hitoria, geografía y educación cMOs, cMOs, Ernesto Fernández de Cabo Arriado, -golñsta destacado y consumado filatelista, además-, además-, nos compartió algunas reproducciones que muestran distintos niomenLos de La lagonade patinar captados por importantes importantes fotógrafos Instalados en Punta Arenas en las primeras décadas del siglo XL El rnisnro Fernández de Cabo en La plsíiaa 25 de su libro, “Magallanes Golf Club: LOO años de hisborla 19172017” asegura que los Inicios de esta práctica deportiva se remontan remontan a un lugar ubicado en la parle alta de la ciudad en los atreriedoreade la mítica laguna: “Si bien la (echa de fundación del Magallanes Cotí Clsab fue eta de octubre de 1917. el golf había comentarlo a ser pracLicado en Punta Arenas con anterioridad a esa fecha por uii grupo de residentes residentes británicos, quienes se rcunla. n desde el alio 191)5 en una pequeña cancha de 6 hoyos que seencontraba ubicada en las lntnedtaciones de la Laguna de Patinar, a la cual denominaban Cuartel de Policía, ubicada de trIs del Cerro de Fa Cruz, en las cercanías de una laguna de pe queiias dimensiones”. La literatura también se [u empeñado en recrearnos el tan tasrnagórico lugar Li escritor osé Cirinialdi ArroLlo publicó en 1933 el Ubro de poemas “Humo azul” que incluye la coruposictón coruposictón “Laguna de [aatinar” llera po después. (1975) el ntlsmo au tor cdi Id una antología tItulada “Poemas de nuestra tierra”, que II-eva una presentación del pro fesor de castellano julio Ramirez Fernández, quien. al parecer. tuvo mucha incidencia en La elección de los poemas. como se desprende del siguiente comeritarlo: comeritarlo: “De 1-turno Azul señalamos señalamos Laguna de Patinar, porque, ¿hay algún magallánico magallánico que no haya suspirado por su querida Laguna?” Otro escritor puntarenense, Nicolo Gligo Vid publicó en marzo dc 2022 el libro de rda tos, MagaLlanes entre brumas de recuerdos y fantaslas”. En uno de los cuentos, “Sueño de una tarde de invierno”, el autor autor sitúa la acción en lunio de 1954, cuando en compañía de una hermosa joven llamada Svlethiana se dirige a la laguna de patinar que Gligo den omln. a del “Regimiento Pudeto” Al unísono nos describe el ambiente ambiente de! lugar: “Encontrarse alli con amigas y amigos para convIvir, hacer carreras. junlarse 20 o 30 patinadores patinadores en esas colas en que solla ubicarnie en el caL remo inverso al que picaba para tomar tomar velocidad, y competir patinando patinando para atrás”. A medirla que se hacían más frecuentes las visitas a la laguna, la an-dstad an-dstad con Svletiiiana se transfor maba en admiración y en amor: Nadie se atrevía a lnlerrLtrn pirnos.
LI hielo crujia al paso de los patines, pero yo sólo pensaba pensaba en ella, en su misterios-a capacidad de etnbrujarme. de hacerme sentir un dios volando al Olimpo” El idílico momento se quIebra cuando ella contrae una grave enfermedad y digo presiente el final: “Partió de la vIda consciente consciente mucho antes de morir. Pero a ml siempre me ha acornpafiado. acornpafiado.
Aparece con su traje de cosaca rusa cuando sueño que estoy patinando en esa querida querida laguna: o cuando a veces miro las estrellas pata ver si ea posible que escarche, o cuando pasen pur la AvenIda Ruines.
Quizás Svlethiana también aún patina sin cesar, y quIzás yo [a estoy acompañando entre los cirros australes de un atardecer magal[ánico” Esperando el invierno Como sabemos, durante su permanencia en Magallanes, que abarcó casi dos décadas, (1926-1944) el general de Ejercito Ejercito Ramón Callas Montalva Implemenró varias iniciativas culturales tendientes a vIncular vIncular a las fuerzas armadas con La sociedad civ II. A la creación de un zoológico al interior del regimiento Pudeto.
Pudeto. se agregó la conformación conformación de la banda musical de esa unidad militar, la eshiblciórt regular de películas, de ezosi eiones pletóricas y fotográficas, la tmplementaclón de ciclos de charlas y conferencias dictadas por profesores y especlalisras En tuis de una oportunidad, el general había sugerido que la laguna de patinar podía servir servir a-amo entorno natural pura la conmemoractón de actos patriótlcu& El oficial pensaba realizar grandes eventos artisricos, artisricos, con La participación de civiles y n-tltitares.
Sus ideas fueron retomadas por la ilustre ilustre Municipalidad de Magatlafi; Magatlafi; r -:--alE4A -. s. t,éJ i” &f-- -_I_J--. : e,. a - &zaj j:;-.. , -. Fotoalla de b Laguna de Patinar tomada a pñíseqiiea de sigbxX par la cara Frrciacrnich. nes ea tos años 50, cuando los regidores de la época, principalmente, principalmente, debido al repentino crecinsiento de la población de Punta Arenas producto de la aplicación de La ley N12.00 S o de puerto Libre. que traJo una masiva migración desde Chlloé y del sur del país, decidieron recuperar la idea de los cama vales y disfraces, característicaracterísticos como forma de celebracIón popular de lac ludad, a fines del siglo XIX y comienzas del XX.
Las autoridades concibieron celebrar la llegada del invierno invierno con una gran demoslracióri en La laguna y aunque siempre existieron esporádicos eventos en torno al humedal, suponemos suponemos que 1958 mancó el punto punto de partida de esta actividad que se repitió anualmente, por lo menos has la 1989 cuando el club Andino auspició el festival festival folulórico de la Patagon la y las Uaniadas fiestas de la nieve, que consideraba la eLección de una reina, El evento se denominaba “Gran festival de hielo”, la organización organización se le encomendaba al Regim ierstu Pudeto. Se cIa baraba un programa de actlvidadcs actlvidadcs que consultaba un parti do de hockey entre los equipos del Pudeto y de infantería de marina Cochrane. A contInuacían, se efectuaban carreras en patines pata niños menores de 14 años y una eo:ilpetericia de trineos en ¡ 0-El metros para nse nores. Después venian las carreras carreras reservadas a los adultos que consistía en dar una vuelta conapteta a la laguna.
Más tarde, tarde, damas y varones realizaban sus pruebas de destreza en el hielo, las que culminaban con la difícil prueba de saltos con obstáculos Todos los años, el batallón de inlanteria de marina Cochrane se lucía consumando un uego uego de haces de lot-es con sus reflectores, niienlraa la banda lnslrttmental del regimiento Pudeto amenizaba la ornada interpretando marchas militares e himnos alusivos a] Invierno, Invierno, Se entregaban distintos premios a los ganadores Para refle ndar toque señala uros, hace quInce años, “El Magallanes Magallanes en su edición del 14 de junIo de 2GEirecordaba estas festividades con un titular que decía: “Una tradición perdida.
Patinaje en laguna del Pudeto”. Después de hacer hincapié en que hacia seis años que no se congelaba, la nota indicaba: “Cada aperlurade la temporada temporada de patinaje era acompa ñada de una cere monla cívico militar, que le daba un sello especial ala actividad invernal. Incluso, se habilitaba una cale terfa para combatir el frlo”..