Starmer asume como Primer Ministro y promete "renovación nacional" en Reino Unido
Starmer asume como Primer Ministro y promete "renovación nacional" en Reino Unido El nuevo jefe de gobierno dijo que iniciará "inmediatamente" una agenda que calificó como de "cambio", aunque advirtió que sus resultados tomarán tiempo en llegar.
E lemento central de la campaña que lo llevó a él y a su partido a lograr una de las mayores victorias electorales de la historia de Reino Unido, el laborista Keir Starmer insistió ayer en la necesidad de "cambio" al estrenar su gobierno, con el que prometió "reconstruir el país". Apenas unas siete horas después de que se confirmara su triunfo, el dirigente laborista asumió como Primer Ministro asegurando que la nación iniciará inmediatamente un nuevo rumbo, aunque advirtió que los cambios deseados tomarán tiempo. "El país ha votado decisivamente a favor del cambio, de la renovación nacional y del regreso de la política al servicio público", dijo el nuevo Primer Ministro, en la puerta del 10 de Downing Street, tras haber recibido el encargo del rey Carlos III para formar gobierno, una tarea que finalizó rápidamente (ver recuadro). "Si votaron por el Partido Laborista, asumiremos la responsabilidad de su confianza mientras reconstruimos nuestro país. Pero, independientemente de que hayan votado al Partido Laborista o no, de hecho, especialmente si no lo hicieron, les digo directamente que mi gobierno los servirá a ustedes", añadió.
Si bien Starmer reconoció "la dedicación y el trabajo duro" de su predecesor Rishi Sunak --cuyo Partido Conservador alcanzó solo 121 escaños, el peor resultado electoral de su historia--, el líder laborista lamentó lo que consideró como un aumento de "la brecha entre los sacrificios hechos por las personas y lo que reciben de los políticos" y que "durante demasiado tiempo hicimos vista gorda mientras millones de personas caían en una mayor inseguridad". "Quiero decirles de manera muy clara a todas esas personas: no esta vez", prometió el Primer Ministro, quien, aun así, avisó que "cambiar un país no es como apretar un interruptor". "El mundo es ahora un lugar más volátil.
Esto llevará un tiempo, pero no tengan dudas de que el trabajo del cambio comienza de inmediato", dijo Starmer, quien enfatizó en el mejoramiento del Servicio Nacional de Salud, en la seguridad de las fronteras y de las calles, así como en una apuesta por las energías limpias, como una solución para bajar las cuentas de la luz.
El discurso de Starmer reflejó que el premier tiene claro que no tiene tiempo que perder si no quiere que la crisis económica por el alza en el costo de la vida, la inmigración récord, el alto nivel de los impuestos, y la falta de financiamiento a servicios como los de Salud, de Justicia y de gobiernos locales, terminen pasándole la cuenta a su nuevo gobierno, como le ocurrió a los tories. "Es un momento difícil para cualquier gobierno que asuma el cargo, incluso con una enorme mayoría parlamentaria. Los problemas que enfrenta el país no pueden resolverse rápidamente. El principal objetivo de sir Keir Starmer será crear la impresión de que Reino Unido tendrá un gobierno estable durante al menos los próximos cinco años.
Aunque pueda parecer un objetivo modesto, el gobierno conservador desde el Brexit ha dañado la reputación internacional de Reino Unido y la idea de que tenemos un Primer Ministro sensato marcará la diferencia", dijo a "El Mercurio" Mark Garnett, profesor titular de política en la Universidad de Lancaster. En la misma línea, el politólogo de la Universidad de Liverpool Jonathan Tonge afirmó a este diario que "los problemas que tiene Reino Unido son enormes.
No hay margen de maniobra financiera, a diferencia de la última vez que los laboristas regresaron al poder en 1997", cuando Tony Blair lideró a la formación a la mayor victoria de su historia, con 418 diputados. "Aun así, los laboristas hicieron muy pocas promesas específicas durante la campaña electoral, por lo que las expectativas sobre lo que pueden hacer no son altas", afirmó el académico.
El lamento de Sunak y el difícil camino de los tories en oposición Tras la dura derrota sufrida por su partido en las elecciones, Sunak pidió perdón a los británicos y reconoció el "enfado" de la ciudadanía contra su gobierno. "Al país me gustaría decirle, ante todo, que lo siento. He dado todo de mí en este trabajo.
Pero (la ciudadanía) ha enviado una señal clara de que el gobierno del Reino Unido debe cambiar", dijo Sunak en su última alocución como Primer Ministro, a las afueras de Downing Street, y en la que anunció que renunciará a su cargo como líder conservador una vez que el partido elija a su sucesor. El ahora partido opositor tendrá que lanzarse a una carrera interna para definir un liderazgo que podría marcar la pauta sobre qué rumbo tomará.
Entre los posibles candidatos hay figuras cercanas al centro, como el exministro de Hacienda Jeremy Hunt y el excanciller y exministro del Interior James Cleverly, y rostros del ala más derechista como las exministras del Interior Priti Patel y Suella Braverman. Pero cualquiera sea el camino de los tories, no parece fácil. "Es poco probable que el Partido Conservador pueda recuperarse de su dura derrota.
Aunque ahora tiene muchos menos parlamentarios, incluso ellos están seriamente divididos entre populistas de derecha y moderados, algunos de los cuales podrían considerar desertar al Partido Laborista, ya que sir Keir Starmer está intentando restaurar la unidad nacional.
Lo más probable es que Nigel Farage (impulsor del Brexit y cuyo partido de extrema derecha Reform UK logró cinco escaños) surja como el actor más importante del ala derecha de la política británica (... ) Aún existe la posibilidad de que el desacreditado (ex primer ministro) Boris Johnson intente liderar la derecha populista", explicó Garnett.
Tras la contundente victoria laborista en las elecciones generales: Starmer asume como Primer Ministro y promete "renovación nacional" en Reino Unido JOSÉ TOMÁS TENORIO LABRA Corresponsal en España STARMER Y SU ESPOSA VICTORIA fueron recibidos por una multitud en Downing Street. FRANCE PRESSE El gabinete de Starmer es un equipo que lleva años engrasado por su trabajo en la oposición y que le permite gobernar desde el primer día.
Sin excesivas discrepancias ideológicas ni perfiles de resplandor, con la posible excepción de la "número dos", la vicepremier y titular de Cohesión Territorial, Angela Rayner, que llevará al Ejecutivo las esencias izquierdistas de las bases del partido.
Entre los nombramientos más inesperados estuvo el de aquel al que los medios británicos califican como "el hombre más influyente del que probablemente nunca haya oído hablar": el diputado Pat McFadden, coordinador de la campaña y cerebro de la estrategia del partido para alcanzar el poder. Ahora es canciller del ducado de Lancaster, o sea, el responsable de la Oficina del Gabinete y que se encarga de coordinar las acciones del equipo, como si fuese un ministro de Presidencia.
Los ministros que marcarán el rumbo económico británico bajo el nuevo gobierno están encabezados por Rachel Reeves, ministra de Economía y Hacienda o "canciller del Exchequer", la primera mujer al frente del Tesoro y una economista ortodoxa partidaria del rigor fiscal. A ella se unen Ed Miliband, en Energía; Louise Haigh, en Transporte; Liz Kendall, en Trabajo y Pensiones; Jonathan Reynolds, en Empresa y Comercio Internacional.
Yvette Cooper, en tanto, es ministra de Interior, mientras que Relaciones Exteriores quedó en manos de David Lammy, quien de inmediato hizo un llamado a una tregua en Gaza, y Defensa a cargo de John Healey.
Ellos dos serán cruciales para llevar la política del país respecto de Ucrania, que desde el comienzo de la guerra ha contado con Reino Unido como un apoyo fundamental. n Un equipo compacto y con la primera mujer al frente de finanzas RACHEL REEVES es una economista partidaria del rigor fiscal. THE ASSOCIATED PRESS.