Aprender en calma
Aprender en calma Educar integralmente es lograr tun equilibrio entre lo cognitivo y lo emocional. Durante décadas, el sistema escolar ha buscado resultados en conocimientos.
Pero ¿ qué pasa con el ser humano que habita ese sistema? ¿ Quién enseñaalos estudiantes a navegar en su mundo interior, a reconocer sus emociones, a responder con amabilidad en vez de reaccionar impulsivamente? Aveces, lo más difícil de ensehar está en alcanzar ese espacio invisible donde un niño y niña aprende a escucharse, a entender lo que siente, a sostener una emoción sin que lo arrase.
En esos segundos de pausa, donde no hay pruebas ni resultados que medir, nace una inteligencia más profunda:lacapacidad de observarse con atención plena y estar resentes, La educación de hoy requiere que -en paralelo a los objetivos académicos-, se desarrollen otros aspectos. Aquíes donde la respiración y el mindfulness se convierten en una herramienta educativa tan poderosa como olvidada.
No se trata de enseñar meditación avanzada ni de convertir la sala en un templo budista; se trata de generar espacios donde el estudiante se encuentre consigo mismo en un entorno seguro para una transformación profunda. Elmindfulness, o atención plena, es una práctica ancestral respaldada por la ciencia moderna. Jon Kabat-Zinn creador del programa MBSR (Mindfulness-Based Stress Reduction), la define como la conciencia que surge al prestar atención, de manera intencionada, al momento presente, sin juzgar. Elmédico y conferencista Mario Alonso Puig sostiene que no setrata solo de relajarse, sino de activarnuestras funciones ejecutivas aquellas que nos permiten aprender en profundidad, escuchar con verdadera presencia y tomar decisiones con claridad. Al hacerlo, no solo ganamos tiempo, sino que también mejoramos nuestra eficiencia, atención, concentración, comprensión, capacidad de aprendizaje y creatividad.
La atención plena es un cimiento invisible sobre el cual se edifica el aprendizaje profundo, la creatividad auténtica y el desa: rrollo del potencial humano. ¿Cómo puede haber aprendizaje si el cuerpo está en la sala de clases, perola menteatrapadaen el miedoolla autoexigencia? Como postula la autora Nazareth Castellanos en su libro "El Espejo del Cerebro: Neurociencia y Meditación", el cerebro no aprende desdela presión, sino desde el asombro y la conexión emocional. El aprendizaje requiere atención, autorregulación, conexión interna. Integrar mindfulness en las escuelas no exige grandes cambios estructurales.
Se trata de crear espacios educativos donde seaprendealeer, sumar y restar, pero también a respirar, observar sin juzgar, conectar con lo que somos y con los demás, incorporando pequeñas prácticas durante la jornada: respirar antes de iniciar una clase, identificar cómo se sienten al llegar, invitar a cerrar los ojos 30 segundos para sentir el cuerpo, agradeceral cerrar el día.
En esosmicrogestos se gesta una cultura distinta y los resultados son tan sutiles como profundos: mejora el clima del aula, disminución de los conflictos y aumento en la capacidad de los docentes para ensefar desde la calma.
Sieducar es acompañar el desarrollo integral de los niños, niñas y jóvenes, y si queremos formar ciudadanos capaces de transformar el mundo, ¿No es más efectivo hacerlo con herramientas que apunten a distintos fines y que incluyan también el ámbito emocional? Tal vez el acto más revolucionario que necesita la educación de hoy no es añadir más contenidos ni exigencias, sino simplemente detenerse y pensar en el bienestar de las personas que estamos educando. personas que estamos educando. personas que estamos educando..